𝘈𝘭 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥í𝘢
𝘛𝘦𝘮𝘱𝘳𝘢𝘯𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢Gulf y Piglet están sentados juntos en la oficina del propietario del hotel. Ambos haciendo las paces por causar el fuego de ayer, quieren pagar por todos los daños y riesgos provocados. También, darán una buena reseña porque el propietario no tuvo la culpa de nada. Piglet viste una chaqueta negra larga sobre un vestido crema decente hasta las rodillas, junto a ese conjunto viste unas zapatillas de bajo tacón. Perfecta vestimenta para una primera dama..., y para una mujer introvertida. Gulf viste un suéter negro con pantalones del mismo color y zapatillas mahón.
El propietario del lugar anda detrás de su escritorio girando un cubo 𝘙𝘶𝘣𝘪𝘬. Centrado en eso en vez de en la pareja delante. Sí, luce arrogante.
—Venimos a pagar los daños causados a su hotel y disculparnos si nos lo permite. — Gulf asesora formando una apologética, sincera, sonrisa mientras entrelaza brazos con su chica. Esta también, sonriendo.
—No es necesario, srto. Kanawut. — El hombre finalmente voltea a ellos con una mueca desinteresada. Deposita el cubo rubik, para girar en la silla. —Alguien ya pagó por ustedes.
—¿Qué? Espere, ¿quién? — Tartamudea Gulf intentando mantener la sonrisa, pero fallando. Su esposa Piglet también está confundida.
—Un tal Suppasit. Dijo que lo pagaría todo a su nombre y depósito todo el dinero. Están libres de deudas con nosotros, pero aprecio las disculpas. — Ríe con la tráquea mientras hipócritamente mantiene una sonrisa labial. —Ahora pueden irse, tengo una reunión en unos minutos.
Gulf no se lo puede ni creer. Paulatino, voltea a mirar estupefacto a su esposa, quién tampoco cree lo dicho. Ella permanece con los labios entre abiertos alzando sus cejas. No les queda de otra que aceptar la ayuda de su rival. Aunque esto no tiene por qué ser algo malo, pero a Gulf le viene el angustiante sentimiento de que deberá ver a su rival para agradecerle. Porque ni una llamada en teléfono, ni un mensaje de texto podrán ser suficientes.
🐹
Minutos después, Piglet está en una tienda, ojeando ropa. Ella mueve las prendas en los tendederos, revisa por alguna que le llame la atención. Mirando desde el gancho a la culminación de la seda. No le gusta ninguna hasta ahora. Además, hacer compras sola no es divertido, pero dejó a Gulf en un parque para que él hiciera sus llamadas a Mew.
Va mirando de prenda en prenda, hasta que parcialmente ojea la pared vidrial a la derecha. Tras hacerlo, sigue mirando. Encuentra algo muchísimo más interesante que toda esta ropa. Ladea la cabeza como si eso la ayudase a ver mejor, y trota hasta la pared vidrial.
Sorpresa la suya al ver cómo en la cafetería más enfrente, una pared de la misma fábrica, le permite ver a Mew cenando con un hombre. Un hombre guapo de hombros colosales, brazos bien trabajados, una piel bronceada. Ríen juntos, pero Mew le acaricia una mano..., de manera sospechosa. Demasiado ¿cariñoso?
Piglet saca el teléfono del bolso. Viendo esto como una buena oportunidad en caso de que Gulf quiera derribar a su oponente. Escándalos como este son demasiado jugosos. No se puede perder la oportunidad.
Traviesa, usurpa los labios a una sonrisa labial, sacando la lenguita entre estos. Concentrada en tirar fotos. Mew gestiona con la cabeza a que abandonen la cafetería y el chico le hace caso.
Quién sea que sea el chico, deja de dinero como paga por los cafés en la mesa, y juntos salen. Al margen de la entrada comparten un pequeño beso en la boca.Piglet captura el beso.
—¡Oh por Dios! — Susurra triunfadora. —¡lo capte en cámara justo a tiempo! — Pega un pequeño brinco, que al caer en sus dos pies, se le dobla el talón, pero ella se endereza lo más bien. Dando torpes tropiezos. Mira a la gente que va saliendo de la tienda mirándola mal. —Si no me van a ayudar mejor que ni miren. — Murmura molesta para sí misma. Vuelve a mirar a los chicos de enfrente. Estos se miran como si jamás se fueran a volver a ver. No es solo la mirada que se dan, sino sus sonrisas... Está más que claro que ese café, fue para terminar algo. ¿Una amistad con beneficios? ¿Una relación? No se sabe.
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Tom & Jerry| MewGulf
HumorDos rivales en la lucha de ser presidentes poco a poco van notando que el "odio" que sienten hacia el uno al otro podría ser lo opuesto. Pero, siendo figuras públicas cualquier escándalo a la luz podría destruirlos. Esta comedia romántica te espera...