Dónde Dejaste tú corazón -Klaroline-

Capítulo 9 (La batalla de Nueva Orleans)

 Una semana después...

Cuando klaus escucho que Caroline subía hacia el estudio dónde se encontraba, el híbrido guardo la última de tres pinturas que hacía para el cuarto de su hijo. Quería que los viera hasta que estuvieran listos. Caroline sabía que algo ocultaba klaus, en su estudió no podía ser más que un regaló, así que decidió esperar pacientemente hasta que se lo mostrará.

En cuanto cruzó la puerta, Caroline observó como klaus guardaba sus pinturas inocentemente, como si nada acabará de ocultar. La rubia agitó su pequeña agenda, klaus suspiro resignado, había estado evitando esa charla desde hacía semanas.

—Por fin termine la lista de los nombres que elegí para nuestro bebé. —Explico entusiasmada— Si tienes algunos en mente, los agregaré en la lista.

—Es necesario que sea ahora? Porque aún tenemos tiempo.

—Nik por favor, ya lo habíamos hablado. Dijiste que cuando terminara mi lista elegiríamos uno juntos. —Le recordó con un mohín demasiado adorable a los ojos de Híbrido.

—De acuerdo amor, tengo unos minutos. —Respondió, Caroline dio un pequeño salto de gusto, y klaus Inquieto porque se hiciera daño la guio a sentarse, al sillón más cercano.

—Haz pensando en algunos? Oh solo escucharas los míos? —Cuestiono curiosa

—Tengo algunos en mente, pero ninguno bueno todavía. —Confeso

—Bien. Comenzamos con el primer nombre de la lista, que es Niklaus, creó que sería muy lindo que lleve tú nombre podemos decirle junior así no habrá confusión. —Explico, klaus le arrebato la pequeña agenda.

—Veamos que otros son candidatos. —Respondió leyendo la lista.

—¿Es en serio? Ni siquiera los vamos a discutir. —Cuestiono molesta.

—Sebastián, no suena mal. Axel, este definitivamente no, Arthur, no creo que cuando crezca este contento con ese. Albert, no me convence. Joshua, definitivamente no. Vincent mi hijo no tendrá un nombre tan simple. ¿Jackson? Debes estás bromeando —Caroline le arrebato la agenda.

—Quedo claro ningún es digno. Sorpréndeme con los tuyos. —Cuestiono cruzada de brazos.

—¿Que tal?, Einar significa guerrero.  

—Siguiente

—Mael. Significa príncipe

—¿Tienes alguno que no suene tan extraño, en este siglo? —Pregunto divertida.

—Tienes algo en contra de los que dije, pero no te importa nombrarlo como yo.

—No es lo mismo. Porque es tu nombre y es genial y imponente. Algo así quiero para nuestro hijo.

—Imponente y lleno de enemigos, por si no lo recuerdas amor. No quiero un nombre para mí hijo, con siglos de tragedias el merece algo mejor.

—Nuestro hijo Nik, —Lo corrigió— Tendrá una vida distinta. Su padre no lo perseguirá por mil años. Al menos no hasta después de los veintiuno —Explico divertida.

—Hablo en serio amor.

—Yo también, ¿Cómo supiste que nombre ponerle a Marcel?

—Fue fácil, en el momento en que lo vi. Vi al pequeño guerrero que había en él. Además Marcellus no estaba en la posición de discutir. —Respondió recordando.