Dónde Dejaste tú corazón -Klaroline-

Capítulo 3 (Ciudad Creciente)

Al amanecer Caroline despertó y klaus ya no estaba a su lado. Cuando bajo a desayunar vio a una gran mesa en el centro con distintos platillos para desayunar. Hayley estaba por tomar un plato cuándo vio a la rubia, la cuál sonrió al verla.

—Buenos días. —Saludo la castaña, comiendo una uva.

—¿Ah cuál restaurante le falta un chef hechizado? —Pregunto la rubia divertida.

—No Lo se, supongo que tendrás que preguntarle a klaus. —Respondió sentándose y comenzando a servirse.

—Cuando dije nevera llena, nunca imaginé que haría esto. —Confeso sorprendida, tomando asiento.

—No te quejes, lo más lindo que a hecho por mi, es tener leche en la nevera y cereal. —Comento antes de comenzar a desayunar.

—Supongo que tienes razón. —Concordó antes de comenzar a comer. —¿Donde estás todos?

—Afuera, klaus y Marcel salieron juntos. Elijah también salió y a Rebekah no la he visto desde ayer. —Explico, Caroline asintió

—Supongo que debo acostumbrarme. —Comento antes de beber su jugo.

—Le pedí a Sophie que viniera. No tarda en llegar. —Comento— Ella puede decirte que será tu bebé.

—Eso es genial. —Respondió con felicidad.

Veinte minutos después, estaban terminando de desayunar cuando Rebekah entro con Sophie a su lado.

—La Encontré en la acera. Dice que le pediste venir. —Cuestiono Rebekah, señalando a Sophie, quien se aferró a su bolsa y rodo los ojos molesta. Estaba cansada de que los Mikaelson la tratarán como un objeto.

—Yo le pedí que viniera. —Explico Hayley— Le dije a Caroline que ella podría saber que será su bebé. —Continuó

—Creí que fue Sabine quien lo hizo. —Cuestiono Rebekah

—Lo hizo. Pero el hechizo pertenece a mi familia. —Respondió La bruja.

—Hola soy Caroline. —Saludo la rubia estrechando la mano con Sophie.

—Por dios! Eres vampiro. —Dijo sorprendida. Caroline soltó a la bruja. —Como es que..?

—¿Estoy embarazada? —Completo la rubia. —Larga historia en realidad. Espero no sea un problema, para el hechizo.

—No. Solo necesito un lugar tranquilo para trabajar. —Explico.

—Bien subamos a mi habitación. —Respondió Caroline, indicándole que la siguiera.

—A Nik no le gusta que nadie entre a su habitación. —Le informó Rebekah, Caroline se detuvo y miro a la rubia. —si no quieres tener problemas buscarás otro lugar.

—Podría prestar mi habitación. —Ofreció Hayley. Caroline sonrió

—Gracias Hayley. —Agradeció la rubia.

—Bien, Síganme. —Les pidió adelantándose.

Las tres chicas siguieron a Hayley, Rebekah hasta el final. Aún que seguía molesta con la vida oh destino por permitirle al narcisista paranoico de su hermano ser padre por segunda vez. Aún quería saber que sería el futuro miembro de su familia . La habitación de Hayley era algo común a los ojos de Caroline, no había fotos y ni decoración en ella. Era exactamente como las demás habitaciones de la casa.

La cama al igual que las cortinas eran en tono rosa palo con algunos detalles en gris en el edredón. La bruja le pidió a Caroline recostarse en la cama mientras encendía unas velas por todo el lugar. Luego saco un péndulo el cuál levantó por encima de la rubia.