NOVIO A DOMICILIO- Eunwoo y tú

CAPÍTULO 08

Había pasado ya más de un mes desde mi noviazgo con Eunwoo, si, todo ha pasado tan rápido, así que decidimos alargar el contrato. Por casi tres semanas Eunwoo y yo estuvimos en boca de toda la universidad. No me molestaba, pero tampoco me importaba mucho.

Mi relación con él era extraña pero muy buena y cómoda, solía pasar mucho tiempo con él, ya sea estudiando o solo pasando el rato. Era como mi segundo mejor amigo incluso amiga, la diferencia es que en público me tomaba de la mano y decía cosas lindas.

Justo ahora estaba en mi apartamento mas aburrida que nada. Aveces odiaba vivir sola. Fui a la cocina, abrí el refrigerador y lo cerré a los segundos, no tenia apetito, me dirigí al baño y me miré al espejo, tenia unos pantalones cortos, un gran suéter y un moño adornaba mi cabeza, finalmente volví a la sala y me tiré al sillón, estiré todo mi cuerpo.

Este era uno de esos momentos en los que quiero hacer todo pero la flojera no me lo permite.

Encendí la televisión, cambié y cambié pero ningún canal tenia algo bueno que ver. Mi celular vibró, era un mensaje de la compañía celular, tenia que pagar pronto. Cerré el mensaje y observé mi fondo de pantalla, éramos Eunwoo y yo de espaldas paseando, sonreí. Por impulso lo llamé.

— Hola.— Saludó y apuesto que sonrió.

— Tengo un problema.

— Espera, ¿qué?— Su tono dejó al lado lo alegre.— ¿Un problema?

— Si, nunu, pero n...

— ¿Te llegó el periodo? Oh, no me digas que se acabaron tus cosas esas que necesitas cuando eso pasa ¿quieres que las compre por ti? tranquila, ya estoy en camino. Oh espera, ¿tienes colicos? ¿quieres helado? ¿chocolate? puedo comprarte lo que quieras, _____ cariño, no te preocupes ya estoy comprando todo. Estoy en cinco minutos ahí.

Yo estaba roja de la vergüenza.

— ¡Eunwoo, no!— Y por el ataque de vergüenza exploté en risas.— Diablos no estoy en mi... periodo, ¿por qué rayos relacionas problema con el periodo?

— Porque ese es el mayor problema de la chicas ¿qué no?, todas lo odian.

— Pues si, tienes razón.

Tocaron la puerta y me paré a abrir aún con el teléfono pegado a mi oreja.

— ¿Entonces qué haré con esto?— Preguntó Eunwoo quien estaba en el pasillo con bolsas de supermercado.

El aburrimiento que me mataba hace minutos, había desaparecido con tan solo verlo. Él era tan malditamente encantador.

— Nunu...— Murmuré sorprendida.— Pasa.

Eunwoo entró y dejó las compras en la mesada.

— No creí que vendrías.

— Lo sé.— Sonrió pero después me miró con angustia.— ¿Qué problema tienes?

— Es estúpido,— Musité apenada.— yo solo estaba aburrida y quise llamarte. No pensé que harías todo esto. Lo siento.  

Eunwoo me miró incrédulo pero después sonrió aliviado.

— Que bueno que no hay problemas.— Me regaló su sonrisa rectangular.— Así que quieres desaburrirte... veamos una película.

— Ya chequé la programación, no hay nada.

— Puedes conectar la computadora a la televisión tontita.— Soltó una risita y se perdió por el pasillo.— ¡Saca la comida que traje!

— ¡Okey!