Capitulo 8

67 7 0
                                    

No sé cómo reaccionar a lo que acabo de leer, George lo sabía. Han pasado tres años desde la última nota que escribió, he vivido tres años con mi hermano sabiendo que soy yo, pero seguiré actuando como todo los días.

Han pasado treinta minutos desde que se la verdad, George acaba de regresar a casa, escuchó sus pasos subiendo por la escalera, se detiene en la puerta y gira la perilla. Él se mantiene en la puerta por unos segundos, el cuarto está a oscuras y su cara está iluminada por la tenue luz del pasillo, al fin me encuentro como en casa, como si estuviera en mi habitación, en mi cuerpo y él abriera mi puerta de la habitación en medio de la noche por una pesadilla, esa misma escena se recreaba en este preciso momento.

George camina hacia la cama y al llegar se sienta en ella y se empieza a quitar los zapatos, en menos de treinta segundos él estaba tumbado al lado mío, está cansado, lo noto por sus pequeñas bolsas bajo los ojos, se me queda mirando unos cuantos segundos y con su voz ronca y cansada me dice:

-Buenas noches, Rose.


•George•

He llegado a la casa y no veo a Rose por ningún lado, subo a mi habitación y la encuentro tumbada en mi cama. Me quedo inmovilizado por unos segundos cuando veo una hoja tirada en el suelo y recuerdo de que se trata su contenido.

Camino tranquilamente hacia mi cama, me siento y ella solo levanta la mirada, al no saber que hacer, comienzo a quitarme los zapatos, normalmente me los quitos sin desamarrarlos, pero no se que hacer, trate de hacerlo rápido para que no se noten mis nervios.

Cuando al fin me quite los zapatos, me tumbe en la cama al lado de ella, y la observé, yo se que ella es mi hermana, no sé, los siento, y ahora estoy seguro que ella sabe que yo sé la verdad, eso me alivia una poco.

Hoy salí con Jessica desde muy temprano y siento los párpados pesados, pero antes de cerrarlos me quede observando a mi hermana y le dije:

-Buenas noches, Rose- ella abrió los ojos como platos y yo cerré los míos.  


•Rose•

A la mañana siguiente, siento el aire muy pesado, se siente la tensión entre mi hermano y yo, él sabe quién soy yo.

Cuando veo que George se empieza a despertar, me hago la dormida. Se me queda mirando unos segundos, lo sé porque siento su mirada, tanto que no soporto y abro los ojos, nos miramos fijamente y luego con una voz tierna y tranquila me dice:

-Rose, se que eres tú, te prometo, te juro que nadie te volverá a lastimar.- con esas últimas palabras sus ojos se llenan de lágrimas y su voz se empieza a entrecortar.

Simplemente no sé que hacer, mi sueño se hizo realidad, él sabe que soy yo, ¿y yo me quedo paralizada viéndolo?, brinqué de mi lugar a donde estaba él, y me quedó junto a él, cerca, viéndolo, dándole mi cariño, extrañaba tanto a mi hermano.

-Rose- me llama y levantó mi cabeza para verlo a los ojos- no puedo creer esto, es algo que supera la realidad, es no sé, algo más allá de la realidad.  

Más allá de la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora