Capítulo 14

55 1 0
                                    

 *Suena la alarma*

Hoy es el gran día, hoy sabremos qué pasará con él. El juicio será a las 12:00 a.m., George se levanta de la cama, para apresurarse a bañarse, yo tendré que esperar en casa, obviamente, cuando verás a un perro en una corte. Mis abuelos también se empiezan a arreglar ya que el juicio involucra mi asesinato. Después de varios minutos George sale del baño muy bien vestido.

-¿Te gusta?- dice sonriente. Ladro para que sepa que se ve muy bien- Rose, esto podría tardar algunas horas, tú no te preocupes todo va a salir bien.

-¡George!- gritó mi abuela- Tenemos que irnos, se hace tarde.

-Adiós, Rose- se despide dándome un pequeño beso en la cabeza.

Me quedo en la cama de George sin saber qué hacer, me quedo dormida al paso de pocos minutos. Cuando despierto solamente ha pasado una hora, me levanto de la cama y enciendo la televisión, en la pantalla se puede apreciar con letras grandes ''ASESINO SUELTO'', era el canal de noticias, una voz se empieza a escuchar ''Ted Wayne, detenido por los delitos de acoso, violación y asesinato ha logrado escapar de camino a la Corte, donde hoy iba ser juzgado y sentenciado por el asesinato de la joven Rose Lee, dejando a dos policías con heridas de balas. Es recomendable que las personas mantengan la calma y no salgan de casa, en estos momentos está siendo buscado por todos los policías de la ciudad y posteriormente por todos los del estado. Lo mantenemos informado.'', no podía respirar, no podía creer lo que estaba pasando, mis patas tiemblan y se doblan por los nervios, por el miedo de que él esté suelto, sin darme cuenta ya estoy tumbada en el suelo tratando de mantener la calma.

Sigo en el suelo con mi respiración agitada, a lo lejos escucho como abren la puerta de la casa y suben a toda velocidad las escaleras, era George, observa el televisor encendido en la cual se escucha. ''Uno de los crímenes más escalofriantes que hayan sucedido en esta ciudad...'', entra corriendo a la habitación, se acerca a mí y me abraza.

-Tranquila, Rose, no pasa nada- dice con su boca pegada a mi cabeza. Se queda ahí de rodillas, abrazándome y meciéndome hasta que me quede dormida.

Cuando abro los ojos George está acostado al lado de mi en la cama, ha de haberme cargado hasta aquí, me levanto de la cama y bajo las escaleras para salir al jardín. Es de noche y la luz de  la luna ilumina el jardín con una tenue luz blanca, observo como las estrellas parecen miles puntos en el cielo, como pocos de ellos parpadean intensificando su luz, estando aquí me siento tranquila, siento como el viento helado me hace sentir con vida, sea como sea, estoy viva.

Al paso de una hora, escucho como alguien camina hacia mí.

-¿Qué haces aquí?- pregunta George detrás de mí- Me imagino a que saliste a pensar un poco, ¿quieres compañía?

Agitó la cola, para que él sepa que aceptó su propuesta. En ese momento George se sienta al lado mío y empieza a observar las estrellas conmigo.

-¡Mierda, pero que bien se ve!- comenta sonriente- Hace tanto que no hacía esto, la última vez que lo hice fue la noche que moriste, dije que tú eras la estrella más brillante, esa que no puedes evitar dejar de ver, pero ¡mírate!, estás aquí Rose, conmigo. Quiero que sepas que no me importa lo que pienses sobre ti, no me importa si hubieras regresado hasta como una hormiga, eres mi hermana y te quiero, siempre estás conmigo, nunca me dejaste, me cuidaste. Es momento de hacer los mismo por ti, ten por seguro que ese tipo no se va acercar a ti.

Escuchar sus palabras me conmueven, no me importa si soy un perro, mientras pueda estar con él, todo sale sobrando.  

Más allá de la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora