Capítulo XVII

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(Miércoles)

Salimos de clase a las 10:45, así que Laura y yo decidimos vernos con Jonathan en la cafetería en la que trabaja.

Jonathan: Buenos días, bienvenido a Starbucks y lo que sea... ¿qué va a ordenar?

Habló casi entre dientes y mirando su celular.

Laura: Dame un té, perra. Y más te vale que esté caliente.

Levantó la mirada sorprendido y enojado, hasta que notó que era Laura la que habló y soltó una carcajada.

Jonathan: ¡JAJAJAJA! ¡Juro que ya te iba a gritar de vuelta!

Laura: Hago que te despidan, cariño.

Tomó uno de los vasos.

Jonathan: ¿Venti está bien?

Laura: ¿Acaso quieres que pague tanto o qué?

Jonathan: Ay, ya, ya, lo siento, neurótica.

Devolvió el vaso y tomó uno más pequeño.

Laura: ¿Y cuándo dije que no lo quería venti?

Jonathan: No mames, Laura jajaja, no se puede trabajar contigo.

Se escuchaba mucho la risa de Jonathan, hasta que salió un señor gordo de un cuarto cerca de él. Parece tener un puesto más alto que Jonathan.

Gerente: ¿Qué son esas palabras, Jonathan?

Le cambió la cara por completo y se giró al instante.

Jonathan: ¡Lo siento, lo siento! ¡Juro que es mi amiga y así nos llevamos. No volverá a pasar!

Lo miró molesto de pies a cabeza y regresó.

Jonathan: Lo siento, chicos. Ya seamos serios.

Laura: Ay... perdón. El pelón ese me da miedo.

Jonathan: Es mi gerente.

Laura: Bueno ya. Quiero un té de vainilla con leche, por favor.

Jonathan: Okaaaay... a nombre de Laura... ¿y para ti, gringo?

Connor: Mocha deslactosado caliente.

Jonathan: Perfecto... ¿venti?

Connor: Por favor.

En un rato nos tuvo nuestras bebidas y esperamos 15 minutos a que sea el fin del turno de Jonathan. Nos sentamos en una de las mesas con el aire acondicionado más cerca.

Jonathan: Ver-ga.

Dijo, cuando se sentó con nosotros.

Jonathan: Me puso una advertencia el gerente.

Laura: Tssss... perdona.

Jonathan: Claro...

Laura: Bah, ¿y tú por qué le hablas así a un cliente?

Jonathan: Pero si eras tú, Laura. No manches.

Laura: Cliente es cliente. ¿Sí o no, Connor?

Yo estaba perdido viendo cómo se movía mi café al menearlo.

Laura: Tú sí que estás más que perdido.

Connor: Ah, perdón, perdón. ¿Qué decías?

Laura: Agh, olvídalo. Por cierto, ¿quieren acompañarme a ver a los de básquetbol entrenar?

Jonathan: ¿Y para qué los quieres ir a ver?

Laura: Es que me dijeron que uno de ahí está muy bueno y pues... a comprobar.

Connor: ¿En serio sólo vas a ir para echarte un taco de ojo?

Laura: Tú ibas a ver a las de vóleibol, no te hagas.

Connor: Pero era porque me gustaba una chica que entrenaba y quería apoyarla.

Jonathan: Uh... primer objetivo del gringo.

Connor: Pero creo que jamás le interesé.

Jonathan: ¿Cómo dices eso? Si eres re guapo.

Connor: No lo sé... tardaba días en contestar mensajes y casi no me prestaba atención cuando estábamos juntos en persona.

Jonathan: Bu... qué feo caso. ¿Y quién es la afortunada que te trae babeando?

Connor: Majo Muñoz. Dudo que la conozcas.

Jonathan: No me suena el nombre. ¿Y quién es el culón por el que van a ir a ver a los de básquetbol?

Laura: Lando, el Belga.

Jonathan: Conque uno de los de intercambio, ¿eh?

Laura: Está demasiado guapo y no lo puedes negar.

Jonathan: Bueno... sí. Es guapo. ¿A qué hora entrena?

Laura: De 15:30 a 18:30.

Connor: Dios, es mucho tiempo.

Laura: Es que sí entrenan en serio.

Después de mucho rato de platicar, Laura y yo fuimos a su casa a pasar el rato hasta que dieran las 15:00 salir e ir a la universidad de nuevo a ver al equipo de básquetbol. Duró exactamente 10 minutos el viaje de su casa a la escuela.

Laura: Pela bien los ojos por si lo ves.

Connor: La mejor parte es que no sé ni siquiera cómo demonios es este chico.

Laura: Es rubio y tiene el cabello largo. Casi tocando al hombro.

Connor: Por cierto, ¿sabes hablar su idioma?

Laura: Dicen que sabe hablar excelente el español. Su mamá creo que es mexicana.

Connor: Si que vas por el paquete completo.

Caminábamos hacia el gimnasio y no había ni rastro del equipo. Posiblemente están en los vestidores. Compramos algo en la cafetería de la escuela para comerlo mientras veíamos a los chicos entrenar.

Justo a las 15:33 salieron todos de los vestidores. Ahí vi al tal Lando, debo decir que sí es muy guapo. Y también estaba un chico pelirrojo entre ellos. Es el que estaba cantando la otra noche en casa de Lau.

//DATOS CURIOSOS//

Jonathan siempre ha trabajado por mero aburrimiento. Definitivamente ama el concepto de trabajar.

Lando tiene beca deportiva gracias al básquetbol.

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