NOTITAS PARA KID ━━ [En curso]《52》

Capítulo seis: Me rehuso

*Nota: intenté encontrar vídeos con subtítulos al español, pero no tuve suerte así que solo tendremos el vídeo adjunto que puedes reproducir desde este momento —si así te apetece—, para amenizar la lectura. Mil disculpas por el inconveniente.

Un sinfín de recuerdos tristes y felices, amargos y empalagosos bombardeaban sin piedad a Kid, mientras sus oídos se dejaban seducir por la melodía sonando en tanto observaba a la mujer de rubia cabellera lacia de espaldas a él.

La antedicha usaba un vestido de estampado floral de colores pastel debajo de un cárdigan de cachemira de tonalidad terracota.

Según Kid podía advertirlo, la mujer también llevaba puestas unas gafas bifocales de montura negra con muy baja —o tal vez: nula— graduación.

Ella tarareaba la canción que continuaba sonando mientras ordenaba algunos libros dentro de su maletín de piel de tono marrón.

Kid por poco da un débil paso hacia atrás. Las escleróticas enrojecidas y ardorosas de sus ojos ámbar se inundaron con líquido caliente que los lagrimales no pudieron retener.

En su pálida tez quedó la húmeda y tibia huella de una gota cristalina que bajó de su ojo izquierdo, quedándose varada en su mandíbula cuadrada y varonil; aunque pronto fue alcanzada por una segunda y una tercera que no tardaron en caer al piso tras juntarse.

La imagen frente a él fue enviada a cada recoveco de su cerebro a la vez que otra acumulación salina estaba a punto de desbordarse ahora de su ojo derecho, mientras se perdía en la melodía y el recuerdo de lo sucedido aquella vez...

Comenzó a revivir aquel momento tan significativo para él, en el cual, muchos besos y caricias ardientes fueron intercambiadas en la oscuridad de un salón de estar frente a una chimenea, cuyo melifluo crepitar se perdía entre gemidos y gruñidos de desbordante pasión.

Casi podía verse desnudo sobre ella, entrando y saliendo de sus entrañas; palpando la tersura de la piel cálida que sus manos exploraban sin descanso.

Le parecía que era un espectador omnisciente en una escena que al mismo tiempo protagonizaba en un momento y lugar ajeno al presente.

El distante eco de las memorias que nunca cesaban de doler, se unieron en una sola voz que resonaba hiriendo las ya resquebrajadas paredes de su compungido corazón.

Tragó saliva advirtiendo la dificultad debido al nudo casi cerrado que ahora era su garganta. Incluso respirar le resultaba trabajoso.

Miró una pequeña placa de metal sobre el escritorio en la parte frontal. Winter Phoenix.

«¿Winter?» Pensó devolviendo su aguada visión hasta la rubia que bailaba delicadamente, como si fuese un vals lento cuyo acompañante era el viento. «¿Phoenix?» Resonó en su cabeza. «Un total contraste». Se dijo.

Kid. Mi Eustass Kid. ¿Sabes qué día es hoy?

Esa voz alegre resonaba en su cabeza martirizándolo con las imágenes de una (Tn) sonriente frente a él, que con una carita traviesa le preguntaba sobre la fecha mientras permanecía sobre su cuerpo, en ropa interior.