Capítulo 2

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ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀs

Nakajima y Dazai iban subiendo por las escaleras que daban al piso donde tocarían de aquí en adelante

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Nakajima y Dazai iban subiendo por las escaleras que daban al piso donde tocarían de aquí en adelante. El piso a donde fueron no era de Akutagawa ni de Nakahara, era un piso alquilado especializado para hacer audiciones de todo tipo.

Ahora se dirigían al piso de Chuuya, donde se irían a conocer mejor y hablar sobre la nueva banda.

Al llegar, Osamu tocó el timbre. El castaño no daba signos de estar nervioso, en cambio, Atsushi se le notaba hasta en la médula que estaba a punto de recibir un paro cardiaco.

— Cree que les caeré bien, Dazai-san? —Preguntó Atsushi.

El albino dio un bote cuando la puerta fue abierta repentinamente por Akutagawa, poniendo más nervioso a Nakajima.

— Pasar. —Dijo el azabache, haciéndose a un lado para dejar pasar a los contrarios.

Ambos hicieron casi y se adentraron al piso, recibiendo un dulce olor. El piso era normal, el suelo era de parqué y las paredes de un hormigón que no llegaba a ser de blanco puro y, en la zona de la cocina abierta, se podía ver que el color cambiaba a un verde pistacho.

Derrepente apareció Chuuya, llevaba ropa casual y una taza de café en mano.

— Hey, Chuuya. —Saludó Dazai, agitando sus manos.

Chuuya bufo y se acercó a los recién llegados, tomo un último sorbo de su taza de café y la dejo en una mesita.

— Bien, no hace falta que te presentes, Dazai. En cambio, tú, preséntate. —Dijo, refiriéndose al más menor.

— M-Me llamo Atsushi Nakajima, Nakahara-san...

— Puedes llamarme Chuuya, muchacho. Un gusto conocerte. —Dijo para después extender su mano hacia el albino, quién aceptó el apretón de manos.

 —Dijo para después extender su mano hacia el albino, quién aceptó el apretón de manos

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— Entonces estudias en la misma facultad que Akutagawa... ¿Se conocen? —Preguntó Chuuya desde la cocina.

Resulta que el agradable olor que los había inundado era porque el pelirrojo estaba haciendo la comida. Olía extremadamente bien y, Chuuya les ofreció a sus invitados quedarse a comer—para ser considerado—, lo que los otros aceptaron sin dudar.

— Sí, sí... Pero hemos hablado muy poco. —Respondió Atsushi, sonriendo apenado.

— ¡DAZAI no toques eso! —Gritó Chuuya desde la cocina, viendo como el mencionado estaba a punto de poner sus manos en lo que parecía ser una foto familiar.

— ¿Es algo de valor para tí, Chuuya? —Preguntó Dazai, mirando extrañado el marco que sostenía una especie de foto familiar.

— No, solamente no toques nada que se pueda romper, eres muy patoso y seguro rompes algo. Y... ¿tenías que traer esa baratija? —Preguntó, refiriéndose a la funda de quitara que llevaba Dazai a todos lados.

Dazai se acercó a la barra de la cocina para hablar cara a cara con Chuuya mientras Nakajima y Akutagawa conversaban.

Apoyado en la barra, comenzó a hablar; — No le llames baratija, es algo que me dio Oda-san, deberías saberlo ya. —Respondió, sonriendo con algo de nostalgia.

— ¿Lo has vuelto a visitar? Ya sabes... —Dijo Chuuya, con un tono suave en su voz.

— Sí, voy a visitarlo cada semana... Lo hecho de menos. —Contestó Dazai, mirando hacia abajo y dando un suspiro.

Chuuya abrió la nevera y sacó una cosa que rápidamente la puso con algo de brusquedad en la cabeza del castaño.

— Ten, no me des las gracias. —Dijo el pelirrojo después de poner una lata de cerveza en la cabeza de Dazai.

Osamu sonrió y cogió la lata de cerveza de su cabeza.— No te iba a dar las gracias de todas maneras~ —Dijo para después abrir la lata y tomar un sorbo.

Chuuya intentó disimular su sonrisa, girándose hacia otro lado. Cuando estaba por hablar, una voz le interrumpió.

¡Idiota! La banca tiene 2 tiempos y la negra 1. ¿Cómo no vas a saber eso? ¡Es lo básico! —Se escuchó la voz de Akutagawa desde el salón, parece que los gritos van dirigidos al pobre albino.

Dazai y Nakahara se acercaron para ver el escándalo, sorprendidos.

— ¿Por qué estás gritando, Aku? —Preguntó Chuuya de brazos cruzados.

— Chuuya-san, este chico de aquí no sabe que una blanca tiene 2 tiempos y la negra 1. —Explicó, señalando a Atsushi.

— Primero, no señales. Segundo, no tienes porqué gritar. Tercero, seguramente tiene alguna razón, ¿no, Atsushi? —Preguntó Chuuya, intentando ser amable.

— Yo... —Intentó hablar Nakajima, pero no le salían las palabras.

— Atsushi-kun no sabe de instrumentos porqué no sabe tocar, sólo canta. —Interrumpió Dazai, intentando defender a su amigo.

— ¿No sabes tocar? ¡¿NADA?! —Gritó Akutagawa.

— Akutagawa, no grites en mi casa. —Dijo Chuuya con tono amenazante, poniendo una mano en el hombro del mencionado.

— A ver, a ver. Ya se que puede resultar extraño que una persona que estudia en la facultad de música no sepa los conceptos básicos para tocar algo pero, el no estudia lo mismo que tú, Akutagawa. Atsushi se centra en cantar, por eso no sabe muchas cosas básicas. —Dazai mientras sonreía y la daba palmas en la espalda a su amigo.— Por eso tú y Atsushi-kun no soléis coincidir, Atsushi va a clases de canto.

Akutagawa se quedó un rato pensando y asimilando la información hasta que encontró las palabras adecuadas.

— Básicamente eres un paquete de la música. —Dijo, con mala cara.

 —Dijo, con mala cara

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¡Idiota! La blanca tiene 2 tiempos y la negra 1 (Soukoku/Shin soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora