Nuestro espadachín acaba teniendo el mismo problema de siempre y sí, perdió el rumbo de su camino. Esta vez no será como las otras veces, no se topará con nuevos enemigos si no con algo exquisitamente adictivo y no, no sé trata de su acostumbrado sa...
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Un gran bostezo dejó salir cierto espadachín antes de removerse en su lugar y sentir unas ajenas manos aferrándose fuertemente a su cabello.
Frunció sus cejas antes de abrir los ojos y notar a cierta castaña sobre su cuerpo mientras sujetaba sus cabellos de una manera amenazante.
— Así que despertaste ¿eh?— cuestionó antes de tirar de su cabello, —¡Tonto, cabeza de musgo!
El peliverde bufó.
Genial, ahora existía una segunda persona que le llamaba así.
Fastidiado de sentir leves tirones en su cabello, sujetó ambas muñecas de la castaña antes de levantarse levemente e inclinar su torso lo suficiente como para quedar cara a cara ante ella.
—Hacer tanto escándalo apenas despiertas es algo realmente cansador mujer.— comentó mirándola fijamente a los ojos, —Además, ¿Por qué me despertaste con tirones de pelo?
Las mejillas de la castaña se tornaron intensamente rojas antes de desvíar la mirada y fruncir sus cejas con notable enojo.
—¿Por qué? ¡Obviamente por qué anoche tuvimos sexo sin mi consentimiento, joder!— exclamó mientras hacía en fallido intento de liberar sus muñecas.
—¿Sin tu consentimiento? Jah dos personas ebrias no son siquiera conciente de respirar.
« Excepto yo, que soy bastante tolerante al alcohol.» pensó con cierta burla.
—Eso es-
—Bien, que quieres que haga al respecto¿Mm?— Inquirio acercándose sus labios a escasos centímetros de los suyos, —¿Que dices?
La castaña se sorprendió así misma relamiendo sus labios con el sólo hecho de imaginar saboreando los labios de el peliverde. ... —Tu boca sabe a sake y eso es delicioso.. ...
Tragó saliva al recordar pequeñas imágenes de el peliverde siendo bruscamente besado por ella.
—Mierda.— jadeo con incredulidad la castaña mientras sus mejillas se volvían completamente rojas.
—¿Aquí es cuando recuerdas algo y te avergüenzas?— Inquirio divertido.
La castaña volteó el rostro, evitando encontrarse con la intensa del peliverde, quién totalmente divertido de la situación, se atrevió a acercar sus labios a uno de sus oídos.
—Si sigues haciendo esos gestos, me temo que querré que me Montes por segunda vez.— le Susurró con la voz un tanto ronca.
La castaña le observó totalmente avergonzada.
—¡Su-Sueltame!— Balbuceó removiebdose sobre el peliverde una y otra vez.
—Oye espera..— Musitó un tanto alarmado mientras intentaba evitar que la Castaña dejase de moverse.
—No te muevas...— comentó esta vez mientras se estremecía.
La castaña sin ser conciente, mantenía una de sus rodillas entre las piernas del peliverde e inconscientemente la movía de ves en cuando con la intención de zafarse de las garras del peliverde.
—Te dije que no te movieras jodida mujer...— Musitó con los dientes apretados mientras sujetaba la cintura de la castaña con fuerza, —A este paso será imposible que te deje marchar...
La castaña con la respiración agitada mantenía ahora sus manos apoyadas en los hombros del peliverde, el cual repentinamente le apegó aún más hacia él, permitiéndole sentir el duro y caliente miembro en su intimidad.
—Ngh...— Jadeo el peliverde apoyando su cabeza en uno de los hombros de la castaña, evitando que está pudiese ver la expresión avergonzada en su rostro.
¿Cómo podía calentarse de esa forma por esa simple mujer? Su cuerpo parecía estar fuera de si y eso le tenía un tanto nervioso.
¿Había bebido demasiado sake?
Nah, no podía ser eso, por qué el sake nunca resultó ser suficiente para zoro y esa chica se estaba volviendo algo similar al sake, si seguía sintiéndose tan tentado por esa mujer, terminaría volviéndose adicto a sentir su espalda siendo marcada por las uñas de la castaña, adicto a sus jadeos y gemidos involuntarios que intentaba retener, provocándole una inexplicable sensación en el pecho.
—O-Oye esto es...— Musitó temblorosa la castaña.
—Mira lo que haz hecho mujer...— Musitó con su voz un tanto rasposa.
La castaña se estremeció antes de alejar el rostro del espadachín de su hombro, lo suficiente como para contemplar el rostro avergonzado del espadachín.
—¡Oiiii jodido marimo, ¿Dónde estás!?— resonó a la lejanía.
El peliverde bufó fastidiado.
—Mierda, el cocinero pervertido.— murmuró antes de mirar a la castaña quién se alejó rápidamente del peliverde antes de tomar sus cosas e irse fuera de la cueva.
—Oye espe-
Ella se había así sin más.
Zoro se levantó perezosamente de el suelo mientras se relamía los labios con tranquilidad.
Ella no se haría sin sus gatos.
—¡Sé que está afuera esperando que me marche!— exclamó con tranquilidad, —Si no vienes ahora, los cortaré a la mitad a cada uno.
—¡Nooooo!— Exclamó la castaña entrando casi corriendo.
El espadachín sonrió satisfecho.
El peliverde se acomodó sus tres espadas antes de mirar a la castaña y salir de la cueva.
¿Por qué sentía el gran impulso de agarrarla de una sola vez y llevársela al barco?
—¡Oiiiiiiiii zoooroooooooooooo!
—¿Luffy?— Inquirio con sorpresa el peliverde antes de ser envuelto por los estirados brazos de su capitán, el cuál por lo visto se encontraba bastante lejos y eso le decía que sería lanzado a los aires tal y como las otras veces.
—¡Oye, ven!— Exclamó agarrando de la muñeca a la castaña.
—¿Eh, qué es lo que-
Segundos más tardes, ambos se encontraban por los aires.
!["Una Nueva Adicción" [Roronoa Zoro x Lectora] [2]](https://img.wattpad.com/cover/324593545-64-k854981.jpg)