Estúpido y odioso.... pero lo amo

Quince

Helaena sabía que su esposo se había fugado con su amor, eso le pareció romántico, pero no le parecía justo para sus pequeños hijos que notaron la ausencia de Ego como solían decirle los gemelos, sus pobres niños no entendían porque no estaba, pero a pesar de ello no le tomaron mucha importancia, fue a Aemond a quien extrañaron más, Jaehaerys preguntaba por él y sabía que si su pequeña niña hablara más preguntaría por el explícitamente y no solo diría su nombre, sabia que para la corte sus bebes eran imperfectos, incluso su propia familia los veía así, solo sus hermanos no los veían así, y se refería a Aemond y Daeron porque Aegon nunca expreso su felicidad por el nacimiento de los bebes, pero ella amaba mas que a su propia vida a esos bebes, y haría todo por ellos, por un tiempo soñó con destinos crueles para sus niños, pero desde el compromiso de Aemond con Luke dejo de soñar eso, y eso fue lo que le alegro, tal vez su familia no se extinguiría.
Fue por esa razón que se emociono demasiado cuando un cuervo regreso con la contestación de Aemond, que curiosamente también venia con otra carta de parte de su hermana.

La de Aemond decía así:

"Hermana, iré por ti y traeré a mis sobrinos a conocer Rocadragon, se que les agradara estar en la playa y tener libertad"

Libertad, lo que ansiaba.
Y la de Rhaenyra fue más ornamentada.

"Espero que acepte esta invitación a nuestro hogar ancestral, nos honraría tu presencia y la de tus hijos, aclaramos que esta invitación solo se extiende a ti y los gemelos, así como a tu dragón"

Y también había mas palabrería, pero Helaena prefirió ignorarla y concentrarse en las palabras que le Darian su ansiada libertad por un tiempo, al final regresaría a esa cárcel roja donde la mayoría del tiempo era ignorada.

Pero como siempre la reina estaba en desacuerdo con cualquier cosa que sonara divertida y le dijo que no iría, pero ella de alguna forma la convencería.

"Quiero ir madre, Aemond dijo que vendría por mí, y así cada uno llevara a un gemelo en los dragones", explico Helaena pero su madre no cedió

"No confió en que el trato que recibas sea el mejor, nunca has salido tu sola, al menos permite que Ser Criston te acompañe"

"No, el no será bienvenido y no me agrada" la princesa sabia de los chismes acerca de su hermana y el caballero y no quería ver mas sangra por culpa de ella.

"Hija, no creo que sea lo mejor"

"Al menos permíteme elegir algo por una vez madre, quisiera que los niños salieran más, no tienen amigos porque son príncipes y todos creen que son extraños"

"No lo son, son mis nietos y son perfectos"

"Lo sé, pero prefiero que pasen algún tiempo con Aegon y Viserys, por favor madre"

La reina siempre tuvo una debilidad por su hija menor por lo que acepto, aunque refunfuñando, el rey solo pidió que llevara saludos afectuosos a la princesa de Dragonstone, además de uno que otro regalo para sus nietos que en su mayoría eran chucherías.

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En la habitación de la pareja mas joven de Dragonstone se podían escuchar gemidos, suspiros y sonidos de satisfacción, así eran la mayoría de las mañanas, donde ambos príncipes demostraban su amor mediante la unión de sus cuerpos, eran jóvenes y vigorosos.

Después de terminar el acto se besaban hasta que algún sirviente los interrumpía para empezar las actividades del día, ese día en especial se trataba del día en el que Aemond partiría con Vhagar hacia Kingslanding para ir por su hermana y sobrinos, Luke quiso acompañarlo pero su madre lo negó, y Aemond estuvo de acuerdo, no quería que su pequeño amor saliera lastimado por todas las conspiraciones de la fortaleza.
Ambos chicos estaban acurrucados, pero Aemond debía partir, aun sabiendo eso permanecieron acostados.

El mayor simplemente quería quedarse así, aun estaba con el ego por los suelos después de ser vencido fácilmente por Daemon, no creía que se mantuviera en tan buena forma, pero se prometió entrenar más, pero cada que se proponía entrenar Luke y el pasaban su tiempo juntos, se volvió perezoso pero era agradable serlo por primera vez en su vida.

"Amor, deberías darte un baño y partir" Luke dijo mientras con sus dedos hacia formas en el pecho desnudo de Aemond.

"Acaso no preferirías que tomáramos un baño juntos, cariño?"

Aemond le respondió, disfrutaba de esos momentos donde podían ser ellos mismos.

"Fuiste muy rudo anoche, y creo que me tomara un tiempo más levantarme, así que antes de que mama o Daemon vengan por ti deberías arreglarte" se excusó el principito

"Pero estas bien?" pregunto preocupado Aemond, algunas veces su pasión se apoderaba de él.

"Lo estoy, sabes que me gusta todo lo que hacemos, pero a veces solo quiero dormir"

"Esta bien amor, entonces antes de partir vendré a verte sí?"

"Si amor, solo dormiré un poco más, así que lo siento si estoy dormido"
Aemond beso a su esposo y salió a prepararse, pues seria un viaje hasta cierto punto agotados, pero más sería el desgaste mental de enfrentar a su familia y tener que mentir sobre lo que escuchaba en el castillo, que igual no era mucho porque siempre era expulsado si había que discutir algo importante, aun era considerado un verde.

Prefería ser un turquesa, del color de la casa de su esposo, sería más fácil.

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Rhaenyra estaba complacida, si Helaena lograba llegar a salvo todas las personas que quedarían en desembarco del rey serian solo sus enemigos, los planes de Daemon surtirían efecto, Aemond no le importaba demasiado, pero aun así quería que estuviera de su lado, no quería dañar el corazón de su hijo, y siempre pensó que Helaena no merecía ser criada en ese nido de serpientes, ella tenía un corazón más puro.

"En que piensa mi hermosa esposa?" pregunto Daemon mientras la abrazaba por detrás y sostenía el vientre que llevaba a su sexto bebe.

"En que nuestros planes de toma de rehenes silenciosa funcionara y podremos hacer que la futura transición sea más tranquila"

"Y acerca del nombramiento de Luke?"

"A que te refieres?" pregunto confundida la princesa

"El será el futuro rey, no?" Daemon soltó su vientre y se giro para que chocaran miradas

"Pero el ya tiene su reclamo sobre Driftmark" dijo muy segura Rhaenyra mirando a los ojos de Daemon

"Entonces Joff será" Aunque Daemon lo dijera como afirmación no se escuchaba muy convencido

"Si, pero se deberá discutir con el rey, eso se hará una vez que exijan a la princesa de vuelta"

"Si mi preciosa sobrina" Daemon le dio un beso en la frente y volvió a tocar el vientre de Rhaenyra, esto porque la princesa disfrutaba sentir el apoyo de su esposo.

"No te preocupes por repuestos, tenemos otros 2 y uno en camino" ambos rieron, porque era muy cierto.