Lo primero que Aemond noto al llegar a Desembarco del Rey es que parecía que se preparaban para una guerra por la cantidad de guardias armados que había, aun así fue recibido por su lo madre y su abuelo, que en público fingieron preocupación por su bienestar, pero sabía que en cuanto estuvieran solo le reclamarían porque no había noticias sobre los planes de los negros, pero aunque realmente supiera algo no lo compartiría, le gustaba su nueva felicidad y no la iba a tirar por la borda por sus estúpidos familiares que aún querían de vuelta a Aegon para nombrarlo rey.
Y dicho y hecho, en cuanto entró a los aposentos de la mano, su madre le regaño.
"No puedo creer que no hayas respondido ninguna carta de mi parte, pero si la de tu hermana, y todo amor que se vayan a ese castillo húmedo"
"Madre, no tengo noticias, siempre que hablan de algo es solo entre Daemon y Rhaenyra, ni siquiera hablan con Luke, y ese niño me cuenta todo, he tenido que soportar estar a su lado madre"
Claramente era una mentira, el disfrutaba cada momento junto a su esposo, pero nadie tenía porque enterarse y menos su madre y abuelo que lo miraban de forma inquisidora.
"Tengo mis sospechas, o eres un gran actor nieto mío, porque según recuerdo en la boda eras muy feliz, y según algunos reportes todos los días vas con el niño Velaryon a volar, tal parece que disfrutas de tu estancia" le respondió Otto y Aemond sintió que sudaba.
"No es así, tengo que fingir, Daemon es muy suspicaz" se excuso
"Al menos espero que un futuro heredero se esté engendrando en el bastardo" dijo su madre interrumpiendo las miradas entre los hombres.
"Espero que sí, no soporto la idea de tener un hijo con él, pero me conformo con que eso nos dará Driftmark"
Ambos sintieron, esperaban esa respuesta, eran predecibles pero aun así peligrosos.
"Ahora ve con Helaena, tal vez ella logré escuchar algo, si es que no está hablando sobre sus sueños o con sus insectos"
Aemond asintió."Por cierto, como está el rey?" Pregunto antes de salir, y solo porque Luke le dijo que preguntara por su abuelo, no porque realmente le interesará la salud de su padre.
..
Helaena ya tenía todo su equipaje listo, al igual que el de los gemelos, si fuera por ella esa misma noche se iría con su hermano, pero no quería que su madre supiera que estaba emocionada por irse.
Es noche como la mayoría estaba tejiendo frente a una chimenea, decidió que haría un dragón amarillo, para su hermana, era en comunico que era buena, a comparación de sus hermanos ella se creía menos talentosa, pero no le importaba realmente, prefería no llamar la atención y no meterse en problemas, con sus hermanos ya tenía suficiente.
Sus pequeños estaban con ella, aunque jugaban con sus niñeras.
Las puertas se abrieron y entro Aemond, ella se levantó y corrió a abrazarlo, él era la llave de su tan ansiada libertad, sus pequeños hijos notaron como su tío llegó y Jaehaerys corrió a él, y Aemond lo abrazo, Jaehaera aún no lo notaba, pero su hermano fue y la abrazo en donde estaba, era lo que siempre le agrado, que no importaba nada, su hermano siempre trataría bien a sus bebés.
"Me alegra que llegaras bien, de es contarme como es vivir con alguien que te ama" hablo feliz Helaena.
"Eso tal vez podemos hablarlo después" disimuladamente Aemond vio a la sirvienta y la princesa entendió que los vigilaban, así que no quería meter la pata y cambio el tema a algo que a todos le aburría, sus sueños.
"Últimamente sueño con un dragón de color naranja con escamas negras y rojas, que vuela sobre un mar con agua cristalina, debemos cuidarnos porque a veces es verde, a veces turquesa, y a veces la oscuridad lo consume" Aemond la miro, pero no entendió a qué se refería, no había ningún dragón vivo con esas características
"Si, hermana, creo que deberías ir a arropar a tus hijos"
"Tienes razón, después te contaré todo lo demás y te enseñaré mis bordados, esto es maravilloso, no lo crees?"
Aemond asintió aunque ella sabía que lo hacía más por cortesía.
.
En Rocadragon Luke estaba experimentando lo que es extrañar a alguien de quién no se había separado, su corazoncito decía que algo iba mal, pero tal vez solo era el, aun así ya estaba esperando a su amor en monte dragón, quería saludar a su tía y abrazar a Aemond, la cama le pareció muy solitaria y llevaban poco más de una mes casados nada más, sentía que era un exagerado.
Estuvo junto a Joff que quiso estar para recibir a Aemond, ambos pateaban rocas, no había dragones en el suelo, la mayoría estaban volando, o durmiendo, sus propios dragones jugueteaban en los cielos, para una persona normal era un espectáculo normal, pero para el que llevaba años viviendo ahí era algo muy normal.
"Deberíamos entrenar, una tormenta se acerca y no creo que el tío Aemond llegué pronto"
"Bueno, debemos cenar igualmente "
Una sensación de pesadez se instaló a cada paso que daba mientras se alejaba, lo interpretó como anhelo.
Siguieron caminando y entraron al castillo antes de que estallara una tormenta, su hermanito parlanchín cómo siempre.
"Quiero algo de pescado, tu qué quieres comer" Luke intento sonreí y contesto un platillo al azar, realmente no le importaba, el solo quería saber porque Aemond no había regresado, el junto a Daemon eran los jinetes más temibles, y Daemon estaba cenando tranquilo mientras hablaban sobre el nuevo bebé, así que no había nada más peligroso que él.
"Deberías comer hijo, estás muy pálido, no te preocupes por Aemond, estoy segura que hay una buena explicación de porque no ha llegado.
Le dijo su madre, pero sus palabras no hicieron nada para calmarlo.
"Crees que me abandono?"
Pregunto, y lágrimas se amontonaron en sus ojitos.
"No corazón, sé que mi hermano es un idiota, pero he visto la forma en que te mira y sé que te ama" Luke sintió como era abrazado, y era su madre quien lo abrazaba, e incluso Daemon se unió al abrazo, seguramente por orden de su madre, realmente no importaba, se sentía mejor y eso era agradable.
Fue a dormir esa noche, estaba solo y la tormenta era fuerte, y aún con la chimenea encendida sentía frío, que era tan importante que Aemond no había regresado, se quedo dormido con la preocupación.
.
Daemon y Rhaenyra como muchas noches estaban en el salón principal, sentados tomados de la mano mientras miraban el fuego de la gran chimenea, ya era muy entrada la noche cuando Aemond entro con un estruendo, iba goteando y con la respiración acelerada, llevaba a un gemelo en cada brazo, bajo su capa, pero era obvio que había corrido, los niños lloraban, era un desastre por el que los mayores exigieron una respuesta.
"El rey murió y la reina se atrinchero en la fortaleza" hablo una vez que se acerco a ellos, los niños pasaron algún sirviente que pasaba por ahí.
"Que dices?" Rhaenyra estaba sorprendida, Daemon estaba igual.
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Estúpido y odioso.... pero lo amo
FanfictionEn un rápido movimiento, antes de que su familia se viera más dividida el rey Viserys decide casar a su segundo hijo varón con el segundo hijo de su amada Rhaenyra, las consecuencias que traigan está unión serán inesperadas, empezando desde la boda...