CAPÍTULO 31// AZUL INTENSO

759 44 40
                                    

Narra Carla

Ver llorar a mi amiga de esta forma me sorprende demasiado ya que jamás la había visto así.

Después de que viera a Christopher, tomé un taxi y vine lo antes posible a casa de Ester porque el señor Valencia me había llamado.

-No sale de su habitación ni para comer desde que llegó.-

Con esas palabras me bastaron para dejar mi tristeza e ir a consolarla.

Entro sin tocar a su habitación y lo que veo no es nada bueno. Todo se encuentra totalmente oscuro ya que las ventanas están cerradas. Cierro la puerta detrás de mi y me acerco a su cama lentamente.

Oigo sollozos muy bajos, casi imperceptibles.

-¿Ester?.- hablo bajo.-

Mi amiga calla estos en lo que me siento a su lado. La busco a ciegas sobre la cama, hasta que doy con su cabeza cubierta por el cubrecamas. Empiezo a acariciarla por encima.

-¿Hermana?.- la llamo de nuevo.-

Ester se destapa y recuesta su cabeza sobre mis piernas.

-¿Cómo estás, cariño?.- por fin habla.-

-No mejor que tú.- paso mis dedos por su cabello.-

-Lo dudo mucho.- susurra.- eres novia de uno de los hombres más guapos del planeta.-

-Si, pero mi mejor amiga está mal y no encuentro como ayudarla.-

-Ya se me pasará.- trata de restarle importancia.-

-Sabes que no por ahora.-

-Pero pronto si.- responde.-

Quizás tenga razón, en unos días debería estar como nueva. El problema es que cuando terminó su anterior relación con una chica llamada Alexandra no se la pasaba así. O sea si se puso triste, pero no a tal grado.

-¿De verdad te enamoraste?.-

-Creo que sí.- susurra.-

-Pero, ¿cómo?.- guardo silencio.- no llevabas mucho tiempo con ella.-

-Solo sucedió.- responde.- y creo que tú también lo sabes.-

Tiene razón, me enamoré de Christopher muy rápido, se podría decir que de un día para otro.

No digo nada más, solo me quedo a su lado acariciándola y haciéndola sentir acompañada.

No pasa mucho rato hasta que escucho como su estómago rugue de hambre.

-¿Has almorzado?.- no responde.- ¿has tomado desayuno?.- no habla.-¿desde cuando no comes?.-

-No es importante.-

-¿Qué?.- me levanto de la cama.- ¿Cómo que no es importante?.-

-Carla, no importa.-

Me levanto y me dirijo a su ventana para abrir las cortinas y dejar que la luz natural ingrese a la habitación. El día no ayuda mucho ya que la ciudad está nublada, pero eso es lo de menos.

Volteo a ver a Ester y cuando nuestras miradas se conectan, siento un nudo en mi garganta formándose. Sus ojos están completamente hinchados de tanto llorar, su nariz, al igual que sus mejillas están rojas, su cabello está enmarañado, y el rojo que antes brillaba, ahora solo está opaco y alborotado.

Me acerco hacia ella y la abrazo. Escucho como solloza en mis brazos y me duele verla así.

-Cariño.- hablo bajo.- tienes que comer algo, no puedes matarte de hambre.-

COSAS DEL DESTINO | CHRIS EVANS [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora