COSAS DEL DESTINO | CHRIS EVANS [EN PROCESO]

CAPÍTULO 68// CUATRO DE MARZO

Narra Carla

Los días junto a Christopher son increíbles. Desde que volvió de su viaje por sus temas de trabajo, se la ha pasado todo el tiempo conmigo.

Si voy a la oficina, toma de excusa cualquier cosa, va a visitarme y me hace preguntas sobre el trabajo y el como va avanzando todo por acá. No lo tomo a mal, me encanta su compañía y es fascinante el como oye todo lo que le cuento. Es de las pocas personas que se interesa tanto en mi trabajo y trata de entender todo lo que le explico, que se toma el tiempo de investigar sobre todos los detalles que le cuento. Lo he visto varias veces en la oficina que tenemos en casa leyendo varios informes, noticias, videos y presentaciones sobre el tema constructivo.

Cuando me toca ir a clases por el tema de mi maestría, es él quien se ha ofrecido en ser mi chófer personal, y se lo agradezco mucho, ya que, desde que la primera y única vez que tomé uno de sus carros, me perdí por la enorme ciudad. Y como a él no le gusta que tomé el transporte público ni mucho menos tomé taxis me lleva y me recoge, siempre siendo muy puntual y evitando que llegue tarde.

Su sonrisa ilumina mis días por completo. Cuando me siento triste porque extraño a mi familia, él es quien me está dando aliento, apoyándome y reiterándome que todo lo que estoy haciendo es por un mejor futuro para mi y para los míos.

-¡Feliz cumpleaños, preciosa!.-

Miro hacia el reloj que tengo justo encima de la chimenea de mi hogar y noto que ya es medianoche.

Mi chico se acerca a mi, dejo la lata de cerveza Heineken que estoy bebiendo sobre la mesa de centro, y me acurruco entre sus brazos recibiendo una cantidad exagerada de besos por toda mi cabeza.

-Muchas gracias, mi amor.- sonrío cuando conecto miradas con el ojiazul.-

-¿Cómo piensas festejar tu cumpleaños, preciosa?.-

Pienso un poco, pero el sentirme triste se apodera rápidamente de mi. El hecho de que mi familia no se encuentre hoy conmigo me pone sentimental, y es que, jamás he pasado un cumpleaños sin escuchar como mis hermanos me cantan "Las mañanitas" cuando despierto y lo repiten todo el día cada que me ven pasar por algún lugar de la casa, o el que mi mamá me esté llenando de besos a cada nada, o el que mi papá no pare de abrazarme y contarme anécdotas de cuando era pequeña y engreída por él, o sólo el simple hecho de que mis abuelitos no vendrán a mi casa y pasarán todo el día conmigo cocinando mi comida favorita.

-Solo quiero dormir todo el día.- susurro mientras me acurruco aún más en el pecho de mi chico.-

-Preciosa....- Christopher me abraza con fuerza mientras acaricia delicadamente mi cabeza.- es un día de festejo para ti.-

-Lo sé, pero...- tomo una larga respiración y evito a toda costa el llorar.-

-Entiendo...- susurra.- entonces le diré a mamá que no prepare nada.-

-¿Qué?.- me siento de golpe.-

-Mamá prometió cocinar para ti y hacer una pequeña reunión con mis hermanos y sobrinos.- levanta los hombros.- incluso irán papá y mis medios hermanos.-

Abro los ojos por completo y me avergüenzo de inmediato. El papá de mi chico es un hombre mayor, que pese a tener el semblante de ser una persona seria, es un amor. Y ni hablar de Lily, Ally y Bobby, los tres medios hermanos de Christopher son increíbles y me tratan como si me conocieran de años.

-¿Vendrán por mi?.- pregunto tratando de ocultar mi emoción.-

-Lilly y Ally estarán en casa de mi madre antes del anochecer.- piensa.- papá y Bobby estarán desde el almuerzo.-