CAPÍTULO 59// HOGAR, DULCE HOGAR

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Narra Chris

Apenas abro la puerta, la hermosa sala de estar es lo primero que logramos divisar. Dejo las maletas a un lado y me adentro a ver cada una de las habitaciones que tiene esta mientras me quedo absorto en mis pensamientos.

Decidimos que sería bueno mudarnos a nuestro nuevo departamento el día después de navidad.

A mi chica le costó bastante el despedirse de la casa de sus padres. Después de que fuimos a recoger la camioneta Range Rover en color negro que compré para poder movilizarme por el país de ella, fuimos a casa de los papás de Carla para recoger nuestras cosas y mudarnos de una vez a nuestro hogar juntos.

Ver los ojos lagrimosos de mi pelinegra al momento de despedirse de sus hermanos menores me dolió un poco. Si yo que soy muy unido a mi madre me costó bastante al momento en el que tuve que viajar para hacer mi primera película lejos de mi ciudad natal, no me imagino el tener que mudarse a otra casa, ni mucho menos a otro país para poder vivir con tu pareja.

Me siento un poco mal por este tema, ya que prácticamente estoy obligando a Carla a dejar a los suyos por seguirme y que viva a mi lado. Lo sé, soy egoísta, pero sé que en mi país ella tendrá mejores oportunidades y puede explotar su potencial como arquitecta al máximo.

La mano de mi chica acaricia mi hombro mientras yo me dedico a mirar por el gran ventanal de nuestra habitación que da a parar al hermoso océano Pacífico. La miro de reojo y ella se encuentra a mi lado sin despegar la vista al gran mar azul que tenemos a nuestro al frente. No parpadea, no se mueve, no dice nada; solo está aquí, a mi lado mientras está perdida en sus pensamientos.

Volteo hacia ella y me dedico a observar su hermoso perfil, sus largas pestañas están rizados, su respingada y pequeña nariz luce ese hermoso tinturado que la hace lucir adorable, tinturado que también tiene en sus mejillas, sus voluptuosos labios que solo están maquillado por un ligero brillo color natural, sus cejas se unen en un fruncido ceño, marcando su tan característica línea de expresión. Me pierdo en su delicado y frágil cuello que esta descubierto gracias a la escotada blusa que lleva puesta resaltando sus hermosos pechos, pecho el cual sube y baja gracias al respirar pausado que tiene. Subo de nuevo a su quijada, esta luce marcada y tan apetecible, podría perderme en ellas todos los días de mi vida.

Pero aún así, me preocupo al ver que sin dejar de fruncir el ceño, voltea a mirarme. Sus ojos se centran en lo míos de una manera que logra escarapelarme el cuerpo. Juraría que con esa mirada mis más profundos secretos quedan al descubierto gracias a lo intensa y un poco fría que es.

Entre abre la boca buscando las palabras adecuadas, algo le preocupa porque después de hacer esto muerde ligeramente su labio inferior. Tiene razón cuando dice que la conozco a la perfección; sé cada uno de sus gestos, el de su precioso rostro o el de su espectacular cuerpo, sé el tono de voz que tiene para cada uno de sus estados de ánimos, sé la forma en como camina cada que se encuentra apurada, con calma o estresada, se hasta en la forma en que me mira demostrándome cada una de sus emociones.

Sus preciosos orbes cafés examinan y escanean con delicadeza todo mi rostro. Suelta un suspiro dramático inflando exageradamente su pecho y luego soltandolo lentamente.

-¿Me quieres?.- pregunta sin titubear.-

Ahora soy yo quien escanea con premura su rostro, y, en sus ojos sólo veo miedo y preocupación. Medio sonrío en medida que me voy acercando a ella.
Carla tiene que levantar el rostro para mirar fijamente al mio, llevo una mano hacia un mechón rebelde que cubre parte de su ojo y lo resguardo detrás de su oreja. Acerco delicadamente mis labios a su frente y dejo un corto beso sobre esta.

-Yo no te quiero, preciosa...- hablo sin despegar mi barbilla de su cabeza.- yo te amo.-

Mi chica rodea mi cintura con sus brazos y me apega más a ella.

COSAS DEL DESTINO | CHRIS EVANS [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora