Estamos en deuda

32 4 0
                                    

  La curiosidad ese día despertó en Annie al notar algo en su teléfono, Mikasa le había enviado un mensaje vía WhatsApp, llena de curiosidad Annie abrió la app desde la burbujita y se quedó perpleja.

  Era Mikasa posando en una foto frente al espejo con una poderosa carabina M4A1, un arma usada por el mismísimo ejército de los Estados Unidos, Annie sorprendida se preguntó... ¿¡Qué carajos hace Mikasa con un arma así!?

  La foto tenía un mensaje de Mikasa, el mensaje decía "Si este caso implica armas, dudo que sea algo seguro Annie"

  Annie le escribió a Mikasa preguntándole por su foto, se notaba que intentaba convencerla para que no vaya, pero como dicen por ahí, no existe la mala publicidad, y Annie asistiría sin dudarlo.

  Mikasa se había metido en algo jodido, pero realmente se preguntaba, cómo haría para manejar una situación realmente mortal si ésta se presenta. Annie se palmó la frente de la ironía, no podía creer cómo la obsesión por ese chico le sacaba esa faceta suicida de la nada.

  Oye Annie. - Dijo una voz masculina interrumpiéndola de su mundo, ella se giró y lo vio a los ojos. - ¿Qué estuviste haciendo este tiempo? - Terminó con el cuestionamiento, aunque él era mucho más grande que ella, Annie no se dejaba intimidar por nadie.

  Tengo un proyecto con unos amigos de la escuela... - Respondió ella y automáticamente apartó la mirada. 

  ¿Ese proyecto nos ayudará a pagar la deuda que tenemos con "Los Ballas"? - Preguntó el rubio sentándose cerca de Annie.

  Quizás... - Replicó ella sin cambiar su expresión, el chico se levantó de su lugar y se paró dándole la espalda, pero sin moverse.

  Bertholdt dijo que hay una calle por la que pasan parte de los suministros de las "Familias De La Calle Grove"

  La Calle Grove ¿eh? Los rivales naturales de los ballas...

  Quizás si ayudamos a los ballas a tomar la calle podamos saldar nuestra deuda... - Replicó el rubio, Annie dejó el teléfono de lado, Annie pensó en Mikasa y esa arma que ella tenía.

  Déjame hacer primero el proyecto, Reiner, quizás consigamos algo útil... - Dijo Annie empezando a reacomodarse en el sofá.

  ¿Qué es ese proyecto? - Cuestionó.

  Voy a ayudar a una amiga a recuperar a un amigo secuestrado, parece que es algo serio que implica armas, con eso puedo ver si consigo alguna buena arma para luego encargarme de la calle. - Respondió Annie levantándose del sofá para empezar a caminar a la salida, pero se paró antes de llegar a la puerta de la desacomodada casa. - Sólo déjame probar, quizás pueda conseguir algo realmente útil...

  Annie abrió la puerta para salir de la casa, Reiner se le quedó mirando y no dijo nada.

  Al salir Annie se vio sorprendida por tres tipos de la pandilla, tres ballas que estaban en la puerta de su casa, cosa que la sorprendió bastante, uno tenía una botella de cerveza, una camiseta blanca y un pantalón azul con una venda morada en la frente, otro un pantalón holgado marrón y buzo morado con un bate y, el último, un gorro de camionero rojo, un pantalón de gimnasia, una camisa desabrochada grande de cuadrículas morada, y un micro subfusil UZI en la mano derecha.

  ¿Qué hacen ustedes aquí? Esto no es parte de vuestro territorio... - Preguntó Annie mirándolos con un tono de demanda.

  Kane quería saber qué andaban haciendo ustedes tan cómodos en la casa que se consiguieron con Nuestro dinero... - Respondió el hombre del buzo violeta.

  Dile a tu jefe que se deje de idioteces, estamos planeando un golpe a la avenida que divide la Calle Grove de la autopista 405... - Respondió Annie tratando de esquivarlos de manera evasiva yéndose rápidamente, pero sintió como el segundo tipo, el de la banda la agarraba con fuerza del hombro.

  Oye, oye, oye... ¿Acaso escuché bien? ¿Estás diciendo que tú sola con esos otros tres loquitos van a hacer un golpe en el lugar más importante para las Familias? - Preguntó el segundo.

  O sois demasiado imbéciles, o nos estáis poniendo excusas. Ustedes solos no seríais capaces de enfrentaros a ellos en un lugar así, tendríais todas las de perder... - Siguió el del buzo mientras el tercer hombre, el único con un arma, revisaba silenciosamente la situación.

  Annie se sacó el brazo de ese tipo bruscamente molestándolo.

  No sabes con quien hablas pandillero estúpido... - Respondió Annie amenazante tratando de alejarse de ellos de una vez, pero volvieron a rodearla.

  A ver niñata ruda, si tan chingona crees que eres veamos cuanto aguantas una pelea. - Le dijo el del buzo con el bate empujándola desde adelante haciendo enojar a Annie.

  ¡Hey...! - Dijo el tercero de la nada, llamando la atención de los otros tres presentes. - Déjala, todavía no llegó la fecha de caducidad, si dice que podrá, al menos dejen que lo intente... - Terminó el tipo de la camisa morada con el arma de fuego mirando al segundo hombre, quien de mala gana aceptó.

  Los tres dejaron de lado a la chica para salir de ahí, pero antes de alejarse bien, el tercero, el del arma, el de la camiseta morada, quien parecía ser el líder de ellos y tener una actitud más calmada y cautelosa, se paró de la nada y se volteó para mirar a Annie, a menos de 6 metros de ella.

  Más te vale que pagues tu deuda Annie, estamos al tanto de todo lo que haces... - Amenazó. - ¿Quedó claro?

  Deja de entrometerte imbécil, nosotros nos encargaremos... - Replicó Annie desafiante, los pandilleros sólo se limitaron a dar media vuelta para seguir su ritmo.

  Annie los vio alejarse poco a poco y sólo pudo pensar en una cosa al verlos.

  Cabrones de mierda... - Pensó dándose media vuelta para tomar rumbo a su destino.

  Annie caminaba muy absorta en sus pensamientos, se topó desafortunada o muy afortunadamente con alguien, sorpresa bastante reconfortante para ella.

  ¡Hey Annie! - Saludó el chico de ojos azules grandes, cabello dorado con forma de casco y sonrisa de niño.

  Hey Armin... - Respondió ella sin poder controlar la alegre placidez que salió de sus ojos al verlo, fue un auténtico alivio para ella encontrárselo luego de esa escena con los pandilleros. 

𝒰𝓃 𝓂𝓊𝓃𝒹𝑜 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑜, 𝒶ñ𝑜 𝟤𝟢𝟤𝟤... / EreMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora