Capacidad de crear

29 2 0
                                    

Buenas, les habla el escritor...

Ayer no pude sacar el capítulo así que hoy tengo dos capítulos ;) espero que lo disfruten... Adiós :D

¡Si nos dejan hablar seguramente podremos resolver todo esto! - Gritó Armin desde abajo con las manos alzas.

  ¡Tú no eres Armin, no intentes engañarme! ¡Ni esa zorra que tienes ahí al lado soy yo! ¡Y también estoy segura que ese Eren extraño de ahí no es él! ¡Se ve más como un asqueroso monstruo!

  ¡Annie cálmate! ¡No son nuestros enemigos! - Interrumpió Mikasa mirando a la rubia con algo de miedo, miedo de que ella jalase del disparador e hiriese a sus antiguos amigos y compañeros de pelotón, Annie miró a Mikasa queriendo gritar algo, pero sin saber qué gritar.

  ¿Por lo menos nos dejarían subir...? - Preguntó Armin desde abajo, dejando a todos callados por un segundo.

...

  Annie, la del mundo cundido de titanes, estaba ahí, haciendo nada, en su eterna auto prisión de cristal, como siempre su cerebro tenía la capacidad de estar consciente en esa especie de realidad alterna, Annie había conseguido formar pequeños cristales y moldearlos a su gusto, con eso se entretenía durante ese tiempo.

  Con trozos de cristal se había puesto a modelar todo un edificio extraño, eran varios edificios pequeños con ventanas, un cuadrado no muy bonito si estaba solo, pero ella fusionaba el edificio con otros edificios a los lados, y el del medio siempre más alto, que en la punta se hacía más filoso como si fuera una antena. Un estilo que podría decir era sacado de su mente, le gustaba cómo ese mini rascacielos de la misma altura que ella resplandecía por el brillo del cristal del que estaba moldeado.

  ¿Qué es eso? - La interrumpió una voz muy conocida por ella, se dio media vuelta y algo avergonzada intentó cubrir la estructura con su cuerpo aunque era inútil al ser esta tan grande como ella.

  Ar-min... - Le respondió ella ruborizada al verlo, él le dio una sonrisa. - No me... No me imaginé que llegarías de la nada. - Siguió.

  ¿Puedo verlo...? - Preguntó sin dejar como siempre, su tono suave de lado.

  Claro... - Le respondió ella apartándose de la estructura suavemente mientras él se acercaba a esta.

  Armin se dejó maravillar por la estructura de cristal tan preciosa que ella había ideado, tocándola con una mano cuidadosamente, una cosa que él sólo podría describir como muchos edificios uno por encima del otro formando un super edificio que a Annie le daba vergüenza mostrar por ser algo salido de lo más profundo de su ser.

  De donde tú vienes Annie ¿Eres artista? - La pregunta hizo que Annie se sintiese muy halagada.

  No sólo... E-eso se me ocurrió y, lo hice sobre la marcha... - Le contestó Annie manteniendo su rango de visión lejos de Armin.

  Armin volvió a voltearse para ver a Annie.

  Es hermoso, se ve increíble ¿Sabes...?

  Annie siguió sin mirarlo a los ojos, apretó los puños y los dientes con fuerza mientras fruncía el ceño intentando aguantar la emoción, quería explotar en emoción y abrazarlo, nadie jamás la había hecho sentir tan feliz.

  Armin con toda la tranquilidad del mundo fue y se acercó a Annie, le puso una mano en el hombro y la presionó suavemente hacia abajo como señal de invitación a que se siente.

  Al estar ambos sentados, Armin miró al edificio más desde abajo por unos segundos mientras Annie estaba con la cabeza medio gacha con la vista perdida.

  Desde abajo impone... - Comentó de la nada.

  ¿Te gusta? - Preguntó Annie de la nada con un tono más relajado, pero igual de apenado.

  Me encanta... - Respondió él sin soltar la mirada de la estructura.

  Annie no se pudo aguantar más y le dio un abrazo muy fuerte a Armin, el segundo que le venía dando ya, 

  Gracias por estar aquí... - Comentó ella aferrándose a él. - Odio decir esto pero hasta siento que eres mi única esperanza, al menos... Si vienes a visitarme a menudo no me sentiré sola...

  Annie se aferró fuertemente a él, le hubiera gustado volver, pero es que las probabilidades de que la atrapasen eran muy altas para ella, y no quería arriesgarse a la tortura.

  ¿Sabes? - Preguntó el rubio de la nada correspondiendo el abrazo de la chica. - Hace unos días conocí el mar... - Al oír eso Annie abrió los ojos por curiosidad y se separó de él.

  ¿Y qué te pareció? - Preguntó, muy curiosa por ver la reacción del chico, él siempre quiso conocer el mar.

  Era muy celeste, transparente al principio y azul oscuro al horizonte, el agua era fría, el olor era como de verduras hirviéndose, muy suave y delicioso, aunque el agua sabía horrible... - Respondió él haciendo un gesto de asco, haciendo que Annie se riese, por primera vez.

  El sonido fue precioso, el sol se reflejaba de blanco en el agua y... - Se cortó de la nada por la emoción. - ¡Lo amé! Fue... Fue uno de los días más felices de mi vida...

  Armin dejó soltar una sonrisa muy bonita que contagió a Annie, quien le puso su mano encima de la de él.

  Me alegra que hubieras estado felíz, Armin... - Le respondió ella con una sonrisa algo desprolija pero muy tierna.

  Annie... - Dijo con un tono serio de la nada.

  ¿Sí? - Contestó.

  Tengo que irme y se me ocurrió que... Si te creo evidencias falsas de que has servido a tu nación, quizás puedas volver con tu padre a salvo. - Dijo levantándose, mirando a Annie, quien impresionada se levantó junto a él.

  ¿Lo harías...? - Preguntó emocionada.

  Sin duda pero... - Respondió cambiando su expresión. - Asegúrate de no volver hasta que esto haya terminado, no quiero pelear contra tí.

  Lo prometo - Respondió emocionada abrazando a Armin como símbolo de despedida, abrazo que obviamente el rubio correspondió.

  Tras una cálida despedida, ambos decidieron ir a lo suyo, seguir con sus vidas cada uno, especialmente Annie, que tenía mucho por crear con esa nueva habilidad que le surgió de hacer cosas con cristales.

𝒰𝓃 𝓂𝓊𝓃𝒹𝑜 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑜, 𝒶ñ𝑜 𝟤𝟢𝟤𝟤... / EreMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora