Subterráneo

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  Oye Hange... - Dijo Pieck colocando sus dedos en los altavoces. - ¿Tienes al menos una idea general de cómo son los establecimientos por dentro? - Preguntó la pelo negro pasando su mano por detrás de su espalda para empuñar el barato y fiable rifle de asalto ruso colgado en su espalda.

  Me temo que no... - Respondió la mujer con un tono impostado y seductor, como si no le interesase mucho.

  ¿Esperas que nos metamos en un lugar hostil que no conocemos bien? - Preguntó Annie con un tono algo severo.

  ¿No querías una aventura, Annie? - Cuestionó Mikasa con un tono sugerente, haciendo más que molestar a Annie.

  Si hay un momento en que no quiero que te metas es ahora tarada...

  Dios Annie... - Reaccionó Reiner, quien estaba a unas cuantas estructuras circulares de distancia de ella.

  ¿Cómo dijiste? - Respondió la más alta a través de la radio con molestia.

  Ahora no es tiempo para sus estupideces chicas, sigan buscando más instalaciones... - Ordenó la profesora quien poco a poco los perdía de vista debido a la densidad de estructuras metálicas del lugar.

  El grupo había esperado una buena cantidad de tiempo a que la refinería quedase evacuada por obviamente, fallas de funcionamiento.

  Annie había encontrado una especie de pequeña estructura que parecía construida en hormigón, supuso que se trataba de un baño, dejó el arma colgando de sus hombros por un segundo para abrir la puerta del lugar y se vio sorprendida, era una especie de escalera al subterráneo.

  Oigan... - Dijo Annie poniendo su mano en la radio. - Encontré una escalera al subterráneo.

  Tras escuchar eso a sus 160 yardas, Hange se sorprendió.

  Baja... - Reaccionó Mikasa de la nada, causando una cierta sensación de rechazo en Annie.

  Bajo tierra no hay señal eh, si vas a bajar cuídate... - Dijo Pieck a través de la radio. - Yo me encargaré de esta central llena de oficinas y todo eso, veré si me puedo robar algún portafolios, una caja de utensilios o algo...

  Annie escuchaba en silencio mientras bajaba con el arma en el hombro, cada vez era más oscuro, cosa que la hizo decidirse por encender la linterna que estaba acoplada a su rifle.

  La información que haya allá a Levi puede servirle, traten de sacar fotos... - Escuchó Annie de parte del radar de Hange pocos escalones antes de llegar abajo.

  Annie empezó a sentir miedo, la oscuridad pasaba poco a poco de ser parcial a ser total.

  Este olor tan asqueroso... ¿Es petróleo? - Pudo escuchar a Reiner a través de la radio justo al llegar abajo del todo.

  Annie se dio cuenta que sólo podía ir hacia un lado, la izquierda, la oscuridad era tal que prácticamente no se veía nada, era puro negro todo, la falta total de luz hacía imposible la visión, lo único que se podía ver era lo que la luz de la linterna LED de Annie podía mostrar, un círculo blanquecino que iluminaba lo que este podía con su radio de alcance, con todo el alrededor sumado en oscuridad.

  Sólo por morbo e impulso, Annie se dio media vuelta apuntando con el arma y la linterna al otro lado del pasillo, sin encontrar nada en el intento. Por alguna razón, imaginó que se encontraría alguna especie de asesino o algo, ese lugar no le gustaba para nada, empezaba a imaginar cosas aterradoras.

  Qué lugar de mierda... - Se dijo a sí misma al darse media vuelta para seguir su camino por el oscuro pasillo.

  De la nada cayó en cuenta que estaba totalmente sola, no escuchaba a nadie en las radios, estaba totalmente fuera de servicio por el lugar. Eso sólo la hizo sentir un escalofrío de pavor que recorrió su cuerpo desde arriba hasta abajo.

  Llegó a una puerta cerrada con candado, Annie no dudó, quitó el seguro del rifle poniendo el seleccionador en modo semiautomático, apuntó con el rifle al candado, jaló del disparador.

  La bala que destrozó el candado hizo un estruendo espantosamente alto que le dio un susto de infierno, sumado con la dolorosa patada de retroceso que sintió en el hombro, Annie en ese momento sintió uno de los sustos más fuertes de su vida.

  La rubia se relajó tras ese momento, sólo fue un susto, volvió a la realidad y abrió la puerta de metal poco a poco hasta poder entrar, apuntó a la izquierda con la linterna y se encontró con curiosos artefactos que parecían de tortura. Luego se giró a la derecha para ver y lo más interesante que notó fue algo que para nada se esperaba.

  La sorpresa fue tan aterradora que ella abrió los ojos como huevos, la hacía sentir intimidada y le daba una auténtica mala vibra, sentía que era muy peligroso, algo de lo que huir lo antes posible, ¿Podrá ser real lo que ve con sus ojos?

  Annie estaba viendo algo que sería prácticamente imposible, eran dos personas, amarradas con cadenas de brazos y piernas formando una "X" con sus cuerpos, dos rubios con los ojos cerrados, con vestimentas descuidadas y aflojadas, casi que parecían de siglos pasados. Esos cuerpos pertenecían a Armin y a Annie.

  Se veían adultos, Armin de hecho tenía un corte distinto al que ella conocía, se sentía como una versión algo más masculina del mismo Armin, y Annie, pues, no se veía muy distinta a ella misma.

  Pero aún así, aunque pareciera una maravilla, aunque pareciera increíble, para Annie, verse a sí misma y a Armin así era sinónimo de peligro, ¿Qué hacían ahí? ¿Cómo llegaron ahí?  ¿Por que son ella y su mejor amigo? ¿En dónde estaba metida Annie en ese momento...?

  Annie salió de esa habitación con rumbo a la siguiente habitación a 22 yardas de ella, constantemente sentía tener algo en su espalda, escondido en la lúgubre oscuridad, ella ignoraba esa horrible sensación mientras se acercaba a la segunda puerta con el rifle preparado y ella preparándose también.

  Annie puso el arma sobre su hombro, los contrajo y los puso duros, mientras se preparaba mentalmente.

  Cuando se sintió preparada, volvió a jalar del disparador volviendo a soltar ese sonido estruendoso que reverberó en la habitación y esa patada que ya no dolió tanto como antes.

  Annie abrió la puerta rápidamente y se metió apuntando en todo momento.

  Se fijó a la derecha y vio más de esos raros instrumentos y una mesa con armas. Annie sabiendo exactamente qué necesitaría llevar al menos dos para ese ataque que planeaba hacer a las Familias de la Calle Grove.

  Esa habitación tenía también una cama con instrumentos o de tortura, o médicos, no tenía realmente idea de qué eran. También habían máquinas expendedoras, camillas y una extraña computadora.

  Annie la vio que tenía la pantalla azul y emitía estática, se acercó a la computadora solo por curiosidad, al ver el pequeño mensaje que tenía la pantalla notó decidió arriesgarse y con la mano derecha tocó un botón del teclado.

  Se sintió algo decepcionada al no ver un resultado, decidida a irse la computadora de la nada explotó asustándola por la repentinidad del sonido. Pero a la vez también había explotado un cable en la oscuridad de la izquierda, ella vio hacia ese lado, y curiosa por ver qué había apuntó con el rifle y... Se había quedado sin palabras.

  Era Eren, estaba colgado del mismo modo que los otros dos, atrapado con cadenas de piernas y brazos en la pared con la cabeza agachada en una especie de coma, al verlo Annie sonrió de satisfacción.

  La loca no estaba tan loca después de todo Eren, por fin te encontré... - Pensó en voz alta empezando a dar pasos para acercarse a él.

𝒰𝓃 𝓂𝓊𝓃𝒹𝑜 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑜, 𝒶ñ𝑜 𝟤𝟢𝟤𝟤... / EreMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora