Oakland, el nuevo objetivo

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  ¿De qué querías hablar Levi...? - Preguntó el hombre calvo, de aspecto algo demacrado, alto y en forma, entrelazando sus dedos y apoyando ambos brazos sobre la mesa.

  Yo fui el capitán del ataque que la policía de Los Ángeles hizo a la mafia... - Tras decir eso, el azabache se acomodó sutilmente en su asiento. - Ese ataque fue un fracaso porque Ymir ya contaba con que iríamos a atacarla. Pero ahora mismo creen que estamos exiliados en Oregón y que no somos una amenaza real, así que queremos que nos den el permiso para efectuar el ataque para tomarlos por sorpresa.

  El hombre sin inmutarse, sin apartar sus ojos del enano, mostró curiosidad por lo que estaba escuchando, él sabía perfectamente quién era ese tipo, un ex soldado de la fuerza de operaciones especiales más prestigiosa del país junto con la Fuerza Delta, él era un Navy SEAL.

  ¿Con qué equipo harán el ataque? - Preguntó el comisario cortante.

  Necesitaríamos volver a Los Ángeles para buscar en la armería Zoë's Company... Con ese armamento haremos el ataque.

  ¿Necesitarás ayuda...? - Preguntó el comisario de San Francisco relajándose en su asiento.

  No vendría mal un poco de ayuda. - Contestó el azabache apartando la mirada suavemente. - Es la única salida para vengar a mis antiguos compañeros, a mi hija y a mi ex mujer...

  ¿Cómo murieron? - Preguntó el comisario curioso mirando a Levi.

  A mis amigos y compañeros los masacraron en ese asalto, a mi mujer y a mi bebé las prendieron fuego vivas. - Contestó dejando escapar gestos de rabia contenidas.

  ¿Por qué...? - Preguntó el comisario. Al escuchar la pregunta, Levi se relajó.

  Eren Jaeger... Su madre es abogada y su padre era médico, había un miembro de la familia Fritz que fue a juicio y Carla ejerció el rol de fiscal y lo envió a cárcel. Unos días después mi hija estaba enferma, el señor Jaeger acudió a atenderla...

  Levi presionó las manos ahí donde estaba, la rabia lo estaba carcomiendo.

  ¿Ese fue el incendio del norte de Tujunga, en el que murieron una madre y una hija que eran familia de un militar retirado? - Preguntó el comisario sorprendido, pero Levi lo ignoró y siguió con su historia.

  Mandaron a matarlo a él, no a la madre, para dejarla sóla con su hijo y hacerla sufrir... - Luego de decir eso el capitán volvió a sentir la rabia y la frustración recorrer sus venas. - Y les dio igual llevarse por encima a mi familia...

  ¿Cómo se llama el hombre que metieron preso? - Preguntó el comisario curioso tras escuchar la historia de Levi.

  Él se llama Rod Reiss, estará sólo 20 años preso... - Contestó el azabache con amargura, intentando de nuevo poder relajarse. - ¿Y tú...? ¿Cómo te llamas...?

  El hombre le sonrió con seguridad sin moverse del asiento.

  Yo soy Keith Shadis... - Levi lo miró e hizo un esfuerzo por sonreírle como respuesta. - Y voy a ayudarte a tí y a Eren a que se venguen de esos mugrientos.

...

  ¿Cómo sabemos que esa niña no nos está espiando...? - Preguntó Mikasa mirando a Gabi con una mirada fulminante que hizo que la pequeña se asuste al verla, mientras colocaba una bala en el cargador de una escopeta que llevaba.

  Cuando yo ejercía de espía en esa mafia, esta niña lo sabía, y nunca le dijo a nadie. - Respondió Sasha acercándose amistosamente a la niña para rodearla por el cuello. - ¡Esta pequeña es muy pendeja a veces, pero es confiable! - Continuó con un tono desenfadado y juguetón.

  ¡Oye yo nunca me refiero así a tí! - Criticó la niña tratando de soltarse del abrazo haciendo un pucherito de anime.

  ¿Quieres luego ir a comer unas pizzas?

  ¡SIII! - Respondió Gabi emocionada.

  ¿De donde sacaste ese rifle Eren? - Preguntó Armin curioso mientras Sasha y Gabi se iban a bailotear por ahí.

  Eren no tenía cualquier cosa, se trataba de un rifle de asalto G36 en bastante buen estado, Eren tras la pregunta se rió levemente mientras colocaba la culata del arma.

  Estaba en un contenedor de por ahí... En Estados Unidos te encuentras armas por todas partes. - Terminó de explicar tras colocar el cargador y mover el cerrojo, dejándolo listo para la acción.

  ¿Lo sé... Pero un arma de tan alta calidad...? - Preguntó revisando la recámara de su pistola al mismo tiempo en el que Eren dejó su instrumento y se paró para acercarse hacia donde estaba Mikasa, quien no lo vio llegar.

  Por cierto Armin... - Mencionó colocándose detrás de Mikasa, y rodeándola con sus brazos suavemente. - Adivina lo que conseguí...

  ¿Qué conseguiste...? - Preguntó inocentemente girándose para ver hacia atrás, topándose repentinamente con Eren abrazando posesivamente a Mikasa, mientras la susodicha se dejaba estando muy colorada. -

  El chico abrió los ojos por la sorpresa, entendió al instante lo que su amigo quería decirle.

  ¿¡EREN!? - Reaccionó emocionado mirándolo mientras Mikasa apartaba la mirada avergonzada y Eren le sonreía. - ¡¡LO CONSEGUISTE...!! - Mencionó acercándose alegremente.

  Eren alzó uno de los brazos, Armin sin dudarlo dos veces le chocó los cinco alegremente y los vió con una sonrisa, se agachó a ellos y los rodeó con sus brazos, Eren correspondió seguido de Mikasa, quienes se quedaron así por un par de segundos.

  Espero que les vaya bien chicos, se lo merecen... - Mencionó Armin con un tono más suave.

  Te prometo que seré un novio ejemplar y haré que Mikasa sea feliz. - Contestó Eren, luego sintió como Mikasa se pegó a él al abrazo y abrazó con más fuerza a Armin.

  Y yo prometo que cuidaré de Eren y no permitiré que una de sus tonterías lo mate... - Siguió Mikasa causando una risa mútua entre los tres, el trío no se movió de ahí, se mantuvieron en un estado de tranquilidad que era agradable para todos, estaban tranquilos, en estado de reposo, y Armin podía sentir la euforia que tanto Eren como Mikasa experimentaban por haberse consumado como pareja.

  Mañana será la batalla final... - Mencionó la chica en un tono serio. - Cuídense, si algo no sale bien, estaremos muertos...

𝒰𝓃 𝓂𝓊𝓃𝒹𝑜 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑜, 𝒶ñ𝑜 𝟤𝟢𝟤𝟤... / EreMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora