Ya tomé mi decisión

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  Mikasa invitó a Eren a ir hasta un lugar que no quedaba muy lejos, y Eren aceptó con emoción, quería hablar con Mikasa en ese momento, se detuvieron en un semáforo mientras hablaban.

  Oye Mikasa... ¿Vendrás al golpe con nosotros? - La pregunta dejó perpleja a la pelinegro.

  ¿Me estás diciendo que vas a ir? - Preguntó Mikasa mirando al castaño con un tono de desaprobación total, después de todo, no podía creer que todavía estuviera pensando en eso.

  Detenme si quieres, pero iré, quieras o no...

  No... No te puedo parar, iré contigo. - Eren miró a su amiga bastante sorprendido.

  ¿Por qué carajos no haces algo por tu cuenta...? ¿Por qué simplemente no te quedas a salvo y ya?

  Mikasa se acercó peligrosamente a la cara de su contraparte, mirándolo con una sonrisa coqueta. Eren se sintió algo intimidado por eso. 

  Porque si te mueres... No podrás ser mío. - Le contestó juguetona, Eren enrojecido se apartó de ella haciéndola reír pero enojándose él.

  ¡Ahg! ¡Desde que te declaraste no paras de hacer eso...!

  Y te gusta... - La respuesta de la chica fue incómoda, Eren avergonzado no respondió, simplemente la ignoró y siguió con el camino, Mikasa dejó salir una pequeña sonrisa de victoria.

  Durante la caminata Eren y Mikasa se encontraban al inicio del puente, el río era ancho y se notaba algo sucio, aunque no tanto como las aguas de los puertos de la ciudad. En cada lado del puente se encontraban las casas de estilo americano ochentero repartidas por el mapa, ambas zonas residenciales del pueblo se encontraban separadas del río por matorrales a lo largo del río.

  Mientras Eren veía las casas en fila cerca del río que las reflejaban perfectamente, el castaño casi sin enterarse llevó su mano izquierda lentamente a la mano derecha de Mikasa, todo mientras ambos caminaban admirando el paisaje rural, un par de casas de pueblo americano que asentaban por detrás paisajes naturales oregonianos, una mezcla de bosques de pinos y matorrales entre colinas.

  Mikasa no se había percatado hasta que sintió un roce en la zona posterior de su mano derecha, cosa que la asustó internamente, y se volteó a ver a Eren con una cara de sorpresa planchada en su rostro que, sin embargo, Eren no podía ver.

  Eren fue moviendo sus dedos inconscientemente sobre la mano de la chica, haciendo que Mikasa tenga un ataque de nervios interno, mientras él no se daba cuenta de qué estaba haciendo.

  Esto... Es muy hermoso. - Comentó el castaño de la nada, aparentemente, seguía sin estar consciente, y la palma del mismo ya se encontraba rozando contra la palma de Mikasa, cerrando lentamente los dedos convirtiendo de a poco el roce en un agarre de manos.

  Mikasa dio un pesado suspiro mirando hacia otro lado mientras sus mejillas se coloraban, ella es una chica bastante rígida con respecto a los chicos, lo que Mikasa Ackerman supuestamente hubiera hecho sería decirle que le quite las manos de encima en un tono amenazante, sin embargo se estaba dejando, porque en el fondo obviamente era lo que quería.

  Eren de la nada cayó en cuenta, miró hacia abajo y notó que con su mano sostenía las delicadas manos pálidas de Mikasa, sufrió un ataque de pánico y un escalofrío y soltó su mano de la mano de la azabache bruscamente sorprendiéndola.

  ¡Dios! ¡Perdón...! - Se disculpó volteando a mirar hacia otro lado, dejando que sus mejillas también se coloren.

  No pasa nada... - Tartamudeó la chica acercando su mano derecha a su mano izquierda para sostenerla, estaban por llegar al otro lado del río.

𝒰𝓃 𝓂𝓊𝓃𝒹𝑜 𝓃𝓊𝑒𝓋𝑜, 𝒶ñ𝑜 𝟤𝟢𝟤𝟤... / EreMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora