En la guerra y en el amor todo se vale [ShikaTema]

Capítulo 61 "Motivaciones de guerra"

Narración general

Cuándo estaba a pocos milímetros de alcanzarlo Sasuke abrió su ojo izquierdo, activó su jutsu espacio temporal y cambió de lugar con Katopesla, por la casi nula distancia de menos de un milímetro, el ataque terminó golpeando al mismo Katopesla, haciéndole a él todo el daño.

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Si bien prometió no usar el poder que le otorgaba su máscara, nada le quitaba de la cabeza el querer matar a Naruto Uzumaki.

"Y pensar que yo mismo tendría que contribuir a la desaparición de mi clan" pensó el Uzumaki mayor con una mirada de odio en su rostro.

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—Tsk, de todas las mujeres tú eres la más problemática de todas, pero tienes toda la razón, hagámoslo, acabemos con él— Shikamaru, con su rostro lleno de motivación ahora que Temari peleaba a su lado miró al enemigo frente a él igual que la rubia que de inmediato se colocó al lado de Shikamaru.

Capítulo 61 "Motivaciones de guerra"

"Mi nombre carece de importancia en este momento, lo único que deseo es ver todo esto terminar, pareciera que fue hace nada que todo comenzó. Solía tener una vida tranquila, nada me faltaba, lo que quería lo tenía. Hasta aquélla fatídica noche, dónde todo cambió para mí.

Ví llegar hasta mi habitación en las penumbras de la noche, ocultos con el ruido de una fuerte tormenta a esos dos. Al ser tan joven desconocía por completo sus intenciones, luego aprendí que solamente me habían utilizado, que me utilizan todavía.

No podía negarme a nada, ellos eran muy poderosos, parecían casi divinidades a los frágiles ojos de un niño pequeño. Al crecer y convertirme en lo que soy ahora dejé de sentir miedo por mucho tiempo, creía que ya nada podría lastimarme, hasta que ellos regresaron, haciéndome sentir el miedo de un infante que desconoce lo que oculta la oscuridad.

Al ser hijo de un importante señor feudal, mi mayor sueño era heredar su puesto y casarme con una hermosa kunoichi, después de todo muchos señores feudales a lo largo de la historia se habían casado con alguna kunoichi, era raro que no fuera así. Por lo general debido a nuestro gran poder económico e influencia en las aldeas ninjas los matrimonios arreglados eran comunes. Ahí la conocí a ella, con ese hermoso cabello rubio y esos ojos verdes, como un hermoso par de manantiales en medio de un desierto. Mi amor por ella se volvió una obsesión, más al enterarme que ella amaba a un triste ciervo de la aldea de la hoja.

Ahora estoy aquí, con el más grande y poderoso ejército particular shinobi que la historia del mundo haya visto, claro que han existido ejércitos más numerosos a lo largo de la misma, tal vez más poderosos, pero ninguno de esos era un ejército particular.

La orden celestial nació a raíz de mi amor por el cielo, el día y la noche, que nunca desaparecen y siempre me observan prometieron liberarme si gano esta guerra, a medida que el tiempo avanza estoy más cerca de ganar, pero también mis fuerzas se han ido mermando. No sé si mi ejército logrará aguantar las tres horas necesarias.

Va poco más de una hora y ya perdí a Haru en Suna. Katopesla y Yuno en Konoha. Y Zira en mi frente. Liu y Firem me han traicionado. No conformes con eso han entrado a la guerra en el bando de mis enemigos, eso ya me deja sin la mitad de mis ocho mejores guerreros celestes, pero todavía tengo a dos cielos celestes de mi lado. Leu y Megrez son shinobis formidables, no hay manera en que ellos puedan perder. Además, aún tengo a Hideku y Voltca, dos de los ocho mejores, la amiga de Voltca, Miku, quién a demostrado una habilidad incomparable, toda una kunoichi guerrera sin duda. Las estrellas doradas gemelas Ying y Yang, esos dos hermanos, me ayudan bien cubriendo los frentes de Suna y el mío. La más brillante estrella plateada, Metic, uno de los guerreros más leales a la orden celestial. La estrella dorada de la sanación y la inteligencia, el doctor, con la muerte de Haru la ayuda del doctor es casi indispensable. Finalmente, la sombra de la muerte de Xiao que Katopesla alcanzó a liberar en Konoha y que sigue luchando, ya que matar al invocador no hará desaparecer el jutsu. Lamentablemente nuestra fuerza, con todas las bajas y traiciones sufridas se mermó mucho y tuvimos que recurrir a una alianza con los Uzumaki, quiénes aunque no son muchos, lograron reunir un ejército de shinobis mercenarios más grande que el mío, de casi cuatro mil miembros, pero claro, sólo cuatro de ellos son Uzumaki, sus líderes, por los informes de Leu, uno de los cuatro hermanos ha sido asesinado por Naruto, no me fío de ellos, pero en nuestras circunstancias más enemigos y menos aliados no es lo que necesitamos".