En la guerra y en el amor todo se vale [ShikaTema]

Capítulo 79 "Shikadai y Shikari Nara"

Narración general

Temari salió del hospital de Suna, finalmente le habían dado el alta y le habían dicho además que su embarazo no corría ningún peligro.

Al enterarse de la noticia Shikamaru respiró aliviado, nunca en su vida se había sentido tan feliz como ese día.

Claro que fue una larga y tortuosa semana, la mayoría de ninjas ya habían sido dados de alta. Las cinco grandes naciones guardaron un luto general por todos los ninjas de sus ejércitos que murieron en el cumplimiento de su deber.

Los funerales se llevaron a cabo en los siguientes días.

Los miembros de la orden celestial que no fueron asesinados fueron arrestados.

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En Suna todo era fiesta y felicidad, con ya casi un mes desde el incidente con la orden celestial. Los habitantes de Suna celebraron por todo lo alto la boda doble que había ocurrido ese día, pues no sólo se casaba su kazekage Sabaku No Gaara con Matsuri, también se casaba su princesa Sabaku No Temari con el líder del clan Nara Shikamaru Nara.

Todos los amigos y familiares de Shikamaru estaban ahí, claro que había algunos ancianos disconformes, principalmente los del consejo de Suna, que creían que Shikamaru no le convenía para nada a Temari y que los de la hoja nada más querían robarles a su princesa por medio de ese matrimonio arreglado.

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En eso, salió el médico en turno que atendió el parto de Temari.

—¿Cómo está mi esposa?— fue lo primero que preguntó Shikamaru.

—Ella esta bien, no hay ningún problema. Además, nacieron bien— contó el médico.

—¿Nacieron?— preguntaron los cinco presentes sorprendidos por el termino.

—Sí, nacieron, fueron dos, un niño y una niña, felicidades Shikamaru— cuándo el médico lo felicito Shikamaru no dijo nada, solamente se desmayó de la impresión.

—¡Shikamaru!— Yoshino y el médico rápido auxiliaron al Nara.

Capítulo 79 "Shikadai y Shikari Nara"

Algunos años más tarde...

La alarma de un despertado sonaba, indicando la llegada de un nuevo día.

Una pequeña mano apagó el despertador, con la total disposición de seguir durmiendo por lo que serían quizás otro par o quizás otros cinco pares de horas.

Para su mala fortuna, una hermosa rubia entró y abrió la ventana dejando entrar la luz solar.

—Ya es hora de levantarse Shikadai— le ordenó su madre quitándole sus cobijas de encima—. Y ya es ya.

Cuándo su madre salió de la habitación el pequeño Shikadai de seis años se levantó, se quedó sentado para quitarse la modorra y tratar de no dormirse de nuevo en el proceso.

Por su puerta vió aparecer a una niña que al igual que él tenía su pelo negro y sus ojos verdes, la diferencia era que ella tenía su pelo un poco más largo que su hermano.

—Veo que mamá ya pasó por aquí también— comentó aún medio dormida la pequeña Shikari.

—Sí, es un verdadero fastidio el amanecer, yo quería seguir durmiendo— se quejó el pequeño Nara.

—Ni que lo digas, pero ya sabes como es mamá. En ese sentido me cae mejor papá— comentó la pequeña con una sonrisa en su rostro.

El pequeño Shikadai igual se puso de pie y se lavó la cara con un poco de agua fría para despertar.