En la guerra y en el amor todo se vale [ShikaTema]

Capítulo 36 "Una alianza inesperada"

Narración general

Naruto estaba por lanzar su rasen shuriken, en ese momento Chouji se puso de por medio para evitar que lo hiciera.

—Espera Naruto, Ino usó su jutsu de transferencia de mentes, deja que Ino deshaga el jutsu y entonces ataca— le explicó el Akimichi.

—Bien— Naruto creó varios clones de sombras, dos de ellos sujetaron el cuerpo de Katopesla aún en control de Ino a manera de que una vez que Ino saliera de la mente del mismo no pudiera escapar. Otros de sus clones crearon varios rasen shuriken para atacarlo desde todas las direcciones posibles, con tantos rasengan parecía imposible sobrevivir.

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—¿Siempre haces tanto escándalo en cada misión?— Kakuzu miró a Deidara con ganas de matarlo.

—Es parte de la fragancia de un verdadero artista— Deidara sacó más bombas de las palmas de sus manos arrojandolas al suelo.

La explosión levantó una gran cantidad de arena.

Shikamaru aprovechó la cortina de arena para acercarse a Firem.

Yuno por su parte fue con Leu para ayudarlo.

—No olvides que vinimos buscando al hijo del señor feudal, ofrecen una buena recompensa de doscientos millones de ryos— Kakuzu bajó de un salto.

—Pues vamos a matarlo— Deidara también bajó de un salto.

—Que quede reconocible, si queremos cobrar la recompensa debe ser reconocible— le dijo Kakuzu imaginando que el rubio sería capaz de hacerlo explotar todo.

Zira y Voltca salieron a ver que destrozos estaban ocurriendo, siendo que Megrez se encargó personalmente de escoltar a Syxne a un lugar seguro apenas se escuchó la primera explosión.

Firem quién estaba a cubierto vió a Shikamaru llegar y sus ojos se volvieron cristalinos al ver a quién traía en sus brazos.

Le faltó muy poco al castaño para llorar de la felicidad en ese momento.

Shikamaru le entregó a su hija y una gran felicidad invadió su ser al cargar a su hija.

El castaño hizo sus sellos de manos para invocar a Hiro.

—Es el fin de nuestro camino Shikamaru, disfruté mucho hacer equipo contigo. En otra vida quizás tú y yo hubiéramos hecho un ruido importante, pero en esta no podrá ser, de ahora en adelante quedas por tu cuenta y... gracias por ayudarme a salvar a mi hija Shikamaru. Aunque en lo personal preferiría no volver a verte en mi vida, si algún día necesitas algo pídemelo, algo que no tenga que ver con esto claro— se explicó Firem.

—¿A qué te refieres? ¿No piensas ayudarme en esto? Tú mejor que yo sabes lo que hace Syxne— Shikamaru no entendía la negación del castaño.

—Lo siento mucho Nara, pero es mi última palabra— Firem subió a la espalda de Hiro con su hija en brazos.

—¿De verdad te vas a comportar de esa manera tan egoísta? Eres un maldito cobarde ¿Lo sabías? Siendo que gracias a los trabajos que hiciste para Syxne el mundo ninja corre peligro— le echó en cara Shikamaru.

Firem lo miró bastante molesto.

—¿Y tú que mierda quieres que haga? Que vaya y arriesgue mi vida, a mí el mundo shinobi me importa una mierda, en mi vida mi principal prioridad es el bienestar de mi hija. Te digo otra cosa Shikamaru, yo jamás quise ser ninja, pero es algo complicado cuándo lo traes en la sangre. Mi sueño es muy diferente al de tu amigo Naruto, yo no aspiré nunca a ser el Kazekage de mi aldea. Lo único que yo quería era vivir una vida tranquila, formar una familia y vivir en paz, yo jamás deseé ser reconocido por todo mundo. Y no me importa si piensas que soy un maldito cobarde, egoísta o lo que se te ocurra. No te pienso ayudar con esto, si lo hago sé que voy a morir ¿Y entonces qué Nara, acaso tú vas a cuidar y criar a mi hija? No lo harás, yo podré ser una mierda de persona pero tú no te quedas atrás, pidiéndome que te ayude aún sabiendo que si muero mi hija se va a quedar huérfana, claro que eso a ti no te importa en lo más mínimo— Firem respiraba con algo de dificultad, por primera vez en su vida se había desahogado—. Ya te veré si algún día llegas a tener hijos, si uno de tus hijos llega a caer como rehén del enemigo y que dicho enemigo te obligue a aceptar sus condiciones para salvar la vida de tu hijo. Quiero ver si eres capaz de ignorar las demandas de ese enemigo protegiendo tu aldea, aunque signifique sacrificar la vida de tu hijo. Yo no fuí capaz, por eso hice todo lo que Syxne me ordenó...— Firem le dedicó una última mirada a Shikamaru, fría y sin expresión antes de que Hiro saliera volando para irse y nunca más volver.