— ¿Entonces? — Tal vez fue mi imaginación, o confundí sus palabras, pero a decir verdad no podía escuchar nada por lo fuerte de la música.
— No estoy seguro aún, pero... — No tenía absolutamente idea de lo que comenzó a decir, la canción de fondo se volvía aún más ruidosa.
Hips Don't Lie resonaba en cada rincón del salón, las personas a mi alrededor bailaban, moviendo sus caderas al ritmo de la música, y en el centro de la pista mi querido hermano, México que tenía en ese momento como pareja de baile a colombia. No era de esperarse que ellos dos son los considerados como mejores bailarines, sus movimientos rítmicos y sensuales tenían boquiabierto a todos los demás espectadores. La sonrisa coqueta en su rostro era hipnotizante para todo aquel desconocido, caerías en sus brazos solo con esa mirada seductora sin pensarlo. Lo admito, México es atractivo.
— ¿Estoy en lo correcto? — Apoyó su rostro sobre su mano. Mantuvo una mirada seria y desafiante, seguramente dijo algo importante, a lo cual no presté atención. Nadie te toma en cuenta, Ucrania, solo eres la sombra de Rusia así como yo soy la sombra de México.
— No te entendi ni chucha — Dije divertido dando un aplauso — Ven conmigo — Lo arrastre de la mano chocando con uno que otro country alcoholizados, tome un par de botellas de la mesa y las lleve conmigo, nos dirigimos a la planta alta donde nos adentramos en una de las habitaciones que hallamos vacías.
— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó confundido por todo lo que acababa de ocurrir. Cerré la puerta detrás de mí aminorando el sonido de la música.
— Tengo una propuesta que hacerte — Tal vez me meteré en graves problemas, si Ucrania no acepta caeré antes de haber comenzado, pero al menos tengo que intentarlo. Suspiré profundamente. — Tú y yo somos muy parecidos, siempre hemos sido la sombra de nuestros hermanos ¿no estás cansado de ello? — Mis primeras palabras lo dejaron atónito, tomó asiento en la cama y dejó que siguiera hablando — Estoy cansado, Ucrania y tú igual, lo sé, hemos estado detrás de ellos durante mucho tiempo que casi nadie nos toma en cuenta, no somos más que su copia barata, eso es lo que escucho de otros country y personas — Tome un copa sirviendo un poco de vino — Salgamos de esta pesadilla en la que nos han hecho caer — Me acerqué a él con temor, el pensar que le confesé una parte de mis sentimientos que ha sido reprimida durante mucho tiempo a alguien que no es Argentina, a alguien que acabo de conocer y de la cual no tengo ni la más mínima confianza.
Me estaba volviendo ansioso, detesto a los soviéticos, nunca muestran expresiones físicas ni emocionales. Ucrania no hacía ningún movimiento, solo se mantenía firme en su lugar, su rostro tampoco mostraba señales de considerar o no mi propuesta. ¿Y si no aceptaba? ¿iría corriendo a decirle a todos cómo me siento?
— Tal vez lo haga — Habló por fin con voz firme arrebatando la botella de mis manos — Necesito que me convenzas
— ¿Qué?
Bebió un largo sorbo dejándome aún más anonadado. Por un lado estaba agradecido porque accediera a ayudarme, por el otro tenía miedo de que se tratara de un engaño.
— Ven aquí — Dió unas palmadas en la cama, señal de que debía acostarme. Respiré profundo, tomé el mayor valor que pude y me acerqué.
Tan pronto me recosté sentí un fuerte escalofrío en mi cuerpo, tenía miedo, nunca antes me había metido con nadie que no fuera con Argentina, USA y México, aunque, después de no haberle dado placer a Arge y no haber podido follar a USA definitivamente esto no saldría bien.
"Genial, alguien más que conocerá mi falta de experiencia"
Sentí su lengua sobre mi abdomen, suspiraba y lamía con precisión, todo esto se siente... extraño, más aún cuando derramó un poco de vino sobre mi ombligo, me retorcí e intenté moverme, cosa que me impidió sujetando mis manos, nunca dudé en la fuerza que poseía Ucrania pero esto era demasiado. Relamía sin dejar escapar ni una gota, y, de vez en cuando alzaba la mirada para ver mi expresión, una expresión tan avergonzada y un rostro aún más ruborizado que nunca antes había tenido. Aunque intentaba contener mis jadeos no era del todo posible, algunos escapaban sin siquiera darme cuenta, pude notar que eso le causaba - en algún modo - interés y volvía a repetir en las partes más sensibles de mi cuerpo.
— ¿Eres reservado o algo así? — Comentó con burla.
Agaché la mirada, seguramente comenzaría a juzgar mi ignorancia o solo se irá en cualquier momento, pero no puedo dejar que lo haga, no puede irse ahora que le he confesado algo tan importante.
— Hace un momento no cerrabas la boca — Tan drásticamente cambió su humor, no tenía idea de cómo reaccionar en ese momento. -— Si no vas a hablar entonces chupala —
"Ah, dios sálvame"
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— ¿Te divertiste? - Preguntó Rusia tan pronto como México tomo asiento al lado suyo
— Sería más divertido si bailaras conmigo — Respondió jadeante al mismo tiempo que se recargaba sobre su pareja.
— Sería divertido si no te separas de mi lado — ofreció su bebida sin dejar de observar ni un segundo esos hermosos ojos marrones.
A su mente venía ese video de hace unos momentos, no comprendía como este podía seguir tranquilo después de todo lo ocurrido, se había montado un video íntimo y aún así no le importaba, pero a Rusia sí, porque ahora la mayoría de country's murmuraban sobre el buen físico del mexicano, sobre lo bien que se veía y sus excelentes movimientos.
— También, sería divertido un pequeño castigo por tu aventura con Francia — Sonrió malicioso acariciando el lindo y redondo trasero de México
— ¿Me darás un castigo por algo que ocurrió hace años? — Comenzó a reír derramando el tequila — Rusia eres tan gracioso — No esperó para tener respuesta, simplemente se abalanzó hacia él devorando sus labios. Un beso sin frenesí, apasionado, el olor y sabor a alcohol los inundaba, aún más en lo bien que se sentía estar el uno con el otro juntos.
— Aquí no es motel — Ambos se separaron al escuchar tal comentario.
— Te puedes unir si gustas — China rodó los ojos molesto, sabía que México bromeaba, pero sus bromas para él eran nefastas.
— No, gracias — Guió su mirada a Rusia que parecía molesto por haberlos interrumpido.
— ¿Seguro? — Sentado sobre el regazo del ruso, dió suaves movimientos circulares y saltos sin apartar la mirada seductora y placentera sobre el asiatico. Este negó enfadado, conteniendo toda su ira se fue del lugar. — Parece que no resistió el estilo mexicano — Abrió sus ojos tanto como pudo, sorprendido al sentir el gran bulto que ahora Rusia no podía ocultar
— Deja de moverte — Exigió ruborizado pero a pesar de ello, México seguía con su travesura. No es que no le importara estar haciendo tal escena en "público" pero nadie los veía, todos estaban tan ebrios y drogados que no sabían si lo que veían era la realidad o solo una fantasía.
A pasos torpes, mezclados con la oscuridad, iluminados con las luces móviles, intentando llegar a la habitación, esa habitación tan especial para ellos. Devorándose en cada oportunidad que tenían, apartándose cuando ya no podían llegar más allá, sabían que al hacerlo no podrían detenerse y que harían otra estúpida locura.
Perdidos en ese beso fugaz, perdidos en ellos mismos.
No fue necesario tocar la puerta, Colombia la había reservado para su querido hermano. Rusia fue el primero en percatarse de aquel escenario y seguido de ello México que estuvo a punto de reclamar por haberse detenido, eso hasta ver a Perú de rodillas satisfaciendo al ucraniano.
•••
FELIZ NAVIDAD
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ECLIPSE
FanfictionSolía haber algo extraño en él, algo que nadie más notaba. Su sonrisa dulce cambiaba cuando nadie más veía. Su buen humor se desvanecía en su soledad. Todo se convirtió en una rivalidad. UNA CONFUSIÓN ⚠️Historia con contenido +18 ⭐Portada hecha...