Hater • YM

O23

Eran las 8am cuando una cabellera rubia se removió entre las sábanas blancas, seguido de un gemido al estirar sus extremidades.

Jimin recién despierto bostezó abriendo los ojos lentamente, observó la luz del día atravesando las cortinas de la ventana iluminando así la habitación. Giró su cabeza a un costado encontrando el cuerpo de quien era su pretendiente, este dormía de lado con la boca entreabierta y el rostro lleno de calma lejos del estrés vivido en esos días.

La noche anterior vieron varias películas acompañados de dulces y pochoclos, hasta que llegó la madrugada y no aguantaron más el sueño cayendo dormidos en el sofá, por suerte tenían un gran espacio por lo cual no tuvieron problemas para dormir.

Suspiró sintiendo el sueño irse de su cuerpo, tomando su celular que estaba cargando lo prendió observando la hora y decidiendo levantarse para preparar un delicioso desayuno para Yoongi.

Levantándose de la cama lentamente para no despertar a su acompañante, fue hacia el baño para tomar una ducha y cepillarse los dientes.

Una vez en la cocina se decidió por hacer café junto a tostadas con mermelada, se tomó su tiempo preparando y decorando todo para dejarlo en una bandeja. Como un detalle más agregó flores sueltas a un lado.

Desayuno romántico, él era el verdadero Romeo.

Con mucho cuidado llevó la bandeja en sus manos hacia la habitación en donde se encontró con la imagen de Yoongi durmiendo esta vez boca arriba, una mano bajo la almohada y otra en su estómago. Dejó el desayuno sobre la mesita de noche.

Entre sonrisas se subió a la cama lentamente para no despertarlo, pasó una pierna sobre Yoongi alejando la mano que estaba en su estómago y se acomodó sobre sus caderas escuchándolo quejarse pero sin despertar del sueño.

Sus pequeñas manos tomaron el rostro pálido llenándolo de besos suaves comenzando en la frente, yendo hacia las mejillas, párpados y finalizando en esos delgados labios que lo derretían cada vez que tocaba los suyos.

—Dormilón, ya es hora de despertar.

En respuesta obtuvo quejidos seguido del silencio.

—Encima que te hice el desayuno con mucho cariño, ¿así me pagas?

—Shh, silencio que intento dormir.

La mano del pelinegro cayó con fuerza sobre las nalgas de Jimin en forma de castigo logrando hacerlo reír, divertido por la acción.

Yoongi más despierto que nunca rodeó la cintura del menor cruzando sus brazos logrando así posar sus manos en el trasero redondo de Jimin, apretándolo a su gusto y luego las subió hacia arriba acariciando su espalda con calma.

Pero Jimin no se rindió, se dejó caer sobre el pecho de Yoongi y rodeando su cuello siguió besando sus mejillas mordiéndolas suavemente. Yoongi intentaba buscar sus labios con los ojos cerrados, sonrió al escuchar sus risas. Su corazón saltó de la felicidad, sintiéndose libre y cálido por tener a tan hermosa persona a su lado.

Nada mejor que despertar al lado de Jimin.

Levantándose con fuerza, Yoongi se llevó a Jimin con él rodeando su espalda con dulzura y tomándolo de la nuca lo acercó a sus labios probando de la tentación que lo llamaba cada vez que lo veía hablar. Jimin correspondió logrando su misión de despertarlo, tomando los delgados labios entre los suyos, disfrutando del momento tan bonito al lado del rapero.

—Buenos días.

Susurró Jimin sobre sus labios riendo.

—Estos sí que son buenos días.

Yoongi lo apretó entre sus brazos y estaba a punto de tomar sus labios de nuevo pero fue interrumpido por el sonido de una llamada.

—¿Quién es el forro que nos interrumpe ahora?

Jimin sin separarse del mayor se estiró para tomar el celular de Yoongi llevando también el suyo, el pelinegro se dejó caer en la cama contestando la llamada mientras sus ojos analizaban al menor estando concentrado en su propio celular, lo vio fruncir el ceño.

—¿Quién habla?

—Yoongi, alteraste al gallinero y ahora te quieren ver ponerla.

Frunció el ceño confundido, delante de sus ojos el rubio le mostró un tweet con una noticia.

Min Yoongi tendencia por una foto, ¿estará de novio?

Casi de novio, podría considerarse que sí, estaba en ese camino.

—Pueden irse a la mierda, no tienen que meterse en mi vida, cuando esté listo lo hablaré con la empresa y veremos que pasa.