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Eran las 9:30 p.m. cuando la puerta de la habitación se abrió bruscamente golpeando contra la pared, creando un fuerte sonido.

Las manos pálidas de Yoongi tomaron los muslos de Jimin quien gustoso enredó sus piernas en la cintura contraria, sus brazos rodeando el cuello del mayor dejándose derretir en aquel beso caliente y sintiendo el calor ajeno que lo estaba volviendo loco en ese momento.

El recorrido de las manos fueron hacia los glúteos sosteniéndolo fuerte hasta llegar a la cama donde lo dejó caer suavemente, yéndose sobre su cuerpo y dejándolo sin escapatoria. Yoongi lo observó atento desde allí arriba, analizando la expresión desesperada del rubio quien jugueteaba con la remera que traía.

—Te lo pregunto otra vez, ¿estás seguro de querer hacerlo ahora? Puedo esperar si así lo querés.

Preguntó apretando entre sus manos aquellos deliciosos muslos que tanto necesitaba morder.

—Totalmente, luz verde. Ahora dejate de joder y ponete en acción.

Yoongi rió divertido y embistiendo en falso dejó sentir su erección al menor que gimió en forma de respuesta levantando sus caderas para conseguir más fricción, sin hacerlo esperar más el cantante adentró sus manos frías bajo la remera contraria acariciando la piel a su paso, yendo por su estómago y costillas hasta llegar a sus pezones, los tocó por encima escuchando a Jimin jadear, viéndolo arquear la espalda formando una hermosa curva. Yoongi continuó con sus toques pellizcando suavemente, observó sus dulces labios hinchados abrirse para dejar escapar gemidos, los cachetes rojizos por el calor, sus ojos con un brillo lujurioso y suplicando por más.

Retrocedió el camino agarrando los bordes de la remera para levantarla y seguido dejar al desnudo la parte superior de Jimin, sus ojos rápidamente se dirigieron hacia esos lindos botones color café, llamándolo a tentar. Dejándose vencer comenzó a llenar de besos la piel de su vientre, lamió un pequeño recorrido escuchando a Jimin respirar hondo con esfuerzo, sabía lo desesperado que estaba porque él también lo sentía, además de sentir el bulto chocar en su abdomen. Y a pesar de no ser la primera vez, lo era para ambos y Yoongi quería hacerlo de una manera especial, lenta, amorosa y con la mayor delicadeza que se merecía Jimin.

Al llegar a los pezones, con su lengua lamió uno suavemente escuchando los dulces gemidos salir de aquella linda boquita, lo tomó entre sus labios succionando y sus dedos fueron hacia el otro dándole de su atención. Jimin enterró su cabeza en la cama sintiendo su vientre calentarse, el bulto entre sus piernas pidiendo por más, sus dedos se metieron entre las hebras negras tirando de ellas. Antes de que reclamara, Yoongi se alejó rápidamente y tomando su remera se deshizo de ella tirándola a un lado dejando a la vista la leve recompensa que le dejaba el trabajo como cantante.

En tiempo récord ambos se encontraban solo en ropa interior, un poco avergonzados al ser la primera vez que se veían casi al desnudo. Yoongi acercó sus manos al bóxer del menor y se detuvo preguntando silenciosamente por su permiso, uno que obtuvo de inmediato y lo bajó lentamente observando la hermosa piel seguido de la erección bonita a su vista, palpitando de excitación y esperando por su siguente movimiento.

Levantándose de la cama bajó el suyo en un movimiento desesperado, sintió las manos cálidas del rubio tocar sus muslos subiendo hacia el objetivo duro entre sus piernas pero lo detuvo antes de que hiciera lo que pensaba.

—No nene, quizás en otro momento te deje hacerlo pero ahora necesito tenerte entre mis brazos, dedicarme solo a tu placer.

—Mmh, espero sea cierto y no me mientas.

Jimin se dejó caer en la cama observando a Yoongi buscar algo en la mesa de luz y tomar lugar sobre él, las grandes manos de este recorrieron la piel de sus muslos dando apretones hasta llegar a aquel lugar recóndito entre sus piernas. Yoongi agarró la pequeña botella de lubricante que compró ese mismo día, tomando lo suficiente entre sus dedos lo cerró dejándolo a un lado, el menor lo miraba un poco nervioso pero impaciente por el siguiente movimiento.

Hater • YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora