Sarada Uzumaki, No Uchiha

Especial: ¡¡UZUMAKIS!!

🌻: No se lo esperaban ¿cierto? 7³7, hace ya un año terminó el Fic.

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Capítulo especial.

¡UZUMAKIS!

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Pov Normal.

Un nuevo día proyectaba Konoha, así como en los últimos 20 años la paz y tranquilidad reinaba en la aldea, dónde en una casa, perdón, mansión, despertaban los descendientes.

–Me niego a despertarlos– Aportó Kawaki apunto de irse.

–Hay que dividirnos la tarea idiota, mamá Y Hinata Okasan nos quieren abajo en menos de 10 minutos para desayunar y perdemos tiempo– Lo detuvo seria.

En efecto, cuando vives con 7 hermanos menores (sin contarla a ella, Kawaki, Himawari y Boruto) hay cosas que como hermanos mayores deben encargarse y dividirse.

–Ok pero me niego a despertar a Hanami y a Orenji, esos mocosos la última vez me tiraron tinte rosa en el cabello– Se quejó indignado.

–Debil– Murmuró burlona Himawari.

Era cosa de todos los días, al ser ellos los hermanos mayores de la casa, tenían la responsabilidad al límite, por más adultos que sean ahora.

–Me ocuparé de Akane, Hinatsu, Orenji y Minato– Comentó la antes Uchiha.

–Despertare a Hanami y Shinachiku – Siguió Himawari.

–Entonces traeré a Haru y Arashi, pan comido– Soltó a la ligera el mayor de todos.

Se dirigieron a los diferentes cuartos y completar su labor.

Cuarto de los gemelos
Hinatsu y Akane.

–Buenos días torbellinos– Sarada acarició los cabellos de los gemelos gentilmente tratando de despertarlos.

–Mmmm Sarada-Nee...– Akane fue la primera en despertar, la pelirroja de 7 años y bonitos ojos morados heredados de su abuela Kushina.

–Mmm...Buenos días Nee-San– Hinatsu, básicamente la versión masculina de Hinata de también 7 años de edad despertó poco a poco.

Una vez despiertos Sarada les dió un beso en la frente a cada uno.

–Vayan a lavarse la cara antes de bajar, nuestras mamás esperan abajo con el desayuno– Les dijo y los menores se levantaron de sus camas saliendo tras ella.

Fue al cuarto a lado y entró por la puerta que tenía varios diseños de rayos amarillos.

Se encontró con su hermano Minato de no más de 4 años, de todos sus hermanos era el más tranquilo, posiblemente por su parecido con su abuelo Minato Namikaze.

–Mina-Kun, despierta rayito– Hizo lo mismo que con los gemelos y poco a poco fue despertando.

Minato abrió sus lindos azules ojos y soltó un bostezo pequeño mientras se tallaba los ojos.

–Soñé que papá me enseñaba el Rasengan, ya estaba por lograrlo– Se quejó deprimido.

La pelinegra rió por lo bajo–Creo que papá puede mostrartelo más tarde, ¿Y si se lo pedimos juntos?– Propuso.