que se arme el desmadre

#03

Disclamer: Tokyo Revengers y sus personajes son de la autoría del fabuloso y sádico Ken Wakui yo solo me divierto haciendo historias ningún personajes es mío solo hago adaptaciones o cambios para mis historias pero todo crédito de Tokyo revengers y sus personajes son de Ken Wakui 

—está bien lo haré— decía la pelinegra

—tu, ¿enserio lo harás? — preguntaba en chico de colmillos incrédulo

—si ¿Por qué la duda? —

—bueno intenté golpearte, te llamé perra engreída y viste mis calificaciones, soy un desastre hice llorar a chifuyu en mi último examen—

—tal vez iniciamos mal y por decir iniciamos me refiero a que tú iniciaste mal, pero Baji-san seamos sinceros sé que lo intentas por tu mamá y por chifuyu, yo aprecio eso—

—¿serás mi tutora solo porque te conmoví? —

—Un poco, chifuyu me ha dicho que los profesores te creen imposible de enseñar, eso me suena a reto bueno también a maestros mediocres, pero yo amo los retos— comento la morena mientras le sonreía

—Keisuke Baji, tú serás mi mayor triunfo—

El pelinegro no dijo nada al principio, lo medito un poco, — ¿tanta es tu confianza en ti misma para creer que tendré mejores calificaciones? —
La chica medito un poco para luego soltar una pequeña sonrisa y cerrar los ojos mientras se acercaba peligrosamente al joven de cabellos largos cosa que sacudió el corazón del joven.

— Hice que mi amigo Makoto se graduará de la preparatoria, no me voy a rendir contigo tan fácilmente cabello bonito— exclamó la joven mujer para tocarle la punta de la nariz del joven de aspecto salvaje luego volviendo a tomar distancia en la mesa

—mañana nos veremos aquí a las 5:00 en punto iniciaremos con gramática y caligrafía y si no vienes, iré por ti para traerte jalándote las greñas tan bonitas que tienes donde sea que estés. — comento la morena mientras le colocaba un mechón de su cabello atrás de la oreja al chico de ojos avellana antes de levantarse.

Una vez de pie, se volteo caminando a la puerta de aquel Mcdonald's, cuando estaba a punto de salir volteo en dirección a la mesa donde aún estaba Baji sentado, sonrió:

—Adiós greñitas —

La vio salir sintiendo su cara arder y mientras se acaricia a el cabello que previamente había Sido tocado por la fémina