Capítulo 2: ¿Dónde estoy?

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Harry escucha la alarma de su habitación, no recuerda muy bien lo que ocurrió, se siente cansado, débil, no puede levantarse de su cama, sin embargo, de golpe le regresó el recuerdo de su hijo y se levantó de manera brusca, al pararse de la cama notó que todo estaba como si nada, con la diferencia de que ese día había despertado sin su mujer.
Parece ser una mañana normal, pero al voltear a una de las mesas de su habitación notó que había una carta.

"𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑎, 𝑦𝑜 𝑡𝑜𝑚𝑎𝑟𝑒́ 𝑡𝑢 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜, 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑢 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟𝑎𝑠, 𝑦𝑜 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟𝑒́ 𝑒𝑛 𝑡𝑖 𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑡𝑎𝑟𝑒́ 𝑙𝑎 𝑏𝑒𝑠𝑡𝑖𝑎 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑒𝑛 𝑡𝑖.
𝑆𝑖 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑜, 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖 𝑗𝑖𝑗𝑖."

Harry no sabía cómo reaccionar ante eso, simplemente no quiso darle más importancia, guardó la nota en su bolsillo, en ese momento era más importante para él encontrar a su hijo y esposa, entonces salió de la habitación y noto un aroma raro que provenía del baño, debajo de la puerta salía agua como si alguien hubiese olvidado el grifo.

Se dirigió a la puerta del baño y pegó su oído a la puerta para oír a través de ella. Se oían masticadas fuertes y al estar más cerca sintió más el horrible olor, pero decidió abrir la puerta lentamente, para encontrarse con un baño cubierto de sangre e hígados colgados en el techo, al mirar por completo el baño se percató de que había una cosa, una criatura que él nunca había visto en su vida, era una cosa flaca, débil, apenas y podía ponerse de pie, pero estaba comiendo desesperadamente un pedazo de carne que salía del inodoro, detrás de aquella bestia estaba la tina, la cual era una mezcla de sangre, agua y vómito, flotando es esa tina asquerosa había una cabeza de cerdo y unos cuernos de venado.

Harry quedó asqueado y paralizado del miedo al ver esa escena, pero de repente aquella criatura lo volteó a ver, no tenía ojos, solo una enorme boca y las fosas nasales, unas enormes garras negras y estaba esquelético.

Harry cerró la puerta rápidamente y vómito en el suelo, no se pudo contener más, entonces trató de salir de casa, pero se oía como alguien arañaba la puerta del baño con intención de desgarrarla. Harry entró en pánico y corrió a la puerta más cercana la cual era la de la habitación que estaba pensada para su hijo. Al entrar a esa puerta quedó en shock al ver que había regresado al mismo punto de dónde había salido antes, como si hubiera salido de nuevo de su habitación. Corrió nuevamente a la habitación de su hijo, y ocurrió lo mismo, con la ligera diferencia de que había una puerta de más que antes no existía.

Cuando abrió la puerta había ocurrido lo mismo, solo que ahora había dos puertas de más, él sabía que, si entraba a una de esas dos, iba a seguir expandiéndose, así que decidió regresar por la puerta de la que vino, pero al regresar ahora había 5 puertas más, no había forma de dejar que las puertas dejaran de multiplicarse, así que decidió abrir la puerta que lo llevaba afuera, sin embargo, ocurrió lo mismo y se seguían haciendo más y más y más, no había una salida. Las ventanas ya no estaban, hasta que finalmente esa cosa logró romper la puerta, persiguiendo a Harry, él reaccionó rápido y golpeó a aquel ser con una lámpara, aprovechó el momento para correr a la puerta más cercana y la cerró rápidamente, sin pensar volvió a correr a otra puerta, pero esta vez había un pasillo, un pasillo largo y oscuro, iluminado con cerillos, lo que significaba que la poca luz que había no iba a durar ni un minuto, entonces se apresuró a correr lo más lejos que pudo, los cerillos se apagaron y solo corría sin saber a dónde llegaría, hasta que se topó con algo, por el tacto supuso que era una cortina, al levantarla se encendió una pequeña luz al fondo, era como una fogata, se acercó y había un sujeto con una capucha que le cubría el rostro, el cual le dirigió la palabra.

—¿Quién eres tú y que haces aquí?

—¿T-Tú qué eres? ...— Harry le contestó mientras temblaba.

—Eso no importa, tú no deberías estar aquí. No te preocupes, no pienso hacerte daño. ¿Cómo llegaste aquí?

—No tengo ni la más mínima idea de que carajo hago aquí, no sé cómo llegué y tampoco me interesa, solo quiero salir de aquí con mi hijo y mi mujer...— respondió Harry con un nudo en la garganta.

—Entiendo tu dolor, no sabes a cuántas personas he visto ir y venir, aquí es todo un caos. Si quieres salir, tendrás que seguirme y sé que será muy difícil para ti, pero debes confiar en mí.

—¿Cómo sé que no quieres hacerme daño? ¿Cómo puedo confiar en ti? Ni siquiera sé tú nombre, desperté en un lugar desconocido, perseguido por una cosa que no se ni lo que es...

—Bueno, podría decirte algunas cosas, no harán que confíes en mí, pero al menos podrás tener una mínima idea de lo que haces aquí.

—De acuerdo, te escucho... Pero mantente lejos de mí...

—Muy bien, estamos en otra realidad, una realidad entre muchas, esta se llama "Hippocampus", la intención de esta realidad es que sientas miedo, que te sientas perdido, que todo lo conocido se vuelva irreconocible y un completo caos, es un lugar peligroso para los débiles, he encontrado la salida varias veces, pero me da miedo salir solo, así que espere durante varios meses a que alguien saliera conmigo.

El problema es que como he encontrado la salida, significa que conozco el camino, y al conocerlo, cada que regreso aquí cambia, pero no creo que sea difícil encontrarlo de nuevo.

He oído una voz femenina hablar sobre una criatura alta, fuerte y repugnante, parece que hablaba sola, pero mencionó varias veces la palabra "Jorjor", siento que es el nombre de aquella cosa que mencionó aquella dama, sin embargo, no me he encontrado nunca con ese tal Jorjor. Deberíamos empezar a buscar la salida antes de que veamos algo parecido. Recuerda, criatura alta, fuerte y repugnante.

—De acuerdo, te seguiré, si noto que tratas de hacer algo, no dudaré en golpearte.

—No hay necesidad de llegar a extremos, pero si aún te sientes desconfiado, ten, puedes usar esta hacha, la estaba guardando para el acompañante, ósea tú. Si sientes que algo va mal, puedes matarme, no trataré de defenderme.

Harry y aquel sujeto se dedicarán a buscar la tan deseada salida.

Cuestión de FeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora