Capítulo 4: Jorjor el hombre cerdo

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Algo intentaba entrar a la habitación, se oía pesado, agresivo, quería entrar a la habitación. Ambos estaban asustados, no sabían que hacer, pues estaban atrapados y no había mucho con lo que se puedan defender.

Un rato después, se dejó de oír el ruido, como si ya se hubiera ido, así que Harry se asomó y vio que ya no se veía nada por debajo de la puerta, así que supuso que sería seguro. Harry estaba en frente de la puerta y parecía que todo estaba seguro, pero de sorpresa un machete empezó a romper la puerta, acompañado de un gruñido.
Harry de asustó y se volvió a esconder. Alphonse se tapaba la boca para no hacer ningún sonido y para evitar vomitar por el repugnante aroma que desprendía esa cosa.

Desde ahí abajo pusieron ver cómo entró, se veían sus enormes zapatos, al caminar se oía la humedad por la sangre, las pisadas eran fuertes. Empezó a buscar con la mirada, pero no logro verlos, así que se marchó.

—Eso... ¿Eso es él? ¿Eso es Jorjor? — dijo Alphonse en voz baja y temblorosa.

—No lo... No lo sé... — le respondió Harry tartamudeando por el pánico.

Harry casi no podía hablar del miedo y el asco que sentía

—Hay que ver... Necesitamos saber si se fue...— mencionó Alphonse con intención de que Harry se asome.

—¿Esperas a que vaya yo primero? No quiero ser siempre el conejillo de indias, además, aún no sé si eres de completa confianza ¿Y si me empujas y sales corriendo?...

—Ok, ok, entiendo. Iré a ver, espero así puedas confiar un poco más.

Alphonse se asoma y solo ve un pasillo a la izquierda, hay lámparas en las paredes y muebles, como una casa normal, pero muy deteriorada.

—Oh, parece que estamos en una casa, pero se ve algo maltratada.

—Está bien, iré a ver...— Harry se percata de algo familiar -Esas... ¿Esas son mis paredes? Estamos en mi casa, pero no recuerdo este pasillo, creo que debería dejar de pensar en mi casa como era antes.

—Pues, si estuviera en buenas condiciones, te diría que tienes una casa muy bonita, solo que este olor me está matando. Deberíamos ir por allá, parece haber una cocina al fondo.

Se dirigen al pasillo y ven que hay una cocina, el refrigerador está abierto y tiene comida masticada y echada a perder, hay una olla con dedos y cabello humano, hirviendo en sangre. Hay una pequeña mesa donde hay mucho pan con moho, todo está inservible.

—Pugh, que asco, esta era mi cocina...— mencionó Harry mientras tapaba su nariz.

—Que lastima, estaba muerto de hambre, las cucarachas no son un alimento muy agradable, pero después de varios meses uno se acostumbra.

—¿Cucarachas? No gracias, prefiero estar hambriento, odio esos insectos. — contestó Harry con cara de desagrado.

En eso escuchan platos rompiéndose y una persona gritando por ayuda. Se esconden debajo de la mesa y tratan de ver qué es.

—Hay que ver qué es, parece que sí o sí nos vamos a topar con esa cosa, así que mínimo quiero saber a qué nos enfrentamos.— dijo Harry con miedo y curiosidad a la vez.

—No creo que sea buena idea, no he oído nada de algo similar, sospechoso que es Jorjor, pero lo único que sé es lo que te dije, maloliente y enorme.

—Y por lo visto le gusta cortar cabezas. Sígueme, hay que ver.

Harry camina agachado hasta una barra de cocina, se asoma y puede ver a aquella cosa.

—Creo que ese tal Jorjor es literalmente un cerdo...— dijo Harry con asco.

—¿Un qué? ...

Era un hombre alto, con sobrepeso, fuerte y lo que más destacaba de él era su cabeza, estaba cubierta de la piel de la cabeza de un cerdo. Muy fuerte como para que puedan enfrentarse a él aun estando armados.

Estaba azotando a un pobre hombre entre las vitrinas de cristal donde se almacenaban platos, su cara estaba destrozada.

Caminaron lentamente hacia atrás para salir del área de Jorjor, se dirigieron a una puerta que abrieron lentamente, pero Alphonse la azota accidentalmente y Jorjor se percató de eso.

Se acercó a la puerta y la intentó abrir, pero entre los dos sujetaron la perilla, se estaban lastimando, pues él era más fuerte que los dos juntos. El porcino empezó a azotar para tumbarla, así que mejor salieron corriendo.

No sabían a dónde iban, pero mientas más lejos mejor. Antes de que lograran ir más lejos, abrió la puerta y los estaba siguiendo. Ellos seguían corriendo hasta que lo perdieron, no sabían dónde estaba y eso era peor.

Seguían caminando hasta topar con pared y doblaron a en una esquina, únicamente para toparse de cara con esa bestia. Tomó a Harry del cuello y estaba decidido a arrancar su cabeza, pero Alphonse tomó su hacha y lo hirió en el brazo, logrando una distracción.

Corrieron de regreso, pero el lugar ya había cambiado, ahora era una habitación con un enorme armario en el que decidieron esconderse.

Jorjor estaba tratando de abrir la puerta del armario.

—¡No creo que lo logremos, Alphonse! Es... Es más fuerte...— Harry ya no resistía más.

—S-se me ocurre algo, pero es muy arriesgado. Abriré el armario, si tenemos suerte el escenario cambiará, Harry...

—No creo que sea buena idea, pero tampoco tenemos a dónde huir y él ya sabe dónde estamos... Tendré mi hacha lista por si acaso.

Alphonse abre de golpe la puerta y en efecto, todo cambio, Jorjor ya no estaba, ahora se encontraban en una lavandería.

—Lo... Lo lograste, Alphonse...

—No, lo logramos.

—Debes explicarme bien el por qué las cosas cambian. No entiendo cuál es el algoritmo.— Harry se sentó en el suelo.

—No sé a ciencia cierta el por qué, pero tengo una idea de lo que podría estar pasando. Creo que aquí estamos seguros, platicaremos un poco.

 Creo que aquí estamos seguros, platicaremos un poco

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