El tiempo es tan ambiguo. Recorre con demasiada prisa cuando quieres disfrutar el momento, y cuando lo único que necesitas es que el día termine, parece eterno. Pero ahora eso es lo que más necesito. Para pensar, para reflexionar y sobre todo para dar un pequeño respiro... Pero tiempo es lo que menos tiene Nakamura.
Recorría con agilidad los antiguos techos del vecindario. Los penetrantes rayos del sol hacían quemar mi sudorosa piel y provocaba que mis finos cabellos se pegaran a la frente. Era realmente un día soleado y lindo a comparación de los anteriores. Pero el malestar en mi pecho no dejaba disfrutarlo.
A mi espalda e intentando seguirme el paso, estaba mi fiel compañero -que para ser beisbolista le faltaba un poco de condición-. Le habíamos prometido a nuestro maestro ya no utilizar nuestras habilidades para sobreponernos ante los mas débiles, pero por esta vez creo que haremos una excepción.
—¡Nagisa espera!— me había llamado, pero no detuve mi andar.
Mi mente estaba enfocada en llegar al objetivo.
Unos cuantos minutos después, frené de golpe y verificando que no hubiera nadie en los alrededores, descendí del techado a través de unos oxidados barrotes.
—¡Nagisa!—mi compañero descendió junto a mi —¿Me puedes explicar que estamos haciendo aquí? ¡Solo saliste huyendo de mi casa sin explicarme nada!
Lograba ver la confusión en sus ojos, al igual de su respiración algo agitada por seguirme el paso. Por mas que intenté dejarlo atrás, este tipo es igual de fuerte y terco como el pelirrojo. En definitiva no me dejará solo.
—Bien.—suspiré rendido —nuestros planes cambiaron, ahora nuestro objetivo es encontrar a Nakamura y sobre todo antes de...
—Antes de que Karma lo haga.— concluyó mi frase.
—Exacto.
Estas personas siempre tuvieron un plan bajo la manga. Ya que su principal "carnada" para encontrar a Karma era capturarme a mi, pero fallaron en su cometido y pasaron al plan b. Tal parece que Nakamura siempre estuvo en su rango de visión. Ella siempre se sintió intranquila y tenía toda la razón para estarlo. Una vez mas pude haber evitado todo éste caos si tan solo hubiera puesto más atención en ella. De nuevo mis amigos son afectados a causa de las malas decisiones que he tomado.
Pero... también podría ser hora de afilar mi segunda cuchilla. Rescatar a Nakamura y tal vez encontrar el origen de todo mal. Arrancar la yerba mala desde raíz y evitar que vuelva a surgir.
Podría encontrar al nuevo líder de la mafia que ha causado tanto caos en la sociedad.
Me incliné hacía el suelo y abrí mi mochila que colgaba a mis espaldas, de ella saqué mi estuche de cuchillos y la mini bolsa para piernas estilo militar, lugar perfecto para guardar unas cuantas de mis armas. Le extendí dos de los afilados instrumentos a mi compañero y sin dudar los tomó con firmeza.
—¿En serio crees que los necesitaremos?— preguntó Sugino mirando fijamente su reflejo en las cuchillas que sostenía.
—Mejor ser prevenidos. Podríamos infíltrarnos al lugar y sacar a Nakamura sin necesidad de pelear pero... —desvié la mirada —no estoy seguro si seremos buenos rivales para una mafia.
El sentimiento de angustia comenzaba a rondar por el ambiente. Eramos conscientes de a lo que nos enfrentábamos, pero a pesar de todo no íbamos a dar marcha atrás. En algo debíamos utilizar todo lo aprendido en secundaria. Además, ya nos hemos enfrentado a asesinos profesionales, ¿no?
—Entiendo, ¿¡pero porque estamos aquí a mitad de la nada!?— volvió a cuestionar exaltado el moreno —¡deberíamos empezar a averiguar donde está secuestrada Nakamura!
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Amantes del crimen [KARMAGISA]
FanfictionUn caso, un asesinato, un cuerpo y un solo culpable. ¿Qué harías si un día te dan la noticia de que el amor de tu vida asesinó a alguien a sangre fría? Todas las pruebas están en su contra ¿Cómo reaccionarías? ¿En quién confiarías? Y más importante...