AL FINAL NO FUE LO QUE ES

MANOS A LA OBRA

Papá! — fue aquello que grito llena de emoción y felicidad, dejando no solo al abrazado en shock sino a todos los presentes también.

—¡Ten cuidado Mido....— la oración no había podido ser terminada por Aizawa porque aquella joven misteriosa se había desplomado en los brazos de su padre.

—¡Tenemos que llevarla a la enfermería, está hirviendo en fiebre! — fue lo único que pudo decir Izuku al sentir como la temperatura corporal de la joven estaba muy alta, además de que respiraba con dificultad.

Aizawa y otros maestros se negaron a tal petición porque al fin y al cabo no sabían si la intrusa sería villana o aliada, y la verdad con los alumnos cerca no podían darse el lujo de cometer un error y estos se vieran afectados.

Pero All Might apoyo a Izuku y ambos sin pedir permiso o aprobación fueron en busca de la única persona que podría salvar la vida de aquella joven, quien estaba bañada de pies a cabeza con sangre.

—¡Denki y Mineta también están aquí Aizawa-sensei! — la mención de dos de sus alumnos lograron que el azabache se enojara y crecieran más sus dudas al creer que esa joven tuvo algo que ver con todo lo que estaba pasando.

Por lo que mando a Sero y a Mina a auxiliarlos, y llevándolos también con la única doctora de la escuela.

Con 10 minutos de carrera Izuku pudo llegar hasta la enfermería, siendo seguido por casi toda la escuela que deseaba saber porque esa joven le dijo papá a Izuku antes de desmayarse.

—¡Por favor ayudela Recovery girl! — la doctora iba a pedir que no entrarán gritando a la enfermería pero todo regaño murió en su garganta al ver el estado crítico de la joven que Izuku llevaba en brazos.

—¡Vamos ponla en la camilla! — Izuku no dudo en hacer lo pedido y alejarse un poco para luego ver qué la pequeña doctora concentró su quirk y beso a la joven en un intento de sanarla.

Aizawa, All Might y los demás alumnos veían por la puerta de la enfermería todo lo que Recovery estaba haciendo, porque no podían bajar la guardia ante una desconocida.

— La verdad es un milagro que está joven no haya muerto con tantos huesos rotos y dislocados — ante esas crudas y reales palabras de Recovery, todos los que estaban de chismosos se quedaron mudos del asombro.

— Por favor Recovery, también revice a Denki y a Mineta — pidió Aizawa al intentar saber que tanto habían sufrido sus alumnos.

La pequeña doctora señaló unas camillas y tanto Mina como Sero entraron a la enfermería para poder recostar a sus amigos en el lugar señalado.

La anciana se acercó y reviso a los dos jóvenes prospectos a héroes, pero no encontro anomalías en ellos, solo estaban desmayados por un golpe, nada más.

Cuando Aizawa y la clase A escucho eso los tranquilizó un poco, solo debían esperar a que uno de los tres despertara y así supieran que había pasado.

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Mahoro poco a poco empezó a abrir los ojos, pero al verse en un lugar que no conocía se levantó de golpe, acción que la mareo sin poder evitarlo. Se apretó la cabeza con sus manos en un intento de mitigar el dolor que estaba sintiendo, hasta que recordó todo lo que pasó.

Miro sus manos y noto que aún tenía esos asquerosos grilletes, pero había algo inusual, la luz roja no estaba brillando.

—¿Será que? — agarro un mechón de cabello negro y concentrando su quirk pudo cambiar el color de su cabello a un rojo oscuro, al ver que había vuelto su don, sonrió como nunca antes de cerrar los ojos por unos segundos y cambiar también estos de un color rojo escarlata por unos verde esmeralda.