AUN MAS INTENSO

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—¡Mejor dinos cómo podemos regresarla a su época actual! — exigió saber mamá oruga, logrando que Mineta al fin despertara, algo de lo que se arrepintió el joven al notar el ambiente que lo rodeaba.

— Que pasó — susurro el joven al sentarse en aquella camilla mientras sujetaba una parte de su cabeza, aquella que había sido lastimada por la explosión que se generó.

Denki sudo frío al ver que Aizawa los miraba con profunda decepción al ver lo que su tontería hizo.

— Mejor díganme de una vez como podemos regresar a la joven a su actualidad o cuánto dura la invocación —. Mineta en cuanto vio a la joven no dudo en levantarse de golpe y corrió hasta donde ella estaba antes de tomarle las manos y verla con adoración.

—¡Yo soy Mineta y dime, ¿Tú eres mi hija? — la emoción en su voz hizo que Izumi sonriera antes de negar con la cabeza.

— Lamento decirte que solo soy hija de Izuku — ante tal revelación el joven se quedó congelado ya que esperaba de todo menos eso — pero gracias por todo el cariño que siempre le brindaste a papá — fue el susurró que soltó la joven, dejando a Mineta sonrojado a más no poder, además de ser el único que escucho eso.

—¿Y bien? Van a hablar o lo haré a la mala — la amenaza de Aizawa dejo a los jóvenes muy asustados, incluso Izumi sabía que no podía marcharse de ahí sin haber hablado con Izuku por lo que debía hacer algo al respecto.

Se sentó en la camilla lo mejor que pudo eh hizo una reverencia, dónde su cabello rojo le cubrió el rostro y sus manos habían quedado ocultas entre las sábanas.

— Se que es mucho pedir, pero por favor permítanme estar cerca de mi padre en lo que estoy aquí — aunque su petición sonó a una súplica llena de angustia y dolor, la verdad es que su mirada se había vuelto carmesí y su mandíbula se había tensado demasiado, muestra de que si no le daban la oportunidad de estar cerca de Izuku, ella los decapitaria sin dudar. Algo que también le favorecía si su padre veía todo lo que hizo y así ella mostraría el monstruo que engendro con esa otra persona. Expresión claro que nadie más vio al tener el rostro oculto entre su cabello.

Pero ante de siquiera empezar a activar su don, el director albino hablo.

—¿Hay alguna cosa del futuro que debas decirle a Midoriya Izuku? — Izumi asintió con la cabeza varias veces sin levantar su rostro.

— Si, no puedo explicarle todo pero hay cosas que agarraran sentido cuando él esté en el momento —. Al tener la cabeza gacha, no vio cuando los maestros se vieron entre si antes de darle una respuesta.

— Esta bien, podrás hablar con Izuku pero no tienes permitido alejarte de los territorios de la UA, por seguridad mas que nada —. Izumi al escuchar eso, la tranquilidad la invadió.

—¡¿En serio?!...¡Gracias! — expreso feliz al levantar la cabeza y mostrar una expresión de felicidad pura.

Pero antes de decir algo más los maestros o el director, la puerta de la enfermería se abrió de golpe y con eso una bola de jóvenes cayeron al suelo por estar tanto tiempo recargados de esta para escuchar el chisme.

—¡Lo sentimos mucho, no queríamos interrumpir! — soltó Kirishima al ser quien estaba abajo de todos los chismosos que querían escuchar la plática.

En el momento en el que Izumi vio a Kirishima no pudo suprimir esa expresión de querer matarlo, tanto que el mismo pelirrojo se dió cuenta. Aunque no entendía porque o que hizo.

"Si mueres ahora, culpa mía no será" pensó en lo más hondo de su podrido y vacío corazón, pero todo pensamiento homicida se esfumó cuando la silueta de Izuku se mostró.

—Lamentamos interrumpir maestros, pero queríamos saber cómo está la joven —. Izumi sintió como se le formaba un nudo en la garganta al ver a Izuku ahí, escuchar su voz, ver sus hermosos ojos tono esmeralda y su implacable cabello verde.

Por lo que no dudo en levantarse de la camilla y caminar despacio hasta el pecoso, quien al ver que se dirigía a él, se puso un poco nervioso.

—Hola papá — fue lo único que pudo susurrar Izumi al estar frente a frente con su amado padre antes de abrazarlo con todo lo que su corazón había guardado por tantos años — por fin te vuelvo a ver, papá — con esas últimas palabras ella rompió en un llanto silencioso mientras escondía su cara en el cuello de Izuku, aspirando de paso el aroma dulce del pecoso.

Izuku se quedó congelado al no saber que hacer con el abrazo que estaba recibiendo de su auto proclamada hija. Incluso sus compañeros de clase se quedaron en shock al ver eso, hasta Katsuki no sabía cómo actuar.

Ya que para ser sinceros, Izumi era una joven muy atractiva y muy bien dotada, por lo que era imposible pasarla por alto. Así como el echo de que fuera hija de Izuku.

—Vamos chicos, es hora de regresar a clases —. Tanto el director como los maestros estuvieron de acuerdo que ese momento era solo de Izuku y su hija, ya que al parecer tenían mucho de que hablar. Además de que si era cierto que Izuku en el futuro murió, es obvio que la joven pelirroja estaría quebrada y con las emociones al límite al ver de nuevo a su padre.

Todos los presentes como no queriendo, tuvieron que abandonar el lugar, dejando a los dos jóvenes solos. Dónde Izuku solo dejo que la pelirroja lo abrazara mientras mojaba su cuello con lágrimas.

— Realmente no puedo creer que pude verte una vez más, no sabes cómo te extraño —. Al estar solos, la joven al fin pudo mostrar su rostro. Uno donde sus lágrimas bañaban sus mejillas y con los ojos rojos eh hinchados productos del llanto.

Izuku al ver ese rostro destrozado por las emociones, no dudo en limpiar todo rastro de lágrimas con los pulgares de sus manos mientras veía esos ojos esmeralda.

—¿Realmente soy tu padre? — Izumi no dudo ni un segundo en responder la pregunta, porque era verdad, le pesará a quien le pesará.

—Lo eres, eres mi amado padre y mi gran héroe de la esperanza — expresó con tanta devoción que logro encender una chispa de emoción en el corazón de Izuku. "Quizás saber que tengo una hija tan preciosa no sea tan mala idea" pensó sin saber todo lo que arrastraría dicho encuentro.

AL FINAL NO FUE LO QUE ES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora