AL FINAL NO FUE LO QUE ES

SOLO NO ME ODIES

Cuando todos los del salón de Izuku vieron que Izumi desapareció, el primero en reaccionar fue Katsuki quien se libro de las vendas como pudo y salto por la ventana para saber que rayos había pasado.

Shoto y Uraraca fueron los siguientes, quienes ocuparon su don para poder bajar rápido y correr hasta Izuku para saber que sucedió.

Pero cuando lograron llegar, solo notaron lo ido que estaba Izuku.

-¡Oye nerd, que rayos te dijo esa tipa! - el primero en explotar fue Katsuki, logrando que Izuku reaccionara y lo viera aún con lágrimas en los ojos y el corazón hecho pedazos.

- Solo quiero descansar, ¿Puedes acompañarme Ochako? - la mencionada se sorprendió pero aún así asintió.

Katsuki quería saber que rayos fue todo eso, pero Shoto le sujeto el brazo.

- En este momento Midoriya estará pasando por algo muy fuerte, no lo presiones, solo déjalo tranquilo - Katsuki jalo su brazo con fuerza antes de chasquear la lengua y caminar de regreso al salón, dejando a Shoto en el lugar.

Mientras que Izuku solo se dejaba guiar por Ochako, ya que aunque su mirada estaba puesta en frente de dónde pasaba, su mente estaba rebobinando una y otra vez lo que su hija le dijo sobre Katsuki y su nula casi amistad.

Dónde en el transcurso del camino y gracias a qué Ochako no lo interrogó ni hablo, logro unir bastantes hilos dónde cada vez todo tenía sentido y del como Katsuki y Kirishima se notaban con interés.

Pero es que, ¿Cómo no se dió cuenta antes? Pensó con reproche, luego recordó que él estaba enamorado de Katsuki y fue así como entendió, su amor lo cegó de ver más allá.

Los abrazos que Kirishima le daba a Katsuki de Bros, cuando ahora podía ver qué claramente eran camuflajeados y Eijiro no abrazaba a nadie más así y Katsuki jamás se dejaba tocar por nadie excepto Kirishima, las invitaciones a escalar montañas, unas que escucho del mismo Denki y como este se quejaba que no lo invitaron, o de las salidas a ver una película o a comer, incluso cuando iban a comprar ropa, ellos dos iban juntos.

- Vaya imbécil que fui - susurro al caer en cuenta que las señales las tuvo siempre presentes y él no lo noto hasta que su hija le dijo, era más que obvio que Katsuki jamás hizo nada de lo mencionado con nadie ni siquiera con él, con quién se supone estaba intentando recuperar su amistad de la infancia.

Ochako noto el leve temblor del cuerpo de Izuku, pero no le dijo nada solo siguió a su lado incluso cuando el pecoso empezó a hipear.

- Lo siento Izuku, no se que decirte para que dejes de llorar - susurro la castaña cuando por fin llegaron a la habitación del pecoso, dónde esté miro su puerta fijamente.

- Como sanas un corazón roto -

- Si yo pudiera te daría el mío para que no sufrieras - susurro al ver esos ojos vacíos y llenos de lágrimas.

Izuku sonrió antes de abrir su puerta y despedirse con un suave gracias para luego cerrar la puerta y caminar modo zombi hasta su cama y dejarse caer en ella para llorar una vez más por su amor frustrado y rechazado, aún cuando no se había confesado. Al final para que si ya sabía la respuesta.
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Así como la primera vez, aquella luz la cegó un par de segundos y cuando abrió los ojos pudo notar muros altos de concreto y un sonido constante de tip, tip, tip sin parar.

Miro aquellas porquerías que anulaban el quirk y supo que había regresado al futuro. Inhaló profundamente y alzó su rostro hacía el cielo antes de sentir como era apresada por unas jodidas enredaderas que poco a poco le hacían crujir los huesos.

-¡La tenemos, repito tenemos a la prófuga en el ala este del primer piso! - grito un guardia de elite por la radio, dónde bastaron cinco segundos para que los demás guardias y héroes fueran ahí.

Denki al verla no dudo en mandarle una fuerte descarga eléctrica que hizo que arqueara la espalda con fuerza y apretara los dientes en un intento de no complacer a ese bastardo con su dolor.

- Te prometo maldita porquería que de esta no te salvas - soltó Denki con rabia y coraje al agarrarla de sus cabellos negros y alzarla, pero en vez de que la joven se asustara, solo sonrió de lado, logrando que Denki frunciera el entrecejo. - Te parece gracioso, ¿No? Bueno, llevenla a la cámara de castigo y veremos si sigues riendo -.

Los guardias asintieron a la orden del héroe y se llevaron a Izumi arrastrandola, donde ella iba riendo en sus adentros por el simple hecho de que se había salido con la suya y eso nadie ni nada se lo quitaría.

Cuando fue aventada al frío suelo mugroso y lleno de ratas de aquel cuarto donde habían cadenas pegadas al techo, pared y suelo, así como sangre fresca y seca regada por doquier, sabía que ese bastardo de Kaminari la torturaria hasta casi morir.

Al ver que las mangueras de agua se abrieron, supo que esa tarde sería una muy pero muy larga y dolorosa, pero al recordar que por pocos minutos estuvo con Izuku una vez más, no importo, jamás pensó ni creyó poder viajar al pasado y cuando lo hizo no desaprovecho en cambiar algo que a muchos destruiría, pero poco le importaba, mientras él fuera feliz, con gusto daría todo, incluso su propia vida.