JungKook es un alfa joven.
TaeHyung un omega maduro e independiente.
Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas?
《 El destino no mintió cuando me advirt...
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¿En qué momento había permitido eso?
"—¿O crees que no es correcto que un cachorro sea amigo de un omega?
—Está bien, seamos amigos. "
Claro, fue ese instante cuando, sin saberlo, firmó su sentencia.
Tres semanas habían transcurrido desde el momento en que aceptó ser amigo de ese alfa. Las cuales habían estado llenas de... emociones diversas, podría llamarse.
JungKook acaparaba sus mañanas sonriéndole y haciéndolo sentir extraño. Odiaba que le gustara tanto ver ese gesto en el chico, como al sonreír arrugaba la nariz de manera tan tierna.
"—Hola Taehyung. —sonrió mientras le entregaba un termo con café recién preparado. —Oí que amas el café.
—JungKook... —su corazón se removió. "
Por su limitado tiempo, algunas veces no lograba hacer ni una taza de café en las mañanas, y el que vendían en la universidad, no era su favorito, pero desde que JungKook llegó, todas las mañanas, sin falta, tomaba un delicioso café casero y caliente, podía decir que incluso su humor mejoró desde que bebía su elixir.
Pero no solo eso...
"—TaeHyungie, ¿cómo estás? Escuché que tienes exámenes. —dijo entregándole una bolsa de gomitas de ositos. —Buena suerte.
TaeHyung sonrió y tomó el paquete de sus ositos de goma favoritos, amaba comerlos antes de sus exámenes, lo hacían sentir más despierto. "
JungKook era tan delicado, atento y amable, incluso cuando no estaba cerca de él, pues aunque TaeHyung no quisiera, el llamado destino era traicionero. Se encargaba de meter a JungKook en cualquier momento oportuno.
"—¡JungKookie!
—Hola Junnie. —cargó en brazos al sobrino de la secretaria del director.
Claro, porque el alfa también era excelente con los niños, quienes quedaban enamorados del buen chico que los hacía reír.
—TaeHyungie Hyung... —el niño también saludó al omega que estaba detrás de ellos.
—Hola. —le sonrió. —¿Podrías llamar a tu tía?
El niño asintió y bajó de los brazos de JungKook para correr.
—Hola Taehyung.
—¿Dónde están tus modales, cachorro? Se supone que soy mayor que tú. —habló llevando sus manos a sus caderas.
—¿Debería llamarte Hyung? —rieron. —Si yo dejo que sigas llamándome cachorro debería poder llamarte por tu nombre al menos.
Taehyung rodó los ojos, lo dejaría pasar, solo por hoy. "
