JungKook es un alfa joven.
TaeHyung un omega maduro e independiente.
Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas?
《 El destino no mintió cuando me advirt...
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Vacío.
¿Definición? Según internet es el recipiente o espacio que no contiene nada.
TaeHyung descubrió que era mucho más que eso. El vacío también era un sentimiento, podía sentirlo en lo profundo de su alma.
Era aterrador, frío y doloroso.
Siempre creyó tenerlo todo, probablemente así fue, pero cuando JungKook llegó a su vida lo multiplicó por mil, y cuando se fue, se lo llevó todo.
Las lágrimas no eran suficientes, el dolor no cesaba, el vacío era interminable. ¿Cómo podía seguir lidiando con esto?
Su lobo sufría, él también, todo a su alrededor parecía extrañar a JungKook. Todo era él.
3:00 am.
El frío estaba cubriendo todo su cuerpo, tenía la calefacción encendida, una manta encima y aun así parecía no terminarse.
No podía dormir, era doloroso, despertar y ver la realidad dolía.
"—¿Cómo está mi omega?
—JungKookie.
—Silencio Tae, estoy hablando con mi lobito favorito. —el pelinegro le dio una sonrisa.
TaeHyung rodó los ojos y se dejó mimar, al final tanto su omega como él estaban deseosos de las caricias de su alfa"
Sueños como esos se repetían sin parar en su cabeza, su descanso no llegaba. Estaba consciente de que su vida sin JungKook tenía que continuar, tenía lo necesario para levantarse y seguir adelante, y ese era el principal problema. Porque aunque lo tuviera todo, no quería nada si JungKook no estaba ahí para darle una sonrisa después de un día cansado.
Resignado a que no podría volver a dormir, se levantó de la cama, su omega estaba cansado, pues había dejado de insistir hace varias horas, o solo estaba demasiado deprimido como para salir a la luz.
Se puso las pantuflas, cuando estaba por salir de su habitación, el olor a café llegó a sus fosas nasales, guiado por el olor y siguiendo sus instintos, descubrió que en medio de todo el desastre que tenía, estaba una sudadera de JungKook.
La tomó y rápidamente la llevó a su rostro, su alma dolió, por anhelo y tristeza. Se la colocó y se aferró a ella, como si fuera el único rayo de luz en medio de un tormento.
Salió hacia la sala y encendió las luces, era un desastre, todo estaba mal acomodado, su sala era un fuerte de cosas perdidas, su comedor había algunos recipientes de comida rápida, su barra estaba llena de parásitos por la fruta echada a perder.
A JungKook no le gustaba el desastre.
Con el olor a café llenándolo, comenzó a recoger todo, la sala dejó de ser un revoltijo, aspiró la alfombra y acomodó los cojines, tiró los recipientes de la comida, limpió la cocina y tiró todo lo podrido.
