Primeras impresiones

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Tord sintió un tirón en el brazo y, en un parpadeo, se encontró siendo arrastrado hacia un lado, lejos de las chicas que lo acosaban.

–Ya estás lejos de tus "fans locas"– escuchó una voz, y al alzar la vista, vio a un chico con peculiaridad: en lugar de ojos, su rostro estaba adornado con grandes cuencas oscuras. Tord notó algo curioso: el chico era más bajo que él, algo que rara vez sucedía.

–Oh, eh, gracias...– Tord no sabía bien qué decir, pero no podía evitar sentirse agradecido.

–Thomas.– El chico le sonrió de manera sencilla, como si fuera algo completamente normal.

–Thomas.– Repitió Tord, asimilando el nombre. –Gracias, Thomas.– Se giró rápidamente, dirigiéndose hacia el aula, pero sin mirar atrás, deseoso de alejarse de aquellas chicas que parecían obsesionadas con él.

–Mimado.– Murmuró Thomas, pero Tord apenas lo escuchó, ya estaba demasiado lejos.

...

–¿En serio? ¡Qué suerte que hayas estado con él! Tom es una estrella.– Edd no podía ocultar su emoción mientras miraba a Tord, buscando alguna manera de acercarse a él.

–¡DEBERÍAMOS DECIRLE QUE SEA NUESTRO AMIGO!– Gritó Matt, levantando la voz y ganándose la atención de toda la clase, incluyendo la de Tord, quien solo lo miró con cara de incredulidad.

–Cállate, Matt.– Tom le dio una palmada en la espalda con cierta fuerza, como si estuviera acostumbrado a frenarlo.

–Perdón, Tim...– Matt murmuró, visiblemente apenado por el comentario.

Edd, sintiendo que ya no podía esperar más, se levantó y caminó hacia Tord con pasos inseguros, aunque decidido. Tord estaba absorto en su teléfono, pero de vez en cuando echaba un vistazo a su alrededor.

–Hola, ¿eres Tord, verdad?– Edd habló de manera tímida, con una ligera sonrisa en el rostro.

–Sí.– Tord respondió sin apartar la vista de la pantalla. –¿Qué necesitas?– levantó una ceja, medio interesado, pero también algo distante.

–No mucho... Solo quería saludarte.– Edd tartamudeó, un poco nervioso al no saber qué decir exactamente.

–Él solo quiere hablar contigo.– Interrumpió Tom, que ya estaba al tanto de la situación, apoyado de manera relajada en la mesa cercana.

Tord observó a Edd un momento, pero fue Tom quien llamó su atención. Tom no estaba impresionado por su apellido ni por ser "el hijo del millonario", y eso le resultaba refrescante. En cambio, Tom lo trataba como a cualquiera. Esto me gusta, pensó Tord. No necesito que me traten como una celebridad.

–Hmm, está bien.– Tord finalmente dejó su teléfono sobre la mesa y miró a Edd con una leve sonrisa. –Puedes quedarte un rato, podemos hablar.– Aunque no estaba buscando hacer amigos, no veía razón para ser grosero con alguien que solo quería charlar.

Edd asintió rápidamente, aliviado de que Tord no lo rechazara. Se sentó frente a él en silencio, aunque su nerviosismo era palpable.

Tom, que observaba en silencio, se dio cuenta de cómo Edd frotaba sus manos y se tensaba cada vez más.

–Bueno... eh...– Edd intentó romper el hielo. –Siempre he admirado cómo eres. Eres... tranquilo, nada de esas actitudes exageradas.– Se dio cuenta de que su cumplido sonaba algo torpe, pero no podía evitarlo.

Tord lo miró, un poco confundido. –¿Tranquilo?– Repitió, sin saber si era un cumplido o solo un comentario sin sentido.

–Sí, eso...– Edd intentó explicar, pero parecía que se había perdido en sus propias palabras. –Eres... alguien con clase, no te dejas arrastrar por los demás. ¿Podemos ser amigos?– Finalizó, en un intento de darle algún sentido a lo que había dicho.

Tord lo miró por un momento, luego a Tom, quien parecía también algo desconcertado por la situación. No sabía si Edd estaba nervioso por su presencia o si realmente lo estaba admirando. De todas formas, Tord no tenía ganas de rechazarlo. Es raro... pero al menos es sincero. Pensó.

–Amigos, ¿eh?– Tord reflexionó un momento. –Bueno, supongo que podemos serlo.– Le dio una leve sonrisa, no muy convencido, pero sin intención de ser grosero.

–¡Genial!– Edd exhaló, aliviado, mientras su rostro se iluminaba por la emoción. –Estaba seguro de que podríamos llevarnos bien.

Justo en ese momento, una chica se acercó a Tord, sonriendo ampliamente mientras le decía en noruego:

–Hallo, Tordy.– Con un movimiento inesperado, envolvió su brazo alrededor de su cuello de manera demasiado familiar.

–Por favor, no me toques.– Tord intentó apartar su brazo con delicadeza, pero sin mucho éxito.

–Vet du at jeg elsker deg så mye? (¿Sabías que te amo mucho?)– Susurró al oído de Tord, pero él se mostró completamente imperturbable.

–Suéltame.– Tord retiró el brazo con brusquedad. –No quiero que te acerques a mí. En mi vida.– Miró a la chica con desdén, y ella, claramente molesta, lo soltó y se alejó, echando una última mirada furiosa.

–Elizabeth...– Tom comentó con una sonrisa divertida. –Parece que eres el primero que no cae en sus encantos.

–¿Encantos?– Tord soltó una risa burlona. –Esos "encantos" son lo último que necesito.– Respondió con sarcasmo, mientras las chicas murmuraban entre ellas, claramente frustradas. Y así, Tord volvió a centrarse en su conversación con Edd y Tom.

Sé que no es mucha la diferencia...

In Another School | TordTomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora