III

51 12 1
                                    

Soobin

Al llegar a casa, comencé a re-capitular la situación que había ocurrido momentos atrás.

¿Acababa de decirle a ese chico que iba a esperarlo mañana? No puede ser.

Parecía un sueño el hecho de encontrar a alguien tan carismático y amable como lo era Huening Kai. Sinceramente, sentía una conexión entre nosotros, como si ambos nos complementarámos tan bien que ni siquiera tuvimos que tomarnos un tiempo ridículamente largo lleno de incómodos silencios para poder entrar en confianza. Aunque suene vergonzoso, debo admitir que me encanta totalmente.
Sin embargo, ya me encuentro mirando a alguien más.

Choi Yeonjun, mi amigo de la infancia, es el chico que me gusta y la razón de que dudara de mi sexualidad como nadie por muchísimo tiempo.

Hablando del rey de Roma, recibí una llamada de Yeonjun preguntando si quería salir en la tarde para jugar unos juegos y tomar algo por ahí. Aunque moría por ir a cumplir esos planes con el mayor, ya tenía algo más que hacer y no podía cancelarlo. Cabe recalcar que hasta ese punto, únicamente Yeonjun mi madre sabían que ocacionalmente me presentaba en el parque.
La razón para ello, era que prefería que eso fuese algo mío y de nadie más. Pero no podía ocultárselo a Yeon, después de todo, él era el chico que amaba. Aunque no le contaría sobre Huening Kai, quería tener un amigo fuera de Junnie al menos por un tiempo y luego se lo presentaría cuando sea el momento indicado.

―Lo siento Junnie, ya tengo cosas que hacer.

―¿A qué te refieres? ¿Puedo ir contigo?

―Ah- es algo aburrido y no creo que te guste, lo siento.

―No te preocupes por eso, cualquier cosa que pueda hacer contigo es divertido ―Yeonjun parecía emocionado a través de la línea por lo que no podía negarse. Antes de dar una respuesta clara, suspiré un poco. Al parecer, no tenía más opción que presentarle a su nuevo amigo y aunque no le agradaba la idea, había planeado algo para no tener hacerlo.―

―Está bien, puedes venir. Te veo mañana en el parque en la zona que está cerca de la fuente a las tres.

―¡Bien! Estaré ahí entonces, ¿necesito llevar algo?

―Trae una botella de agua, la vas a necesitar si quieres quedarte hasta el final.

―Ok, te veo en un par de horas ―dijo Yeonjun para luego cortar la llamada.―

Genial, ahora tendría que ver la forma de que Yeonjun se fuera antes de que hueningkai llegara.

Después de pensar durante unos minutos sobre cómo hacer que Yeonjun quisiera irse voluntariamente antes de que viera a hueningkai y así evitar que por ahora se conocieran, creí que podría decirle que el plan se cancelaba porque no me sentía bien, pero él querría venir a cuidarme. Así que como segunda opción, preparé unas lanas con agujas y tejería debajo del árbol más grande que encontrara una linda bufanda hasta que Yeonjun se cansara y se fuera. De igual forma, llevaría mi guitarra conmigo, aunque no sabía en donde dejarla.

Llegó la hora acordada y salí de la casa. Era una tarde calurosa pero no sofocante, al menos era cómodo salir.
Nos encontramos cerca de la fuente y nos sentamos debajo la sombra de un árbol gigante, como había planeado antes. Saqué la lana y el par de agujas para comenzar a tejer. Sabía lo básico como para tirarme horas haciendo cadenas anchas y luego unirlas. Era impráctico y bastante tardado hacerlo de esa forma, pero eso es justo lo que estaba buscando.

―Estoy aburrido Bin, ¿podemos hacer otra cosa?

―Lo siento Junnie, te dije que no te gustaría.

Yeonjun hizo un pequeño puchero con los labios y miró a su al rededor encontrando mi guitarra a un lado del árbol.

La sencillez de tus acordes (Sookai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora