XII

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Soobin

Las clases comenzaron para Kai. Se suponía que para mi también, pero decidí tomarme un año sabático para poder organizar mis ideas sobre el futuro.

Volví a dar mis shows en el parque, pero esta vez con ganas de juntar un poco de dinero para ayudar aunque sea un poco a mi madre para pagar mis estudios. Cada vez más gente se acercaba a verme e incluso me preguntaban si publicaba mi música en alguna página de stream. De pronto, un hombre se acercó a mí un poco después de terminar mi actuación; dijo que era un mánager de artistas emergentes en busca de un nuevo talento y que vió mucho potencial en mí. Luego me propuso audicionar en la empresa donde él trabajaba, a lo que yo le pedí un tiempo para pensar.

Todo se sentía tan irreal, estaba saliendo con el chico que me gustaba, comenzaba a ser más reconocido por mi música, ¿qué más podría pedir?

Al ver la hora, corrí hasta la escuela de Kai para recogerlo. Era algo que hacíamos a veces y que ambos disfrutábamos mucho. Me alegraba verlo salir de las clases con sus nuevos amigos, también amaba la sonrisa que ponía al verme y el abrazo que nos dábamos al momento en que estuviéramos lo suficientemente cerca.
Un par de calles antes de llegar a su casa, le comenté sobre el caza talentos que visitó mi show ese día.

―¿Lo estás diciendo en serio? ―Dijo Kai más emocionado de lo que yo estaba.

―Si, él dijo que no estaría mal presentarme.

―¿Y vas a ir?

―Eso creo, primero tengo que hablarlo con mis padres

―Lo entiendo. De seguro todo irá bien con la audición, Binnie ―Sonrió de la manera más hermosa que pude haber visto.
Poco después, llegamos a su casa y lo saludé con un corto beso en los labios para luego irme.

Antes de llegar a casa, recibí una llamada de Yeonjun diciendo si quería salir con él y Beomgyu, su ahora novio a tomar unos tragos por la noche en un bar que solíamos frecuentar juntos.
No lo vi como una mala idea, así que acepté y fui rápidamente hasta mi destino principal para arreglarme y así volver a salir.
Al llegar al bar, le avisé a Kai que dudaba poder contestarle el resto de la noche, cuando él respondió, le deseé las buenas noches y comencé a beber.
Beomgyu estaba fumando algo que no parecía un cigarrillo. Yeonjun dijo que probara un poco mientras me acercaba uno de esos. Di una calada, luego otra y otra más. Me sentía en las nubes, estaba tan relajado que olvidé por completo mis preocupaciones por el futuro.

―¿Qué se supone que es esto, Beomgyu?

―Oh, esto es marihuana. ―Dijo de la forma más tranquila que pude haber visto.

―Ah... ya veo... ―me quedé en silencio hasta darme cuenta de sus palabras― ¡¿Que es qué?! ―un golpe de realidad cayó sobre mí, haciendo que me dieran ganas de vomitar todo el alcohol que llevaba dentro.

―¿A qué te refieres con eso, Soobin? Casi te terminas el cigarro, ¿y ahora te sorprendes por eso? ―Dijo mi amigo de la infancia mientras daba una calada más.

―En eso tienes razón...

Yeonjun sonrió limitándose a darme otro cigarrillo, el cuál yo recibí y con un poco de recelo le di una calada algo más larga que la anterior. Luego de eso, todo se volvió negro.

(• • •)

Al día siguiente, desperté en la cama de Yeonjun. Él estaba besándose con Beomgyu conmigo al lado. El menor estaba sentado encima de mi amigo mientras ambos jadeaban. Podía escuchar a Beomgyu decir en susurros ―¿Y si Soobin despierta? ― a lo que Yeonjun respondía ―Estaba muy drogado anoche, dudo que despierte ahora.

La sencillez de tus acordes (Sookai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora