SEVEN

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30 de marzo del 2010

¿Cómo esta Haruchiyo? - ¡Qué demonios!, como se le ocurre preguntar eso, haciendo que mi sangre hierva de la ira, por lo que acaba de preguntar.

Giro mi cabeza drásticamente para poder decirle sus verdades, pero me quedo callado cuando veo que pone una cara de "qué diablos acabo de decir", eso hace que una carcajada salga de mi boca, nunca en mi vida imagine al gran Sano Manjiro con ese tipo de boca.

Oye por favor no te rías. - veo como me grita con un gran sonrojo en su cara.

Es que en este momento tienes una cara de idiota. -le digo mientras mi risa se oye más fuerte.

Sera mejor que te calles en este momento, porque si no te golpeare. - no puedo distinguir si su cara esta roja del coraje o de la vergüenza, pero realmente no puedo evitar que mi risa se oiga mucho más fuerte, grave error porque de repente siento una patada en mi estómago que me deja sin aire.

Si me asesinas Haruchiyo no estará feliz. - le digo mientras trato de recuperar el aire.

Lo siento, estoy tratando de arreglar esto con mi psicóloga. - me dice mientras me muestra una sonrisa de satisfacción.

Quien es tu psicóloga, no creo que este haciendo un buen trabajo. - cuando le digo eso, su sonrisa de satisfacción se convierte en una sonrisa de maldad pura, un escalofrío recorre mi espalda siento que acabo de cometer un gran error.

Tú crees, le diré a mi psicóloga Olga, a lo mejor tú le puedes dar unos consejos. - me acomodo rápidamente. - La próxima semana me toca cita con ella, se lo diré cuando se termine la sesión tal vez, ¿tú le podrías dar unos consejos verdad?

Ni si te ocurra. - le digo rápidamente. - Tú quieres que Olga me mate verdad? -el solo encoge sus hombros, como si fuera una persona inocente.

Tú eres el que dijo que no está haciendo un buen trabajo. – me dice todavía con su sonrisa de maldad.

Tú no sabes de lo que es capaz cuando está enojada, cuando éramos chicos ella fue capaz de derrotar a 5 chicos alfa ella sola, teniendo solo 12 años - le tomo de los hombros para convencerlo, veo como ahora él es que se ríe a carcajadas por mi reacción.

Es obvio que no le voy a decir. - al final él se zafa de mi agarre. - Y si lo sé solo con su mirada.

Después de ese momento, nos volvemos a quedar en un silencio muy incómodo para los dos, entonces recuerdo la pregunta que me hizo al principio "¿Cómo esta Haruchiyo?".

¿Por qué te importa saber cómo esta Haru? – quiero saber la respuesta tengo que proteger a Haruchiyo y a mi futuro bebe. - Si bien, no más recuerdo tú fuiste el que corto cualquier relación con él por teléfono, cuando él te dio la oportunidad de hablarlo tú te negaste. - veo como baja su cara llena de vergüenza.

Dime tu que hubieras hecho en mi lugar, después de que el casi se suicida por mi culpa. - me grita mientras cierra ambas manos con mucha fuerza. - Con qué cara querías que lo viera, e incluso cuando se quedó en mi casa solo una vez cruzamos palabra. - poder ver su cara de tristeza y de impotencia me deja pensando si de verdad vale la pena hablar de Haruchiyo.

Estamos muy bien. - es lo único que sale de mi boca. - Estamos viviendo en el departamento que su mama compro hace 3 años. - empiezo hablar. - Regresamos hace unos años a Japón.

Lo sé, Emma me lo dijo. - me interrumpe en la conversación. – Haru, ya no tuvo más "ataques". -

Uno que otro, pero no tan fuertes como el primero. - le comento con un tono frio recordando sus ataques de llantos y los de auto desprecio que solía tener, las noches en las que él no podía dormir, por las pesadillas constantes que tenía después del ataque de Mikey y todo el daño emocional que Takeomi le dio- En Los ángeles encontramos un muy buen psiquiatra. -