22

245 11 18
                                    

25 DE JUNIO DEL 2010

De verdad tienes unos muy buenos pulmones. – digo, mientras empiezo a mecer a mi hermosa Sayuri para que ya no llore más, pero no logro calmarla y me empiezo a sentir más mortificado por ella, pues su carita ya se está poniendo roja de tanto llanto.

Sabe señor una forma de poder calmar al bebe son las feromonas de la "madre". – la enfermera empieza a decirme esa tontería con una sonrisa en su cara, haciendo que me moleste más de lo que estoy.

De verdad crees que no lo intento. – no he podido dormir a mi pequeña niña en casi 3 días y yo tampoco, mi humor en este momento no es el mejor. – Dígame señorita enfermera, acaso es usted estúpida o no hace bien su trabajo- solo puedo ver como tiembla una poco por cómo le hable. - Acaso leen los historiales médicos, no tengo una gandula de feromonas y así que no son tan fuertes como uno quisiera.

La enfermera rápidamente, empezó a balbucear por lo que acabo de decir.

Disculpe, no era mi intención y-y-yo no sabía. – ella solo hace un pequeño dogeza. - Pero si su glándula tal vez su esposo pueda venir ayudarlo, ¿ya sabes el corredor de MotoGp?

¿Está hablando de Mikey?, como demonios sabe que es un corredor de motociclista. – ¿Disculpe?

Si el joven Sano, no puedo creer que sea su esposo, que envidia él es tan guapo, pero usted ni su hija se quedan atrás de verdad, además también he visto su canal de YouTube. - yo la detengo de inmediato.

Gracias por que te guste mi contenido, pero te tengo que decir sinceramente que Mikey no es mi esposo, ni mi novio, ni el padre de mi hija es solo mi amigo, el amor de mi vida falleció hace unos meses. - la enfermera empezó a sudar en frío cuando empiezo a hablar. - Así que hazme el maldito favor de salir de mi cuarto, gracias.

Ella sale corriendo por el miedo de que le fuera a lanzar el vaso de agua que tengo aun lado mío, en serio ganas no me faltaron, lo único bueno es que Sayuri se calmó un poco porque por fin logre esparcí las feromonas suficientes para que dejara de llorar y que por fin se durmiera, tal vez es hora de descansar un momento.

Eres tan hermosa. - digo mientras paso mis manos alrededor de su carita. - Dime mi niña preciosa crees que de verdad pueda cuidarte, ni siquiera puedo hacer que dejes de llorar.

Cuando tenías su edad te la pasabas llorando también era realmente fastidioso. – Me estremezco cuando alguien habla desde la puerta, no quiero voltear, no necesito voltear para ver quién es la persona que vino a visitarme. - Que no vas a saludar a tu hermano mayor.

No se te de que estas hablando Takeomi, los únicos "hermanos mayores" que tengo son Shinichiro y Wakasa. - verlo hay parado muy quitado de la pena hace que una gran ira entre dentro mío. - Tú te quitaste ese título hace mucho tiempo, ¿además que haces aquí?

Nada, solo quiero ver a mi sobrino. - él se empieza acercar, pero yo trato de ocultar a Sayuri lo más rápido posible. –

No te acerques. - digo en voz alta, para que Takeomi se pare en seco. - NO te quiero cerca de mí, no te quiero cerca de mi hija, no quiero que la veas, ni siquiera que respires su mismo aire, así que te pido que largues de aquí.

Puedo ver cómo pone una sonrisa burlona por lo que acabo de decir, pero no se mueve en lo absoluto.

O vamos Haruchiyo no deberías de ser tan infantil. - cuando me dice eso me quedo completamente callado como que sigo siendo tan "infantil".- Eso paso hace mucho tiempo.

De qué demonios hablas. - trato de calmarme por lo que me está diciendo, además tengo a mi bebe en mis brazos. - Por qué dices que soy infantil.

Vamos Haruchiyo ya tienes 19 años es hora de que madures un poco, además todo eso paso en nuestra infancia deberías superarlo, yo ya lo superé lo que me hiciste a mí. – lo dice tan calmado que no lo puedo creer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 01, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SEVENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora