SEVEN

15

Vi a Mikey el día de hoy. – Cuando Nana menciona ese nombre, el nombre de la persona que bloque en estos últimos 3 años.

Siento como todos los recuerdos de esa noche se amontonan en mi cabeza, el olor de un árbol de cedro, el tacto frio de sus manos en mi cuerpo, sus ojos tan oscuros como la noche y por ultimo esas frías palabras "ENTIENDE HARUCHIYO NADIEN TE AMA Y NADIEN LO HARA".

Haru, que pasa estas temblando. – la voz de Nana me saca de mi trance y noto como mis manos tiemblan sin cesar, me abraza más fuerte para poder rodearme de su aroma a naranja. - Haru, calma estas seguro, yo estoy aquí. - siento sus besos en mis mejillas y como acaricia mi vientre. - Si no quieres hablar de él lo entiendo. – me susurra en mi oído. - tocaremos el tema cuando estés más calmado sí. - me sigue haciendo cariños hasta que empiezo a sentir mis ojos pesados hasta quedar dormido.

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En serio Manjiro te hizo eso. - la voz de mi mama se escuchada sorprendía cuando le conto todo lo que paso entre Mikey y yo. – De verdad nunca pensé que te haría algo así. - empieza a negar con su cabeza. - En serio desde el accidente de la cara debí venir por ti. -me acaricia mis mejillas para poder sentirme más seguro con ella. – No sé en qué momento se habrá vuelta tan agresivo contra ti, si cuando eran chiquitos de verdad se veía enamorado de ti.

¿QUE? - Me sorprendió lo último que me dice. - De donde sacas eso mama? - se me queda viendo un poco sorprendida y luego suelta una risita.

Es que eran muy pequeños para notarlo, ¿pero en serio nunca te diste cuenta del porque no tenías más amigos hombres cuando eras pequeño? - trato de hacer memoria de mi infancia.

Pues nunca me llevaba bien con ellos, por eso prefería juntarme más con las niñas o con Baji. - digo recordando un poco más mi infancia, pero mi mama vuelve a soltar su risa.

Los niños casi no se te acercaban porque Manjiro los asustaba. – Debí poner una cara muy graciosa porque mi mama no paraba de reírse. - Nunca te diste cuenta Haru.

No claro que no, los niños casi nunca se juntaban conmigo por ser demasiado aburrido. - le digo mientras balbuceo, siento mi cara completamente roja.

Haru. - me habla para que la voltee a ver. - dime quien era el único niño que no le temía a Mikey – esa afirmación hace que abra los ojos de sorpresa, pues la respuesta es bastante obvia. -

Baji. - es lo único que sale de mis labios.

Exacto. - dice soltando una sonrisa alegre. - Manjiro de verdad era celoso, siempre que te llevaba a la guardería él estaba esperando a que llegaras para poder tomar tu mano y arrastrarte a la entrada para que pudieran jugar juntos.

Eso no puede ser cierto. - le digo un poco alterado, después de descubrir esa verdad.

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Mikey. - de repente otro recuerda llega a mis sueños. - Puedo dormir contigo. - o claro que recuerdo esta noche, es cuando Takeomi nos trajo a dormir a la casa de los Sanos después de que mi Mama nos abandonó para que pudiera cumplir su sueño de ser actriz en los Ángeles.