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28 de mayo del 2010

Otra vez, estoy parando aquí en frente del departamento donde solía vivir con Nana, donde ambos teníamos la vida planeada.

No puedo. - me sale la voz un poco temblorosa. - No puedo hacerlo hoy, tal vez la próxima semana.

Vamos Haru. - Hiwa me toma de los hombros. - No podemos seguir posponiendo esto, tenemos que empezar a sacar la ropa y las cosas que ya no vamos a necesitar. - Me trata de dar una sonrisa cálida, pero también puedo notar su tristeza en sus ojos.

Si quieren yo abro la purta. - Mikey por primera vez habla, pero yo niego fuertemente. - Ok en cualquier cosa estoy aquí. - el solo me regala una sonrisa cálida, le trato de devolver la sonrisa, pero sé que es falsa.

No te preocupes yo tengo que hacerlo. - suelto un suspiro profundo.- Es una forma de empezar a superar.

Decido entonces poner la llave para poder entrar, y lo primero que siento es su aroma, el delicioso aroma a Naranja de Nana. Entro lentamente y puedo notar como los muebles están llenos de polvo, nuestros retratos, los muebles que compramos, los libros que el solía leer estaban olvidados en una esquina.

Haruchiyo, por donde quieres que empecemos a limpiar. - Hiwa se acerca a mí, me da un pequeño golpe en el hombro para llamar mi atención.

Tal vez por la cocina, tenemos que tirar todo lo del refrigerador. - ambos asienten y se dirigen a la cocina, pero cuando estoy dispuesto a caminar hacia donde están ellos me detengo en la puerta de nuestra habitación, inconscientemente me dirijo hacia esta.

El abrirlo, me llena de tanta nostalgia, y no solo a mi pues la pequeña Sayuri tan bien empieza a moverse fuertemente, tal vez piensa que ya viniste a visitarnos Nana, me adentro lentamente y no puedo evitar sentir nostalgia.

Veo tu bufanda de color roja en un nuestro buro junto con mis maquillajes, mis revistas y tus libros en el piso.

"Nana, me dejas pintarte". - le digo con una gran sonrisa. - "Te verás hermoso te lo juro". - le digo mientras él está acostado en la cama.

"Haru, tal vez en la boda te deje pintarme". - me dice mientras me toma de la cintura, para poder acomodarme mejor en la cama. - "Además ya no confió mucho en ti, recuerda que la última vez me dejaste como un payaso". - ambos nos reímos fuertemente al recordar esos viejos momentos. -

"Pero mejore mucho". - digo mientras le aprieto las mejillas. - "Tú has visto las obras de arte que hago ahora y además eras el payaso más sexy que haya visto".- él se vuelve a reír y me da un beso en la frente.

Me acuesto en su lugar de la cama, me siento tan relajado en estos momentos, tal vez es el olor de Nana o los lindos recuerdos que tengo con él lentamente cierro los ojos pues lo siento tan pesados.

"Cuando quieres casarte".- me dice con una voz ronca, ambos nos encontramos desnudos en la cama.- "Estaba pensando que en Julio o en Diciembre.- me acomodo mejor en su pecho.- "Realmente no me importa solo quiero estar contigo te amo mucho.-

"Haruchiyo, te amo nunca lo olvides, aunque no esté contigo te amare por siempre".- mi corazón empezó a doler y el solo me abrazo más fuerte.

"Por qué me dices eso". - no recuerdo esta conversación. - "Tu no me vas a dejar, me lo prometiste". - de la rabia, siento que le voy a pegar, cuando estoy dispuesto a levantar las manos el me sostiene fuertemente de las muñecas. -

"Y lo voy a cumplir, pero no como pensamos". - el me abraza nuevamente. - "Te amo, de verdad te amo demasiado, lo siento tanto por no poder estar con ustedes dos"

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