24 de abril de 2020, 11:57 p.m.
Hoy, como muchas otras veces, me acosté simplemente a ver el techo de mi habitación. Como muchas otras veces a pensar y traer de vuelta a mi mente recuerdos que mezclo con historias creadas por mí mismo en el momento que ocurrieron. Sí, son recuerdos inconclusos; recuerdos que, con el trascurso del tiempo, empiezo a pensar que solo es mi imaginación haciéndome recordar sucesos que no lograron ser. Aquellos sucesos que por más que lo desee nunca lograrán cruzar del techo de mi habitación.
Aún tengo en mí esas ganas de lograrlo sin la ayuda de mi mente. Crear mis propios recuerdos fuera de estas cuatro paredes, construir una barricada de autoestima que me ayude a detener la complicidad de mi mente con mis miedos e inseguridades. Miedos que nutren a mi imaginación a crear eventos que me vuelven una persona tan dubitativa frente a cualquier situación. Situaciones que se desmoronan frente a mis ojos por la inseguridad de actuar. Ojos ya exhaustos de tratar de ver más allá del techo de mi habitación.
Puede que mi techo sea obra de mi imaginación. Un simple bloqueo que ella diseñó para su supervivencia, o solamente sea yo imaginándome todo esto por la sencilla razón de ver finales buenos en mis recuerdos inconclusos y no sentirme mal con eso. Aun siendo esto cierto, entonces ¿Por qué me sigo sintiendo mal?...
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Pensamientos Nocturnos | [Colección de escritos]
De TodoEste es un recopilatorio de pequeños escritos que hice durante poco más de dos años en los que la depresión me tenía como prisionero. Fue con estos escritos que me involucré de lleno con el mundo literario. La escritura como terapia y la lectura com...