VII

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🍯

Si Hoseok pudiera describir cómo se encontraba Yoongi en estos dos semanas se pudiera decir que fatal. Desde que prueba el primer bocado del desayuno las ganas de vomitar están en su punto, el antojo de algo que jamás a probado están ahí casi siempre y un poco de mareo cada vez que se levanta.

Se estaba preocupando porque, ver a su novio arrodillado en el inodoro mientras trataba de calmarse le asustaba mucho. Le insistió ir a ver un médico pero el pelinaranja se negó hacerlo, tenía que ver cómo marchaba sus negocios en el pueblo pero la debilidad en su cuerpo le estaba negando ir, Hoseok no le permitió ir esa vez.

Cómo pudo se llevó casi arrastrando a Yoongi ir al médico, ambos iban en el coche con un Yoongi malhumorado diciéndole a cada rato que estaba mucho mejor, cosa que el menor no le creyó tenía que decírselo un profesional. El médico lo revisó de pies a cabeza, preguntó sobre si se estaba alimentando bien y cuando comenzaron los malestares, también preguntando si ambos eran pareja y cuando fue su último encuentro sexual. Finalmente terminaron revisando a Hoseok y realizándole una prueba de sangre, al principio estaba algo confundido y al final entendió el porqué. Mañana tendrían resultados.

Hoseok pidió ser el único que recogería los resultados, con los nervios de punta y las manos sudorosas tomó el sobre que le había extendido la enfermera. Al abrirlo se encontró con un resultado que lo hizo palidecer. Tendría un bebé.

Con el corazón tan acelerado y las piernas temblorosas entró a su casa, suponía que Yoongi aún no había llegado pero imagino mal, estaba sentado en unas de las sillas del comedor con los lentes de aumento puestos observando detalladamente aquel papel, eran importantes. No quería ser muy ruidoso algo que también le salió mal porque Yoongi levantó la mirada y levantándose rápidamente con curiosidad.

—¿Tienes los resultados del estudio, amor?— con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas se acercó a él. Hoseok siguió sin decir nada—. ¿Ocurre algo?

El menor suspiro tratando de darle el sobre o decírselo, optó por darle el sobre con los ojos cerrados. Yoongi lo abrió sin entender el comportamiento de su novio, leyó con mucha atención y levantó la mirada de golpe. Hoseok seguía con los ojos cerrados.

—Hoseok...

—Yo...

Silencio total.

—P-perdoname— su voz se quebró, tapó su rostro con ambas manos tratando de no llorar. Nada podía salirme bien hoy, tal vez.

Yoongi se acercó a él abrazándolo con fuerza besando su cuello, el joven quitó sus manos para poder abrazar mejor a su novio. Pudo sentir la sonrisa que se formaba en su rostro del pelinaranja.

—Voy a ser papá. Mi amor, vamos a tener un bebé— separándose de él lo tomó de las mejillas, sonrió—. Soy el hombre más feliz del mundo, tendré un bebé con el amor de mi vida.

Hoseok lloro aún más al notar la emoción de Yoongi, besándose con dulzura y después abrazarse como anteriormente. Recargó su cabeza en el hombro del contrario, estaba tan emocionado.

Frente al espejo observo su vientre aún plano, y después comenzó a imaginarse cómo se miraría aún más grande y su corazón se sintió tan cálido. Había deseado esto, ahora que se ha hecho realidad no podía creerlo aún. Un pequeño bebé con los mismos ojos gatunos, nariz de botón y piel pálida como su padre, pero también con varios rasgos de él. Una hermosa combinación de ambos. Sus manos cosquilleaban imaginando al pequeño.

Los ascos y los demás síntomas estaban desapareciendo a los dos primeros meses, el vientre de Hoseok iba creciendo un poquito. Yoongi amaba acariciarlo y hablar con él aunque el menor le decía que aún era un feto, no le importo y siguió hablando. Semillita de girasol lo llamó.

La habitación que era de "bodega" se fue transformando en la habitación de su bebé, para Hoseok era algo muy pronto pero para Yoongi era necesario iniciar. Realmente no sabían que podría ser pero para eso decidieron pintar las paredes de un color morado con dibujos de animalitos, los muebles fueron creados por Yoongi, quien no dudó en hacerlos, detrás de la casa con un mandil de cuero y varias herramientas que fueron prestadas gracias a Seokjin, su amigo y socio. Iniciando donde guardaría la ropita, otro mueble un poco más grande donde iría todos sus peluches, juguetes y sus productos de higiene, y por último su cuna, era alta y grande perfecto para que su bebé no pudiese caerse si este se levantará. Mientras realizaba el último mencionado Hoseok lo observaba desde adentro de la casa, dándose cuenta que se había enamorado del hombre perfecto.

Yoongi es un buen padre.

Besos de miel | YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora