XIII

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—Hobi, creí que no vendrías— su sonrisa se extendió en todo su rostro, sus mejillas estaban coloradas por el sol.

—Te debo una disculpa si tarde un poco, Tae, pero es que no es nada fácil tener a un pequeñito de nueve meses dentro de mí— Taehyung soltó una carcajada y se acercó a él acariciando el enorme vientre.

—No te preocupes yo puedo entenderlo muy bien— dio un ligero beso sobre de él—. Parece que está apunto de reventar.

Taehyung, ese chico simpático de sonrisa cuadrada y cabello rizado de color azabache. Era su amigo desde que Hoseok tenía seis y Taehyung cinco años, eran inseparables y se contaban absolutamente todo, dejaron de hablar cuando Hoseok se había ido a otro pueblo y volvieron a su amistad cuando el mayor se independizó, incluso, Taehyung fue quien le ayudó a encontrar la casita que ahora estaba viviendo con Yoongi.

Él siempre había estado enamorado de Jimin pero este definitivamente no sentía absolutamente nada, siempre le había dicho sobre que lo miraba como un amigo, pero se propuso de lucha por el amor del rubio hasta que por fin lo había logrado. Pasando los meses Jimin se convirtió en su novio y ahora celebraban su quito mes de noviazgo, decidiendo así hacer una pequeña reunión entre todos sus amigos. Hoseok llegó solo, el trabajo estaba consumiendo de más a Yoongi, por el cual, minutos después llegó Namjoon cuidando del muchacho por se algo podría suceder mientras Yoongi no estaba.

El ambiente era agradable, acogedor y muy divertida. Hoseok pudo conocer a Jimin e interactuar con él. Definitivamente le agrado demasiado, tanto que se hablaban como si fuesen amigos de toda la vida. Antes de dar su primer bocado al pastel de chocolate que había preparado Jimin sintió un pequeño malestar en el vientre, y después otro que se hizo un poco más agudo y luego otro donde no aguanto más y comenzó a gritar asustando a todos los presentes.

Jungkook venía en camino.

Namjoon ayudaba a Hoseok a respirar, las contracciones se hacían cada vez más insoportables a tal grado de hacerlo llorar. Taehyung llamaba con desesperación a Yoongi, quien después de dos llamadas más atendió y con preocupación salió corriendo de la oficina dejando confundidos a los empleados.

Llegando a la casa de Taehyung mirando a Hoseok sobre el piso tomando la mano de Namjoon y tratando de soportar el dolor, trato de levantarlo y caminar con él en brazos llevándolo a su auto, estaba algo asustado por la llegada de su bebé, los demás dijeron que lo alcanzarían al hospital cercano al pueblo. Algo que lo calmaba era aquello, que el hospital no estaba muy lejos.

Llegaron pidiendo urgencias, llevando al menor en una camilla mientras sostenía la mano de Yoongi.

—No te vayas de mi lado, por favor, amor— exclamó Hoseok entre lágrimas.

—No lo haré, mi vida, estoy aquí contigo— beso su mano caminando a paso rápido hacia el quirófano.

Preparando a Hoseok para el parto, Yoongi colocándose todo también para poder entrar. La desesperación de tener a Yoongi a su lado estaba siendo muy difícil para los médicos, exigiendo que no le hicieran nada si no estaba su prometido con él. Finalmente Yoongi se quedó en todo el proceso del parto.

Inmediatamente un llanto llamó la atención del mayor. Oficialmente Min Jungkook había llegado a este mundo. Una de las enfermeras envolvió al bebé en una manta azul entregándoselo a Yoongi, este lo tomó en brazos, estaba temblando, nervioso y con ganas de querer romperse a llorar al ver a su hermoso bebé frente a él. Con uno de sus dedos acarició su diminuta mejilla y le dio un delicado beso en su frente.

—Mi hijo, mi jungkookie— se limpió sus lágrimas con una sola mano, se acercó a Hoseok para que pudiese ver a su bebé.

Con los ojos cansados miro al pequeño haciendo balbuceos con su boquita, Hoseok también le dio un pequeño beso en sus mejillas y sonrió para Yoongi.

—Nuestro pequeño bebé es precioso— el pelinaranja se acercó ahora a Hoseok dándole un beso en sus labios—. Gracias por darme una hermosa familia.

—Gracias a ti— fue lo único que dijo, se sentía demasiado agotado.

La enfermera le indicó que debía llevar a Hoseok a una habitación así que tenía que retirarse al igual que llevarse al bebé para bañarlo y dárselo después a sus padres.

Hoy definitivamente era el mejor día de su vida.

Besos de miel | YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora