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pendiente de ella. Habían noches que inclusive se quedaba a dormir: veían películas, hacían juegos o lecturas terroríficas. Una de esas noches, Laila tuvo un ataque de ansiedad e Ismael estuvo allí para ayudarle a calmar, hicieron juntos unos ejercicios de respiración y un poco de meditación, los resultados fueron maravillosos.

Cuando ella estuvo mejor, él le preguntó qué tan frecuentes eran aquellos ataques.

Laila,  lo miró, luego  le dijo: –no estoy muy segura no siempre son iguales.---

Ismael le preguntó: –¿Cuál es su variante?. –

Ella suspiró para entonces responder:

–Usualmente los ataques de ansiedad o de pánico no están solos, van acompañados de algunas voces, ruidos raros, o sensaciones muy extrañas.
frustraciones acumuladas o mucho estrés, es en ocasiones muy agotador lidiar con esto.  A veces,  siento como si todo fuese un sueño y en cualquier momento tuviera que despertar. –Ismael me da mucho miedo despertar y que nada sea real.--

Ismael la miró fijamente y le dijo:
— oh, ya veo. ¿Por qué no sabía nada de esto? —

Laila, respondió con la cabeza inclinada hacia abajo:

—Me dio miedo expresar mi realidad interior… te lo iba a contar, solo esperaba el momento indicado.---

Ismael le sonrió y le dijo:

Tito livio decía: –El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son–

—-¿El historiador romano?--- pregunta ella.

—-sí, ese mismo.---  afirma él.

Él se acerca a ella, para poner  sus manos en sus mejillas, baja una de sus manos  haciendo una leve caricia para llegar a su barbilla. Luego levanta la mirada.

Laila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora