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Ella es Laila, es una chica solitaria y reservada. 
siempre ha vivido sola con su gato amón; el prejuicio de la sociedad recae sobre ella.

Frecuentemente es criticada o burlada, por lo cual ha vivido completamente sola y la única forma en la que se mezcle con una que  otra persona, ha sido: cuestiones laborales o acciones muy puntuales. Ha vivido circunstancias que la han dejado marcada, pero, a pesar de las huellas, ha podido salir adelante siendo una chica independiente, enfocada, decidida e inteligente.

Pasado un tiempo conoció a Ismael, un chico que al pasar el tiempo se volvió su gran amigo logrando tener una conexión única.  Él era un poco profundo al decir las cosas y eso a ella le encantaba; aunque, había cosas que a veces la tornaban confundida, él le hablaba en paradojas y le contaba muchas historias; ella,  se sentía muy cómoda y se llenaba de placer al escucharlo cada tarde que él la iba a ver o “ella a él”.

Pasaron los meses y ella recita de un chico:

Él y sus ojos café.
Su cabello negro. 
Esa sonrisa preciosa que ilumina mis días.
Sus hermosos labios y su exquisita expresión.
Su dulce voz, una melodía y mi canción.
Su tez tan suave con aroma deseable.
Él es un chico completamente inigualable.

Al parecer,  con el tiempo  Laila se enamoró de Ismael, pero, temía a confesarle sus sentimientos ya que pensaba en no ser correspondida, o  que sus propias emociones no fueran más que solo un capricho y llegar a lastimarle. No se sentía capaz de hacerle daño, no quería que fuera así esta vez, así que simplemente decidió reservar todas y cada una de sus emociones. Prefiere guardarlas para sí misma antes que llegar a arruinarlo todo.

Ismael,  era un chico muy interesante a su parecer,  ella entre más lo conocía más se cautivaba  en su esencia. Él se encargaba de cuidarla, estar muy al

Laila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora