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ZACK ALLEN

Al sentir mi mirada descarada en su ser, se giró hacia mí y me dio un vistazo rápido, sin darme mucha importancia, caminó lejos, dirigiéndose al campus trasero de la universidad.

—¿Acaso era ella...?

—Logan, ya regreso.

—¿Qué? ¿A dónde vas? —preguntó, pero no hice caso—. ¡Hey!

Caminé a paso rápido, sin detenerme, ni perderla de vista. Necesitaba saber quién era o qué cosa era.

Su paso también era rápido, que tenerla a la vista era complicado, sin embargo, ella ni siquiera se percataba de que la seguía. Caminó aún más hasta llegar al patio trasero del edificio y se detuvo al lado de un árbol, inhalo profundo y una suave brisa se hizo presente.

Se sentó en el pasto y luego de unos segundos se tiró en el para disponerse a descansar, mientras miraba el cielo.

—¿Quién eres? —hablé al fin.

—¿Disculpa? ¿Quién eres tú? —preguntó con cierto asco.

—¿Quién eres y por qué estás aquí?

—Estudio aquí desde primer año, que no me hayas visto antes no es mi problema, ya déjame en paz.

—¿Te la pasas escurriendote por las sombras?

—¿Cuál es tu maldito problema? Ni siquiera sé quién eres —se levantó molesta del pasto dispuesta a irse.

—Ven aquí —la tomé de la muñeca derecha obligandola a verme y se quedó estática al verme a los ojos.

Era ella, por más que actuará como si no me conociera, ella era la chica que había visto antes.

—Suéltame —susurró y al instante mi tacto empezó a experimentar una sensación extrema de calor, al punto de quemar mi mano.

—¡Agh! —me quejé, sin embargo, el dolor disminuyó al instante, como si este no hubiese pasado nunca—. Estoy hablándo contigo.

La seguí rápidamente, pero ya no se encontraba nadie en el lugar. Empezaba a darme miedo y también a pensar que me estaba volviendo loco.

—¿A quién buscas? —Logan me sorprendió, mientras me cruzaba su brazo sobre mi cuello—. Hay que ir a clases, ya dijeron que sólo es un meteorito inofensivo.

—Te dije que no creyeras en esas estupideces.

Caminamos a paso largo hasta llegar al salón en el tercer piso del edificio, era nuestro último año en la secundaria y muy pronto entraríamos a la universidad de la misma institución si nuestro promedio era a la altura.

Apenas había una par de personas en el y a lejos una chica recostada en la mesa de su escritorio con todo su cabello en la cara, sabía quién era y ahora también entendía porque no la había visto antes, se sentaba hasta el fondo, nunca participaba en nada y llegaba antes que todos, mientras que yo me sentaba al frente, llegaba tarde y siempre estaba rodeado de gente llamando toda mi atención.

Ahora tenía curiosidad de ella e iba a hacer todo lo posible para saber quien era la chica detrás de su máscara aterradora.

KYLIE O'BRIEN

Los días cada vez eran más cansados y los humanos más insoportables, me preguntaba por qué no podía adaptarme del todo a ellos, si se suponía que yo también era una, pero más inteligente.

—Buenas noches, bienvenida a dulcemente, ¿Qué deseas llevar? —preguntó el chico del café muy sonriente.

¿Estaba loco? O ¿Por qué se reía de todo?

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