"𝑫𝒐𝒏𝒈𝒎𝒊𝒏 es un universitario popular y rebelde, le gusta ser el alma de la fiesta, un día decide colarse a una fiesta privada , lo cual seguido por su rebeldía y curiosidad logro meterse a la fiesta , sin saber quien era el anfitrión del lug...
Dongmin había llegado a la tienda, todo se veía de lujo, cuando empezó a mirar los precios de las prendas casi se le cae la mandíbula al suelo, como es que un par de pantalones costaba 800 dólares?.
Esto era para gente forrada en dinero. A los segundos una chica se acerco a atenderlo, mientras que el guardia inspeccionaba todo desde lejos.
La chica lo había puesto a probar varios conjuntos, la verdad es que Dongmin realmente se sentía miserable y solo, tampoco tenía a sus amigos cerca para pedirles algún abrazo discreto, su única persona de confort ya la había perdido.
-Este le gusta?- la chica saco de sus pensamientos a Dongmin, este se miro al espejo y le gusto, bueno en realidad todos le habían gustado pero sentía que este venía con su personalidad.
Imagen outfit:
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Luego de haber elegido el conjunto, fue hasta la caja.
-Son 1200 dólares en total, como desea pagar?- A dongmin casi se le salen los ojos.
<<Cuanto dinero desperdiciado por solo dos prendas>> pensó.
El guardia se acerco a Dongmin y le paso la tarjeta del líder para pagar, al parecer el chico andaba tan perdido que no se dio cuenta que había dejado la tarjeta que le entrego el mafioso en el auto.
El guardia pudo suponer que el chico andaba ido, al parecer la conversación no fue muy buena.
Casi una hora después regresaron a la mansión, Dongmin se estaba por bajar con toda la compra pero el guardia lo detuvo.
-No te preocupes, tu solo ve dentro, el líder dice que te espera en la habitación- Dongmin mentiría si dijera que eso no lo hizo temblar, no sabía cuando esa sensación de electricidad se le iría del cuerpo al tener al mafioso cerca o con la simple mención de su nombre.
Dongmin subió hasta llegar a la habitación, al entrar no vio nada, se suponía que estaría acá no?. Se sentó en la cama se sentía cansado mental y físicamente, aun tenía resentida su mejilla por la cachetada que le dio su madre....
El solo pensamiento volvió a formarle un nudo en la garganta, sentía que si hablaba se pondría a llorar como idiota. Así que cerro sus ojos y respiro profundo apretando fuertemente su labio inferior.
De repente sintió la puerta del baño ser abierta de golpe y se asusto, moonbin venía saliendo del baño con una toalla alrededor de su cintura sin nada arriba. Que tan mal de la cabeza estaba dongmin como para pasar de triste a nervioso por el cuerpo desnudo del mafioso.
<<Estas mal de la cabeza, anda al psicólogo>>
Moonbin vio fijamente la cara del chico, minutos atrás había abierto sin meter ruido la puerta del baño y se dio cuenta como Dongmin cerraba sus ojos y apretaba sus labios, estaba afligido?, se sentía molesto consigo mismo el mafioso, molesto por interesarle el estado de animo del chico, por eso abrió la puerta haciendo un estruendo.
Se acerco a Dongmin quedando parado al frente de este, el chico aun seguía sentado en la cama, moonbin con su mano tomo la barbilla de Dongmin y le hizo levantar la mirada, este otro se dio cuenta de un leve color rosado en su mejilla izquierda.
<<Quien mierda lo toco? >>
Así que con unos de sus dedos hizo un poco de presionar en la mejilla del contrario y termino de confirmar que eso era un golpe por la expresión de dolor que no paso desapercibida por él, Dongmin evito su mirada.
-Quien lo hizo?- moonbin arqueo una ceja, dongmin pudo ver como apretó su mandíbula.
-Da igual, es algo sin importancia, por que me llamabas?- el mafioso se dio cuenta que el chico en ningún momento andaba a la defensiva, es más, hasta pudo darse cuenta que se veía "apagado". Un libro abierto para él.
-A mi no me da igual- Dongmin levanto su vista rapido para mirar al mafioso, este lo miraba serio.
<<Porque mi corazón está latiendo así? Me esta dando una taquicardia? Tal vez debería ir al doctor>>
-Es qu-e yo, osea- Dongmin sacudió su cabeza, habia tartamudeado, pero es que se sintió extrañamente avergonzado, luego de que moonbin le dijera eso, realmente le importaba lo que le pasaba?. Prefirió no pensar en eso, después de todo moonbin es una mafioso y a ese tipo de personas solo les interesa el poder y dinero.
-Mi madre me cacheteo, discutí con ella, en conclusión piensa que la abandone, el idiota le lavo el cerebro a mi madre, pero ya que?- moonbin se separo un poco de él para observarlo mejor.
-Tanto te importa lo que piense tu madre?-
Dongmin suspiro. -Mi madre era lo único que me importaba en este mundo, y ahora la perdí? Que sentido tiene?.-
Ninguno los dos se daba cuenta pero a pesar de las personalidades dominante de los dos aun así podían conversar tranquilos, y al parecer uno de los chicos no se daba cuenta lo sincero que podía ser....
-Estas comportandote al revés de lo que me has demostrado, donde esta el chico orgulloso? El que le gusta joder? Por que mejor no jodes esos pensamientos negativos y empiezas a vivir tu vida sin depender de lo que diga tu madre? Ella ya no esta acá, puedes hacerlo por ti mismo.-
Moonbin era malo con las palabras así que no supo de donde salió aquello, tal vez era la rabia de ver esos ojos del chico apagados. Tenía una necesidad tal vez enfermiza de querer ver esos ojos brillando, brillando así como cuando lo empezo a joder, y al parecer lo había logrado, el chico se empezó a reír.
-Qué?- dijo moonbin ya cruzándose de brazos.
-Quien diría que un mafioso me terminaría dando un consejo de vida- volvió a reír.
-Pero este mismo mafioso te jodio tu bonito trasero y si te sigues riendo me adentrare profundo en ti en este mismo momento.- de repente dongmin dejo de reir y tomo una exhalación profunda.
-Eres un perverso- Dongmin se cruzo de brazos esta vez.
-pero te excita que te diga eso-
Los dos se quedaron mirando fijamente, Dongmin miro demás, ya que su mirada descendió por el cuerpo de Moonbin.
-Ahora vete a dormir, antes que joda tu trasero, y mañana en la fiesta andes caminado como bambi.- moonbin sonrio burlonamente.
-Maldito perverso!- Dongmin no supo como fue que salio como alma que lleva al diablo de esa habitación, cuando regreso a su habitación, cerro la puerta tras de sí, y quedo recargado en la puerta con la mano en su corazón.
